miércoles, 28 de agosto de 2013

AGUA Y PIEDRA

 A la vuelta de cualquier abismo,
puede esconderse la belleza.

 Por muy grises que se ofrezcan los días,
siempre existen barcas que nos transportan
sin mojarnos en los fondos oscuros.

 Algunas son muy veloces
y surcan los mares de la existencia en un suspiro.
Sólo la estela de su paso queda en el recuerdo.

 Por doquier, el agua,
la fuente de la vida,
el líquido que mana y corre.

 Al verdor alimenta y nutre,
ensalza y eleva en vertical altura.

 Rodea las edificaciones
con amorosos brazos
mientras, en su remolino,
sólo se bañan los valientes.

 Pero la piedra siempre vigila
y se prepara a la llamada
de las horas azules.

El tiempo no conoce pausa
y se inscribe como la sombra eterna
que nos ciñe los pasos.

Todas las imágenes han sido realizadas por quien suscribe esta entrada y están tomadas en el sur de Francia, en La Provenza:  las tres primeras en los alrededores de la bonita población costera de Cassis, las tres siguientes en el pintoresco pueblecito L'Isle sur le Sorgue y las dos última en el elevado Château des Baux de Provence.

Nota.- Por si a alguien le interesa, dejo aquí los enlaces a dos reseñas recientes y muy interesantes de Aroma de vainilla: una en el blog Tengo que decirlo, de Solange Noguera, y otra en el blog El rincón de Saulip, de Pili Usan.
Agrego, con fecha 29 de agosto, una tercera y emocionante reseña en el blog Te cuento..., de Yashira

viernes, 23 de agosto de 2013

LA MUCHACHA DE CATULO, DE ISABEL BARCELÓ CHICO


Ficha bibliográfica:
Título: La muchacha de Catulo
Autora: Isabel Barceló Chico
Editorial: Ediciones Evohé y, también, en Evohé digital y en Amazon
Fecha de publicación: junio de 2013


Sinopsis:
La muchacha de Catulo es una novela histórica de corta extensión, apasionante y muy ágil en su estilo narrativo. Se desarrolla en veintidós capítulos y se inicia con una carta-prólogo de Hortensia a Claudia Tertia, nieta esta última de Clodia, donde la primera le explica los pocos datos que posee de la abuela de la segunda y donde expresa que presentará la historia entre Clodia y Catulo mediante escenas y mostrará la correspondencia entre ambos tal cual fue.
Ya desde un inicio, Hortensia, la narradora —que actúa como omnisciente en los pasajes no epistolares—, nos advierte de su admiración por Clodia, una mujer amante de su libertad por encima de cualquier lazo.
  La acción se sitúa en el siglo I a.C., concretamente en el año 56 a.C., durante un verano caluroso. Catulo es un poeta reconocido y admirado, cuyos versos circulan por toda Roma. Se halla enamorado profundamente de Clodia, viuda patricia diez años mayor que él, de fuerte personalidad y gran belleza, defensora a ultranza de su independencia y libertad. Catulo la desea únicamente para sí y se siente despreciado cuando Clodia le aconseja que se case con una joven de su edad y la deje a ella seguir con su vida, sin dar explicaciones a nadie; lo que no se opone Clodia es a seguir siendo su musa. Catulo se siente despreciado y envenena sus versos contra Clodia, sufre el desamor de forma física y enferma.


Valoración personal:
He disfrutado mucho con esta novela, de principio a fin.
  Soy lectora del poeta latino Catulo y conocer su relación amorosa con Clodia (la Lesbia de sus poemas) desde otra perspectiva, la de la matrona romana libre de espíritu y adelantada a su época, ha sido fascinante. Como nos tiene acostumbrados Isabel Barceló a sus fieles lectores, el enfoque de la trama se sitúa siempre desde el punto de vista femenino, reivindicando el papel de la mujer en la historia de la humanidad.
  Los detalles que nos proporciona Isabel Barceló en esta novela son muchos y jugosos. Buena conocedora de la antigua Roma, nos sitúa directamente en el siglo I a.C. y nos muestra la relación tormentosa existente entre Clodia y Catulo, y lo hace colocándonos en el escenario de la misma: una Roma en todo su esplendor, con las clases pudientes viviendo en la cima del Palatino, con la animación cotidiana del foro, con las librerías ubicadas en el Argiletum. Asistimos a un verano cargado de acontecimientos para nuestros protagonistas, incluido un banquete a las orillas del Tiber en una villa de Clodia; paseamos por el foro y leemos las pintadas soeces en las paredes de las tiendas; conocemos la manera de publicar y distribuir los poemas; nos trasladamos a otras poblaciones, como la antigua Bovillae, la casi alpina Sirmión o la costera y sureña Baiae; tomamos el pulso al clima político con las referencias a Marco Antonio, Julio César, Cicerón o Clodio, este último hermano de Clodia; asimilamos costumbres de aquella época y, en suma, disfrutamos, pues la novela discurre muy ágil ante nuestros ojos.
   Desde el punto de vista técnico, es de destacar la prosa cuidada de la autora. Se vale tanto del narrador omnisciente, en el que se esconde la narradora Hortensia, como del estilo epistolar. Gracias a este último, conocemos las aspiraciones y temores de los personajes, sus odios y afectos, su discurrir interior en una historia vibrante desde un principio.
   Recomiendo esta novela con ganas. Es corta y se lee de un tirón, pero lo más importante es que con ella se aprende y se disfruta, dos circunstancias esenciales de una buena lectura.


Sobre la autora:
Isabel Barceló Chico (Sax, Alicante), licenciada en Filosofía y Letras, trabaja en el Servicio de Patrimonio Histórico y Cultural del Ayuntamiento de Valencia y ha escrito varias obras de divulgación del patrimonio. Autora de numerosos artículos y relatos breves publicados en diversos medios, su pasión por Roma y por las mujeres se vio recompensada con la concesión de la Beca de Literatura Valle-Inclán que otorga el Ministerio de Asuntos Exteriores para una estancia en la Real Academia de España en Roma. En esta ciudad investigó las huellas de mujeres de todos los tiempos y absorbió a fondo el espíritu romano. En materia de novela histórica, ha publicado Dido, Reina de Cartago (2009), finalista de los premios de la crítica de la Comunidad Valenciana. Autora del blog literario Mujeres de Roma

Por último, os dejo con el booktrailer de La muchacha de Catulo.