domingo, 11 de enero de 2015

LECTURAS DE 2014


Por primera vez en mi vida, decidí a comienzos del año pasado llevar un listado de los libros que iba leyendo mes a mes. Abrí un archivo en el ordenador y, conforme acababa un libro, lo reflejaba, al tiempo que, de forma muy resumida, apuntaba mis impresiones sobre él. Ha sido una experiencia que me ha gustado y que pienso repetir este año.
No sé si he leído mucho o poco, pues es la primera vez que he controlado esta afición tan esencial para mí, como supongo que lo es para cualquier escritor. No puedo pasarme sin leer demasiados días. Lo hago normalmente después de cenar, en vez de ver la tele, pues pocas son las veces que me interesa algún programa o película (pero si me acapara la atención, cierro el libro y me entrego a esa otra forma de contar a través de las imágenes mezcladas con las palabras). También me gusta dedicar algunas tardes íntegras a la lectura y, cuando puedo, algún ratillo por la mañana.
Pues bien, a lo que iba: en el año que acabamos de cerrar me he leído 65 libros, de los cuales 7 son relectura de títulos leídos hace años y que me dejaron con buen sabor de boca, y abandoné 2 libros por ser tostones insufribles (estos abandonados no están incluidos en el cómputo total, claro). Un buen número de los leídos han sido largos y algunos, sutiles y delgados; pero ya sabemos todos que el tamaño no importa, sino lo que se provoca en el lector con las palabras escritas. Por ejemplo, los libros de poesía se miden por versos y suelen ser estilizados, aunque su lectura es muy reposada, además de ser objeto de varias relecturas para exprimir la magia que puedan albergar (me doy cuenta de que la demora y el disfrute lo aplico con todo libro que me agrada). 
Ya he dicho que no juzgaré si son muchos o pocos libros, porque tampoco se trata de ir batiendo récords, sino de pasarlo bien. Como indicaba en la entrada anterior, mi mentalidad es poco matemática: no me gusta moverme entre cifras, sino entre letras. 
Lo más interesante de este sistema es que ahora puedo hacer un balance literario con lo que he ido apuntando tras cada lectura. Como son demasiados libros para meterlos aquí y no está bien indicar los que me han gustado menos (los que me parecen malos de remate los abandono pronto sin ningún remordimiento, que el tiempo es finito y es mucho lo que queda por leer), haré una lista breve de los cinco títulos que más me han llegado, con unas mínimas pinceladas sobre los aspectos que me han parecido de mayor interés:
1.— El imperio de Yegorov, de Manuel Moyano, publicado por Anagrama, finalista del premio Herralde de novela 2014.— Novela, más bien corta, que desde el punto de vista de un narrador múltiple, se articula desde muy diversas técnicas: correos electrónicos, diarios, conversaciones telefónicas, cartas, testamentos, etcétera. Su ámbito temporal es amplio, casi un siglo entre sus tres partes. Trama soberbia, espectacular. Muy entretenida. Me hace reflexionar muchísimo sobre la importancia de un argumento muy bien trabado. Lenguaje sencillo, casi periodístico, siempre al servicio de la trama. La leí antes que la novela que mereció el premio y he de decir que, según mi criterio, esta, la finalista, es mucho mejor que la ganadora, y con diferencia.
2.— Las pequeñas espinas son pequeñas, de Raquel Lanseros, publicado por Hiperión.— Poemario de tono fundamentalmente hímnico, de belleza prístina y envolvente. Una voz muy limpia y pura la de Raquel Lanseros. Lo único que no me ha gustado es el título.
3.— Cáncer de piel, de Roberto Vivero, publicado por Ediciones Oblicuas.— Novela corta, densa, profunda, metaliteraria a ratos. Muy buena prosa. Ha sido una gozada leerla y su autor, al que no conocía, un auténtico descubrimiento.
4.— Stoner, de John Williams, publicado por Baile del Sol.— Novela magníficamente escrita que narra la vida de un profesor universitario de los Estados Unidos. Pasajes memorables y su personaje principal, Stoner, cala hondo; está muy bien definido, lo mismo que su peculiar y odiosa mujer. Un auténtico descubrimiento.
5.— Las memorias de Mosby y otros relatos, de Saul Bellow, publicado por Destino. Relectura.— Libro con seis relatos de largo aliento, de una gran calidad. Me ha encantado volver a este escritor, que me supuso un auténtico descubrimiento en su día.
¡Felices lecturas a todos para el 2015!

lunes, 5 de enero de 2015

CARTA A MIS REYES MAGOS PARTICULARES

Vilma leyendo en un sofá, de T.F. Simon

Queridos lectores de mis obras, mis Reyes Magos particulares:
    Hoy me dirijo a vosotros para agradeceros todo lo que habéis hecho por mí en los dos últimos años. Para alguien que escribe, no existe mejor regalo que la posibilidad de que lo lean. Muchos me habéis dado esa alegría mayúscula y el acicate imprescindible para saber que merece la pena seguir luchando para conseguir publicar mis obras, una tarea ardua que requiere forjar con acero el espíritu para no desfallecer en todos los escollos que se presentan en el camino. 
No sé exactamente cuántos sois, pues no soy persona obsesionada con las cifras, quizá porque mi mente tiene muy poco de matemática. Lo mío son las letras, no los números. Intento hacer un cálculo aproximado y creo que es probable que os acerquéis al millar. Sé que muchos se sonreirán ante esta cifra, pues la considerarán escasa, anémica; pero a mí, que no me he dejado nunca las horas del día en hacer publicidad, me alegra el corazón. También sé que si pasean determinados ojos por estas líneas se sonreirán con suficiencia y se sentirán gigantes frente a esta humilde escritora. Poco me importa lo que piensen determinados seres, esos que se creen por encima de todo y de todos, con derecho de adoctrinamiento incluido (con lo que me fastidia que me adoctrinen). Eso sí: ojalá el año que viene ya pueda decir que sois miles, que la esperanza es gratis y nunca debe escapar de la caja de Pandora del espíritu.
    Os confesaré que me he llevado grandes sorpresas desde que empecé a publicar. He conocido a lectores extraordinarios. Me han leído personas que no esperaba que lo hicieran. Y, sin embargo, muchos pretendidos amigos que parecían mis hermanos de leche decidieron que no me merecía ser leída por ellos. Lo mismo que aparecieron en mi vida, desaparecieron, lo cual demuestra lo endeble y engañoso que es el cariño virtual. Me dolió en un principio, pero ya he ensanchado mis espaldas y aplico el viejo refrán que dice: «Arriericos somos y en el camino nos veremos». También he descubierto lo mucho que se miente en Internet, lo mucho que se farda de lecturas inexistentes; pero allá cada cual con sus fantasías, que libre es cualquier humano para  engañarse como quiera. Otra reacción curiosa y que me hace sonreír con ironía es la de aquellos que aún me siguen considerando una bloguera, como si no hubiera abierto este blog con una obra sólida detrás.  
    Por fortuna y como grandísima compensación, he obtenido un grupo magnífico de lectores que me animan y me siguen en mi obra publicada. Es estimulante para mí observar que quien ha leído alguno de mis libros, repite y, lo que aún es más de agradecer, recomienda mi literatura y algunos, incluso, la apoya en las redes sociales. A todos los que os identifico, a todos los que os pongo cara por vuestro apoyo permanente (Laura, Loly, Víctor, Luis, Yolanda, Belén, Anna, Brigi, Moncho, Pedro, Mari Carmen y un largo etcétera), gracias por sostenerme en todo momento con vuestra confianza en mis letras, gracias por vuestra enorme generosidad.
Sé que para los autores cuyos lectores se cuenta por miles esta carta resultará ridícula. Yo no vengo aquí a pediros nada ni a presumir de números. Deseo agradecer ese «boca a boca», esa recomendación que funciona y es mi mayor aliado, pues bien sabéis que vivo alejada de los grandes circuitos comerciales que manejan la fama y el nombre (no es fácil acceder a determinados ámbitos sin padrinos). Solo me guía el agradecimiento, un gran agradecimiento a todos los que me habéis dado la oportunidad de que el sueño de toda mi vida se cumpla.
A todos mis lectores, los que conozco y los que no conozco, los que se manifiestan con sus comentarios y los que no lo hacen, los que me apoyan abiertamente y los secretos. A todos, mis particulares Reyes Magos: ¡Gracias!

sábado, 3 de enero de 2015

"AHORA QUE YA ESTÁS MUERTO, MAMADOU", DE MARÍA JOSÉ VILLAROYA DURÁ

Creo que una buena manera de iniciar este recién nacido 2015 es hacerlo con un magnífico relato de la murciana María José Villaroya Durá, un relato premiado con razón. Leedlo. Seguro que os emocionará, como me ha pasado a mí. Dejo aquí el enlace al blog de María José, donde podéis leed este precioso relato titulado Ahora que ya estás muerto, Mamadou.



Como le he indicado a María José en Facebook, tengo un relato antiguo que, aunque no tiene la maestría del suyo, sí participa del mismo sentimiento solidario. Os dejo el enlace a la entrada donde lo publiqué, a primeros del 2010: Cementerio de sueños.