La persistencia de la memoria, también conocido como Los relojes blandos, de Salvador Dalí
La vida es prestada.
Se deshace en relojes
y cansa la voz
de tanto gastarla
en frases ajenas.
Las horas esconden el silencio.
Trepan los vahídos,
estallan las miasmas
contagiando de miedo las paredes.
La parálisis es el habitáculo
apropiado para la cobardía.
El precario es el título
de quienes vendieron sus sueños.
(De mi libro El nervio de la piedra)
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Nota.- Con este poema de mi autoría, concluyo el juego de cuatro poemas durante cuatro días seguidos.
Precioso Isabel, creo que se me han escapado los anteriores asi que tendré que leerlos. Ay, me he sentido cobarde... Jaja y es que ando algo parada, bueno, siempre hay otras cosas que consumen esas horas.
ResponderEliminarBesos guapa.
Bello y hondo poema y excelente juego literario, Isabel. Me ha encantado.
ResponderEliminarMuchos besos!
Fer
Más más; queremos más.
ResponderEliminarBesos Isabel y que pases muy buen fin de semana.
un poema que dice mucho mas de lo que indican las palabras. Fondea hasta los recovecos mas escondidos del alma. eres una genia.
ResponderEliminarbesos.
Un hermoso broche de oro para estos cuatro días de poemas.
ResponderEliminarHiciste una estupenda selección, Isabel.
Un abrazo.
Mi querida Isabel:
ResponderEliminarHas concluido el juego de cuatro poemas de la manera más hermosa y hasta filosófica: qué pedazo de poema nos regalas!
Ya te he dicho que me gusta cuando incursionas en la poesía porque tienes vitalidad, sensibilidad y un goce máximo por la belleza. Tus poemas no son palabras vacías sino, como en el caso de este poema que nos presentas hoy, hay mucho contenido y cada quién que lo juzgue como quiera.
Recibe un fuerte abrazo y un beso.
Hermoso y cierto.
ResponderEliminarAbrazos
La vida es prestada, es cierto, que no lo sean pues ni nuestros sueños ni tampoco nuestros recuerdos, sin ellos no podremos devolver el préstamo con los correspondientes intereses, aunque… ya sabemos que al final, paganos o no, seremos desahuciados.
ResponderEliminarAbrazos
Muy bello Isabel.
ResponderEliminarMe quedo con que la parálisis es el habitáculo apropiado para la cobardía; es muy cierto. Muy buen poema Isabel. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarQué bonito lo haces, y qué fácil parece cuando te leo. He seguido tu apuesta y de todos los poemas me quedo con el tuyo. Un fuerte abrazo amigo.
ResponderEliminarQué bonito lo haces, y qué fácil parece cuando te leo. He seguido tu apuesta y de todos los poemas me quedo con el tuyo. Un fuerte abrazo amigo.
ResponderEliminarEs maravilloso, Isabel. Muy sonoro, rápido y contundente.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo de anís.
Desde la parálisis (permanente, como la del grupo de la movida) asiento a cuanto dices. Lo malo es cuando, además, te pagan poco por esa venta.
ResponderEliminarAbrazos, siempre
Querida Isabel, he estado un poco perdida de la blogosfera por las fiestas patronales, pero siempre vuelvo...
ResponderEliminarUn bello poema que puedo leer siempre que quiera porque tengo el honor de tener tu magnífico libro.
Muchos besos.