La Acrópolis, Atenas (Fotografía de Isabel Martínez)
Antes de conocerte, ya te amaba. Y desde que me deslumbraste con tu encanto mediterráneo, no hay día en que no me vengas a la memoria. Te añoro, bella Atenas.
¡Ay, María Jesús! Atenas es una ciudad de una belleza apabullante y de una calidez abrigadora. Son como nosotros: mediterráneos, afables, alegres, habladores, chillones. Y a los españoles nos quieren mucho. Con lo cual estás como en casa. Cuando era pequeña vi en un libro de historia del arte una foto de la Acrópolis y me enamoró. Me dije a mí misma que si algún día viajaba fuera de España, mi primer viaje sería a Atenas (luego no ha ocurrido así). Comencé a cosechar, donde pillaba y había, postales de Atenas. Más tarde, estudié el siglo de Pericles y me fascinó. Y un poco más tarde, con el griego antiguo y un profesor que era un enamorado de Sócrates, mi amor se hizo más profundo. Como más se ensanchó con su filosofía algo después. Total, que siempre queriendo ir a Grecia, con una nostalgia de algo no visto, pero verdadera. Todo porque a mi marido le aterra montar en avión y Grecia está muy lejos para ir en coche. ¡Pero! ¡Ta chan, ta chan! Por fin. El año pasado, con eso de que yo cumplía medio siglo, decidió dejar atrás sus miedos. El mejor regalo de cumpleaños que he tenido nunca. La fecha divina: primeros de octubre, con lo cual no apretaba el calor. ¡Qué semana más inolvidable! ¡Qué emocionante fue para mí pisar los sitios que ya amaba! El impacto fue tremendo. Y aunque una semana no da para mucho (Atenas, Delfos y la Argólida del Peloponeso, pero fundamentalmente nos extenuamos en Atenas), espero volver. A mi pariente también le gustó a rabiar y dice que comió mejor que nunca en un viaje fuera de España. Así que tengo esperanzas de pillarlo en un día tonto, y regresar allí, que aún queda mucho por ver. Ayer estuve metiendo en el ordenador comentarios a las fotos del viaje, redisfrutándolo, y me dije: pues algunas de ellas me van a acompañar en el blog. Y algunas subí. No descarto subir alguna más, cuando ordene Delfos y el Peloponeso. La foto de abajo del todo, que la subí el otro día, es del río L'Ill, en Estrasburgo. Pero ésta es ya otra historia. No sé la razón por la que no entras mis entradas en tu escritorio. Tal vez porque no le has dado al recuadro ese de añadir blog. Te lo digo con timidez, desde mi experiencia de novata, que no veas cómo me relío yo a veces. Un besazo, María Jesús.
María Jesús, ya he investigado lo de la lista de blogs, porque he agregado uno a mi lista y, como siempre, me cuesta que se vea. Te digo: pinchas en las herramientas de tu lista de blogs de la página. Te aparecen los blogs del escritorio. Picas en "blogs que sigo" y... ¡milagro! Salen los blogs que no aparecen Seleccionas y se ven en la página. No sé si así. Porque también veo yo raro que, siendo seguidora, no te aparezca en el escritorio. A mí, de momento, me aparecen en el escritorio y luego hago esto, que se me olvida de una vez para otra. Ya me dirás. Besos.
Yo también soy una enamorada de Atenas (el universo me ha guiñado el ojo llevándome a residir en la Calle de Pericles) pero lo único que he visitado de Grecia es un pequeño pueblo llamado Kilkis y Tesalónica... ¡Pero de esa experiencia mejor ni hablar! Adoro la mitología, el arte y, cómo no, el teatro griegos... En los escenarios he tenido la suerte de interpretar tragedias de Sófocles.
Es fácil amar a Atenas ¿no?
ResponderEliminarNo sé que me pasa con tu blog, que aunque me he hecho seguidor, no me aparecen tus entradas nuevas en el escritorio. ¿sabes tu por qué?
¡Ay, María Jesús! Atenas es una ciudad de una belleza apabullante y de una calidez abrigadora. Son como nosotros: mediterráneos, afables, alegres, habladores, chillones. Y a los españoles nos quieren mucho. Con lo cual estás como en casa.
ResponderEliminarCuando era pequeña vi en un libro de historia del arte una foto de la Acrópolis y me enamoró. Me dije a mí misma que si algún día viajaba fuera de España, mi primer viaje sería a Atenas (luego no ha ocurrido así). Comencé a cosechar, donde pillaba y había, postales de Atenas. Más tarde, estudié el siglo de Pericles y me fascinó. Y un poco más tarde, con el griego antiguo y un profesor que era un enamorado de Sócrates, mi amor se hizo más profundo. Como más se ensanchó con su filosofía algo después.
Total, que siempre queriendo ir a Grecia, con una nostalgia de algo no visto, pero verdadera. Todo porque a mi marido le aterra montar en avión y Grecia está muy lejos para ir en coche. ¡Pero! ¡Ta chan, ta chan! Por fin. El año pasado, con eso de que yo cumplía medio siglo, decidió dejar atrás sus miedos. El mejor regalo de cumpleaños que he tenido nunca. La fecha divina: primeros de octubre, con lo cual no apretaba el calor. ¡Qué semana más inolvidable! ¡Qué emocionante fue para mí pisar los sitios que ya amaba! El impacto fue tremendo. Y aunque una semana no da para mucho (Atenas, Delfos y la Argólida del Peloponeso, pero fundamentalmente nos extenuamos en Atenas), espero volver. A mi pariente también le gustó a rabiar y dice que comió mejor que nunca en un viaje fuera de España. Así que tengo esperanzas de pillarlo en un día tonto, y regresar allí, que aún queda mucho por ver.
Ayer estuve metiendo en el ordenador comentarios a las fotos del viaje, redisfrutándolo, y me dije: pues algunas de ellas me van a acompañar en el blog. Y algunas subí. No descarto subir alguna más, cuando ordene Delfos y el Peloponeso.
La foto de abajo del todo, que la subí el otro día, es del río L'Ill, en Estrasburgo. Pero ésta es ya otra historia.
No sé la razón por la que no entras mis entradas en tu escritorio. Tal vez porque no le has dado al recuadro ese de añadir blog. Te lo digo con timidez, desde mi experiencia de novata, que no veas cómo me relío yo a veces.
Un besazo, María Jesús.
María Jesús, ya he investigado lo de la lista de blogs, porque he agregado uno a mi lista y, como siempre, me cuesta que se vea.
ResponderEliminarTe digo: pinchas en las herramientas de tu lista de blogs de la página. Te aparecen los blogs del escritorio. Picas en "blogs que sigo" y... ¡milagro! Salen los blogs que no aparecen Seleccionas y se ven en la página.
No sé si así. Porque también veo yo raro que, siendo seguidora, no te aparezca en el escritorio. A mí, de momento, me aparecen en el escritorio y luego hago esto, que se me olvida de una vez para otra.
Ya me dirás.
Besos.
Yo también soy una enamorada de Atenas (el universo me ha guiñado el ojo llevándome a residir en la Calle de Pericles) pero lo único que he visitado de Grecia es un pequeño pueblo llamado Kilkis y Tesalónica... ¡Pero de esa experiencia mejor ni hablar!
ResponderEliminarAdoro la mitología, el arte y, cómo no, el teatro griegos...
En los escenarios he tenido la suerte de interpretar tragedias de Sófocles.
Una petición: sigue subiendo fotos.
Un abrazo mitológico ;)
¡Qué suerte! A mí me encantaría que mi casa estuviera en la calle de Pericles.
ResponderEliminarEn cuanto a las fotos, no descarto subir aún más. Es cuestión de ponerme un día, porque se lleva su rato.
Como siempre, gracias por estar ahí. Besos.