Busto de Epicuro en los Museos Capitolinos, Roma
Tras una plácida relectura, he creído que sería interesante traer a este cobijo a Epicuro.
Epicuro fue un filósofo griego nacido en la isla de Samos en el año 341 antes de Cristo. Visitó numerosas ciudades de la Grecia helenística y estudió con grandes pensadores. Ejerció como maestro en Mitilene y Lampsaco. Después marchó a Atenas y allí fundó su escuela, denominada Jardín, que en realidad era un modesto huerto, en cuya entrada –según Séneca– existía la siguiente inscripción: «Aquí te hallarás a gusto, huésped, aquí el placer es el bien supremo». Residió en Atenas hasta su muerte en el año 270 antes de Cristo.
De su Carta a Meneceo:
- Busca la sabiduría: beberás de una fuente inagotable para la salud del alma.
- No temas a la muerte, no temerás a la vida.
- El sabio ni repudia la vida ni teme el carecer de ella, pues no le molesta vivir ni cree que sea un mal el no estar vivo. Y así como de los alimentos escoge el más agradable y no el más copioso, del mismo modo disfruta del tiempo, que no mide en su durar prolongado, sino en lo placentero de su intensidad.
- El recto conocimiento de nuestros deseos conduce a la felicidad.
- No elegimos todo el deleite, sino que rechazamos muchos placeres cuando de ellos se desprenden para nosotros mayores fatigas que felicidades.
- No elegimos todo el deleite, sino que rechazamos muchos placeres cuando de ellos se desprenden para nosotros mayores fatigas que felicidades.
De sus Máximas capitales:
- Tu felicidad te hará imperturbable.
- El justo es absolutamente imperturbable, pero el injusto está cargado de la mayor perturbación.
- La amistad es la máxima bondad de la vida.
- La amistad te hará seguro.
- El que comete injusticia sabe que no siempre estará oculto.
De sus Exhortaciones:
- El que llega a olvidarse del bien pasado, se convierte en un viejo ese mismo día.
- No tenemos tanta necesidad del apoyo de los amigos como de la confianza en su ayuda.
- Es una necedad pedir a los dioses las cosas que cada uno es capaz de procurarse por sí mismo.
- No hagas nada en la vida que te cause temor si fuese conocido por el prójimo.
- En la discusión razonada más gana quien es vencido por cuanto aprende.
La verdad es que te dejan una sensación de paz absoluta. Como que, buscando, hay un camino para ser dichoso.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Ay Isabel...Isabel! Con estos calores yo no estoy para devanarme los sesos ni con Epicuro ni con Mitilene ni... ¿Es que te ha dado un golpe de calor? A ver si va a ser cosa del riego...
ResponderEliminarYo voy ahora a darme una duchica fresca que con estos calores de Murcia y hasta que no me vaya a la playa el domingo, no hay quien esté. ¿Tu crees que me sentará mal esa duchica? ¿Se se nos enfadará Epicuro?... ;-)
Ya veo que estás por Italia...
Un abrazo desde estas Caldas de la Murtia Villae, y recuerdos a las las de Caracalla.
Jajaja, Man, aún no estoy en la bella Italia, pero voy preparando el terreno.
ResponderEliminarVéte a saber si me ha dado un golpe de calor, jajaja, que en esta Murcia es más que posible.
Toma esa ducha y verás cómo te refrescas. Yo acabo de comer y voy a echar una cabezadita, lo más aconsejable a esta hora tórrida.
Besos, Man.
Hablando de días tórridos y horas tórridas, a estas horas, aquí en Ourense, estamos en los 30º.
ResponderEliminarMe gusta en particular estas frases: “Es una necedad pedir a los dioses las cosas que cada uno es capaz de procurarse por sí mismo”.
“En la discusión razonada más gana quien es vencido por cuanto aprende”.
Bicos
Fíjate, amiga Isabel, han pasado veintitres siglos y los consejos de grandes sabios griegos como Epicurio siguen vigentes. Si lo piensas, poco más se ha escrito desde entonces. Imagino a este maestro enseñando a sus discípulos tan valiosas normas morales para el difícil reto de vivir y pienso en cuánto no daría yo por haber tenido la suerte de ser su alumna. Qué digo yo, ¡cuánto no daríamos muchos por tener epicurios en nuestras escuelas! En algunas cosas, hemos involucionado.
ResponderEliminarUn post interesante y necesario.
Besicos.
En horas escogidas, descansando la cabecita en soñadoras cabezaditas, se puede transitar por la huerta murciana, por el jardín de las delicias o, placenteramente por el campo abierto en jardín epicúreo.
ResponderEliminarDar placer a tus sentidos, tus necesidades, evitando el dolor y los excesos. Esto es, descubrir el epicureismo, la filosofía de la buena vida, de la felicidad.
Epicuro; anunciador de la fatalidad griega, sin tiempo ni dictado, como anunciar del placer con tiempo al dictado del cuerpo.
“Retírate dentro de ti mismo, sobre todo, cuando necesites compañía.”
P/D.-¿Sigues mis pasos o mi sombra en el mismo camino? Tu eco dejado en Tarragona, luego, ahora, tu fuga a Roma donde dejé mi sombra.
Disfruta. Disfruta del placer de la vida sin excesos.
Creo que la esencia de la sabidurìa de ayer està saliendo cada vez màs a la superficie.
ResponderEliminarCuando mi sobrina fue a ver Agora, no sabìa ni quien era, ni de que trataba la peli...
Necesitamos èstas perlas para darnos cuenta que todavìa estamos en pañales en algunos aspectos.
...“No elegimos todo el deleite, sino que rechazamos muchos placeres cuando de ellos se desprenden para nosotros mayores fatigas que felicidades”.
Me encantò.
un abrazo.
"No hagas nada en la vida que te cause temor si fuera conocido por el prójimo".
ResponderEliminar¡Cuánta verdad!
Debemos volver la vista a aquellos grandes sabios y descubriremos muchos de nuestros fracasos actuales
ResponderEliminarEl que comete injusticia sabe que no siempre estará oculto
y nosotros debemos evitar que se oculte
Me gustó la regresión :)
un abrazo
Magnífica entrada donde se disfruta de las palabras de este sabio griego. Excelente. Saludos cordiales de la Sociedad Argentina de Escritores Filial Villa María-Córdoba.
ResponderEliminarNo hay nada nuevo bajo el sol.
ResponderEliminarYa lo dijeron casi todo los clásicos y nosotros aun devanándonos los sesos en busca de alguna sabiduría más completa.
Gracias por traerlo, Isabel, siempre es bueno bajarnos los humos.
Montón de besos.
El sabio ni repudia la vida ni teme el carecer de ella, pues no le molesta vivir ni cree que sea un mal el no estar vivo. Y así como de los alimentos escoge el más agradable y no el más copioso, del mismo modo disfruta del tiempo, que no mide en su durar prolongado, sino en lo placentero de su intensidad”.
ResponderEliminar¡Cuanta sabiduría había en él!
Besos y disfrutad de Italia
¡Qué sabio Epicuro, que sabia tú!
ResponderEliminarTraer estos días un poco de Filosofía viene muy bien...
Me quedo con:
"La amistad es la máxima bondad de la vida"
" En la discusión razonada más gana quien es vencido por cuanto aprende.
Me gustan mis amigos, me gusta aprender...
Besicos levantosos pero soleados desde mi Cabo...
“En la discusión razonada más gana quien es vencido por cuanto aprende"
ResponderEliminarSoberbio...
Epicuro fue muy vejado, incomprendido, tergiversado y rebajado a la categoría de farsante, bufón, vividor, y su filosofía vital reducida a mero hedonismo. Está claro que para muchos filósofos posteriores, con su moral de hierro, su dualismo cuerpo-alma (en detrimento del cuerpo, obviamente), tenían que ver en él a un enemigo...
me gusta tu reivindicación y el recordatorio de esta figura cuyos méritos pones de relieve admirablemente...
un abrazo
De actualidad y verdadero. La psicología actual va camino de ir desempolvando todas estas enseñanzas que nunca debieron quedarse a la vera del camino. Más al contrario, deberíamos haber caminado junto a ellas. Muchas gracias Isabel por recordarnos lo que nos empeñamos muchas veces en olvidar o ignorar. Un besazo.
ResponderEliminar"...del mismo modo disfruta del tiempo, que no mide en su durar prolongado, sino en lo placentero de su intensidad”.
ResponderEliminarOuch, y yo quejándome del Conejo Blanco.
Querida Isabel, gracias por traer a Epicurio a tu bello Cobijo. Algún día lo invitaré a mi Espejo: hay tanto vaho...
Bikos.
Filosobikos.
Sin duda se ha cumplido mi temor.
ResponderEliminarTe decía ayer en un mensaje que deseaba que no nos diera un ataque de ataraxia.
Pues bien, así ha debido ser, porque el mensaje no ha salido.
Epicuro me ha afectado.
Besos
De los tres me han sorprendido sobre todo las Cartas porque ahí no solamente lo epicúreo se da la mano con lo moral, que es lo que todos más o menos sabemos, más o menos intuimos, sino que además le añade ese elemento estoico que siempre me ha fascinado que lo asemeja, guardando las distancias, a lo zen como filosofía de vida.
ResponderEliminarAy, Isabel, cuántas cosas nos quedan por saber. ¿Te creerás que más allá de los textos de COU yo no había leído nada de Epicuro? Me ha gustado mucho hacerlo, y ha sido como ese placer extraño del que habla ese joven llamado Cuervo.
Isabel...
ResponderEliminarHe dejado de publicar en el blog pues necesito descanso mental y fisico.
De vez en cuando pasaré a comentar.
Las palabras de Epicuro a pesar de los siglos son tan vigentes que me han servido para aprender.
Besos.
Tenía que venir a leer esta entrada. Tenía que venir. Gracias, eres un amor.
ResponderEliminarBesazo.
Epicuro, mi favorito, qué bueno que me lo hayas recordado.
ResponderEliminarSabias palabras siempre.
Besos calurosos.
Bello!
ResponderEliminarEstupendas las cosas que nos has dejado. Como siempre un placer haberme pasado de nuevo.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Genial..todos los días se aprende algo...y tú lo me lo has enseñado..gracias...saludos...seguimos...
ResponderEliminarCaríssima!! Que bela escolha!! Muito bom rever e ver sinais de um filósofo que mantém sua atualidade!
ResponderEliminarComo sempre é reconfortante passear por teu blog!! Um bom abraço!!
Una lectura tranquila de los clásicos nos puede regalar puros diamantes como los que hoy nos ofrece Epicuro a quien resucitas. Un abrazo.
ResponderEliminarBuenos dias Isabel. Para empezar el dia, un poco de filosofía, no viene nada mal, sobretodo de Epicuro.
ResponderEliminarSi pudiémos juntar todas las frases brillantes de los grandes pensadores de la antigüedad, creo no nos faltaria nada para andar por esta vida de pe...s que llevamos.
Porqué, lo sabemos todo, desde hace
siglos, pero no hacemos caso de nada. Y así nos và.
Ellos ya sabian tanto...pero la naturaleza humana, al parecer es olvidadiza, incluso y sobre todo de aquello que mas puede ayudarle. Muchas gracias por recordarnoslo (y disculpa la extranya ortografia de este ordenador prestado).
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre es bueno tener al alcance a estos sabios que, aunque distantes en el tiempo y el desarrollo del conocimiento sus postulados se mantienen firmes y vigentes.
ResponderEliminarGracias por mostrarlos al lector.
Un abrazo.
Escribió tanto como Platón o Aristóteles, pero algunos no vieron con buenos ojos el hedonismo que promulgaba y se encargaron de hacer desaparecer su obra. De hecho, lo que nos ha llegado de su filosofía ha sido a través de otros autores.
ResponderEliminarHaces muy bien trayéndolo a tu cobijo.