Hombre con sombrero y paloma, de Magritte
Que la vida está colmada de mentiras lo sabemos todos. Circulamos por las mentiras como hábiles navegantes de un universo de falacias. Nos hemos acostumbrado a ellas y, quizá, sostenemos la civilización viciada que nos ha tocado en suerte gracias a esas falsedades. Se engaña en la calle, se tergiversan los hechos en los hogares de bien, se adultera la realidad desde las más altas instancias, se disimula lo más genuino y, como no podía ser de otra manera, se miente en internet, se miente muchísimo en estas ondas donde el ego juega a ser lo que le dicta el súper yo, en estas latitudes evanescentes donde se alardea de lecturas no efectuadas, de amistades ficticias, de filias y fobias de pura apariencia de cara a la galería, de cultura abrumadora y de intelecto colosal. Somos los más listos, los más simpáticos, los más sensibles, los que lo hemos leído todo, los que lo hemos escuchado todo, los amigos perfectos... ¡Pobre circo de vanidades! ¡Pobre caja tonta llena de sueños que duran lo que dura un suspiro!
Entonces, ¿qué hacer cuando se es sincero y no cabe en el espíritu el disimulo? ¿Qué hacer cuando la denominada «marca personal» es el propio yo que no conoce los disfraces y que elude los artificios? Me cuesta responder, pues asisto perpleja a las toneladas de cariños falsos, de cortesías inútiles, de silencios hirientes, de besos fingidos que no se dan en la realidad e ilusorias confianzas que no existen más que en el ámbito íntimo de cualquier mente floja. Como en toda manifestación humana, internet también está plagado de hipocresía. Menos mal que algunos se libran de este trastorno y son tal cual se muestran, sin intereses mezquinos, sin egos mayúsculos, sin caretas deformantes. Son los menos, pero existen para hacer brillar la alegría y para insuflar regocijo y bríos renovados.
Y toda esta perorata para poner de manifiesto lo evidente: lo que cansa el mundo, lo que cansa internet —o ese otro mundo salpicado de los mismos defectos y virtudes que el mundo real—, lo que cansan las personas falsas, y, también, lo que alegran los seres auténticos, aquellos que aparecen en nuestra vida y ya se queden, ya pasen de largo, dejan su impronta para siempre, nos marcan con su personalidad luminosa. Porque —no nos engañemos— no todo el que llega a nuestra orilla tiene vocación de permanencia a nuestro lado.
Thomas Mann
Pero más vale no dar muchas vueltas a las pequeñas decepciones que sufrimos con quienes consideramos que eran dignos de nuestra estima. La existencia está llena de seres maravillosos y es normal que, en ocasiones, nos invada el desánimo cuando sufrimos una desilusión. Y de todo puede sacarse partido, pues, como indica Thomas Mann en un escrito que atribuye a Kretzschmar en Doktor Faustus: «El cansancio, el tedio intelectual, el asco por los procedimientos conocidos, el maldito impulso de ver las cosas iluminadas por su propia parodia, el sentido de lo cómico, son el recurso de que el arte se sirve para manifestarse objetivamente y realizar su esencia».
Nota.- Aquí dejo un enlace de una entrevista, Las doce lunas, que he tenido la suerte de responderle al escritor y amigo Antonio Parra Sanz en su blog Gomesycompañía. Espero que os guste. Lo que es bien cierto es que me he desnudado bastante en ella, porque —mal que me pese en los tiempos que corren— me cuesta mentir.
Si, pienso mientras esbozo una media sonrisa ácida, si hasta en el curriculum se nos pide que enmascaremos nuestra genuinidad, que "adornemos" la imagen para que sea lo que el otro quiere ser... No es fácil ni ser uno mismo. Porque, acostumbrados a la mentira, a la verdad viciada y enmascarada, cuando encontramos a alguien que, en principio, sentimos como sensible, culto, educado, sonriente, amable, genuino, un segundo después nuestra mente tiende a cuestionarse si no será mentira esa parte buena de los demás, que bien pudiera ser verdad. Negándonos esa parte positiva del otro. La mentira cotidiana no sólo enmascara y adultera, sino, y lo que es peor, puede acabar matando no sólo la fé y confianza en la bondad y sinceridad del otro, sino la capacidad de la propia sinceridad, de la bondad propia, de la propia inocencia.
ResponderEliminarAbrazotes
Buena entrada Isabel, cómo duelen los desengaños cuando entregas tu cariño verdadero. Pero a pesar de que me tachen de ingenua, prefiero seguir mirando el lado bueno de la gente, ese que, sea cierto o fingido, muestran con una sonrisa; si es falso, peor para ellos, creo que en la autenticidad es dónde podemos conectar con los demás, sino, tan sólo llegamos a rozarnos apenas sin conocer más.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por mostrarte como eres, me encanta que no sepas mentir. Besosss.
Hola Isabel, es triste reconocer que cuanto comentas es cierto. Que vivimos en una sociedad cimentada en la mentira, desde su cédula mas básica, y fundamento del resto de las estructuras;la familia.
ResponderEliminarEn lo referente a los medios, con mayor motivo, porque no nos conocemos de nada, y pocos vienen a sincerarse,y menos con intención de soportar que le digan lo que no desea oír, aunque sea la pura realidad; sino de publicitarse,o engordar su ego,para lo cual necesita un grupo de palmeros, que le aplaudan en todo memento.
No quiero extenderme mas, un abrazo,
Isabel querida, ¡cómo se nota que eres escritora! Fui al link y me fascina la claridad que tienes en tus respuestas. Algunas cosas que dices creo que las había leído en otra entrevista (¿puede ser?), pero lo cierto es que el aroma que desprenden tus palabras es un olor cierto y profundo, natural y sin artificios.
ResponderEliminarEn cuanto a tus palabras de hoy, sé algo/mucho de eso, pero tú lo dices mejor de lo que yo lo haría.
Besos besos besos.
Por todas las razones que señalas, hemos de hacer un esfuerzo para medir nuestras palabras, que respondan a las emociones que sentimos, que sean mensajeras de de lo que somos y queremos ser, no un camuflaje para conseguir falsas simpatías.
ResponderEliminarDesde luego, los blogs son como la vida misma y alguno daría su alma al diablo por fama y dinero, pero vamos, eso forma parte de la naturaleza humana y al poco de observar y seguir bitácoras, pronto se distingue quienes solo comparten sus intereses -sean literarios o cinegéticos- sin más ánimo que disfrutar de una tertulia virtual.
En fin, ánimo, Isabel, no existen paraísos en este mundo y estamos hechos todos de la misma pasta, así que aprovechemos esta tecnología para descubrir, leer, conocer y no olvidar que toda exposición pública lleva consigo riesgo y grandes decepciones.
Un abrazo.
Ni las pequeñas mentiras ni las mentiras a medias tienen justificación, ya que vivimos en un mundo tan embustero y enmarañado, que ni de la camisa que llevas puesta te puede fiar. Como dijo Jean Cocteau; un vaso medio vacío de vino es también uno medio lleno, pero una mentira a medias de ningún modo es una media verdad.
ResponderEliminarBesos Isabel.
Isabel,
ResponderEliminarprecisamente en estos últimos días he sufrido alguna que otra decepción en el sentido que apuntas. Aunque no me ha pillado por sorpresa.Sé que Internet es un muestrario de falsedades de todo tipo.
Hay que desconfiar de quien de repente te adula, te admira y te adora; dejará de hacerlo con la misma celeridad y sin motivo justificado. Eso si en el camino no te destripa.
Pero como dices, tambien hay buena gente, aunténtica de verdad y que merece la pena.
Besos
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ResponderEliminarCuando alguien sobresale, por lo que quiera que sea, durante un tiempo estará a merced de la mezquindad, la falsedad, la mediocridad, la envidia, los celos y otros rabos de demonio. Pero estas cosas se disipan, como también lo hacen las nubes de verano, y al final aparece de nuevo el sol.
ResponderEliminarEs complicado aceptarlo como algo natural, por el mero hecho de que existan, porque un alma buena no alberga más que lo bueno, y ciertos comportamientos cuesta entenderlos.
La intuición, escuchar lo que dicta el corazón, me parecen las herramientas más útiles para andar por la vida. Rara vez nos equivocaremos.
Este rollo, Isabel, me ha salido después de leer tu magnífica entrada.
La entrevista no tiene desperdicio. Enhorabuena a los dos. Me siento orgullosa de ti, mi niña, y lo sabes. Una cosa buena que me ha traído la red, sin dudarlo, es conocerte a ti.
Un abrazo chillao y un besote restrallón.
Adelante amiga escritora, lo que tú escribes no lo escribe nadie.
ResponderEliminar¡¡Eres única!!
Un abrazo fuerte amiga.
Hacia tiempo que no te leía, Isabel, y hoy llegué de casualidad (ésta es la verdad, así desnuda),pero bueno me ha gustado andar de nuevo por aquí y lo que he leido. Aunque se te note el sabor amargo de una decepción que quizás fuera de alguien virtual.
ResponderEliminarLa mentira de quien se confia siempre duele, el medio ya es indeferente,al menos para mí.
En Internet, mentir es de lo más fácil y a ésto nos exponemos y lo sabemos.
Mentir, hacer la pelota, fingir que se sabe... y aunque sea en diversas escalas me cuesta creer que no lo hagamos,por lo menos, la mayoría.
Porque como sabemos,la verdad cruda,esa sí que cuesta decir.
Un abrazo.
Amiga Isabel, perdón por lo de cédula, evidentemente quise poner célula,un abrazo
ResponderEliminarEso que dices sobre la red creo que nos pesca a todos y, quizá, lo único que nos diferencia es la consciencia que de ese vicio tenemos. Bueno y en algunos casos, te incluyo entre ellos, no fingimos siempre. Ya sabes lo que decía Pessoa de los poetas...a veces la mentira o la ficción también nos retrata. Leo tu entrevista, aún no lo hice. Un abrazo virtual.
ResponderEliminarInmejorable tu prosa, ¡Cómo bates el cobre! (Luego leeré la entrevista.)
ResponderEliminarTelebesazos.
Tu repaso a esta red de redes llamada internet es necesario y real. Creo que los artículos que son originales, no todos lo son y no se dice, con más o menos calidad son siempre loables porque el autor se enfrenta a sí mismo y el lector será quien juzgue si le gusta mucho, medianamente o poco. La cuestión de los, a veces innecesarios, comentarios, de un tiempo acá, han aprendido la rapidez, la loa, la inmediatez, de las amplias redes sociales en las que se escribe poco y lee menos, para ponerse en contacto con quien sea, en el momento que sea. Estas fórmulas preestablecidas, esta dejadez lectora y esta mediocre atención por lo que se escribe es un pequeño mal del que debemos escapar. La seriedad de un blog es importante si quien lo concibió y plantea sus gustos es igualmente sincero, que creo que lo todos lo son. Las redes sociales son otro mundo que se encuentra también en internet pero posee una clara diferencia.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Isabel.
Personalmente prefiero ver el vaso medio lleno. Tal vez mañana sea al revés.
ResponderEliminarPor mi parte intento aplicar el efecto esponja y absorver de cada sitio su aquel. Una foto, unas letras, una sugerencia, un arrebato lúcido, un poema... Todo me vale.
Como tu certera queja de hoy. De ella también aprendo. Un abrazo más falso que la moneda. Que noooo
Leída la entrevista, eres tú misma: translúcida.
ResponderEliminarMás besos.
Dolorosa entrada Isabel. Me trae recuerdos, muchos recuerdos. Cuando realmente te hace falta las personas tienen el don de no estar. Pero no todas. Ahí conoces tus viajeros asiduos, los que te van a acompañar sin preguntas, sin desapariciones, sin esperar nada al no ser la buena compañía. Esos los sueles tener cerca. Los otros, por desgracia, también.
ResponderEliminarSolo decirte que eres unica e irrepetible.
ResponderEliminarabrazos buena semana
Siempre estamos expuestos tanto en la vida real, como en este mundo virtual a las mentiras, y a gente que termina siendo ficticia. Nada mejor que mostrarse tal cual, y decir lo que se siente , guste o no, al menos la honestidad es más sana y no lastima. Un beso grandote-
ResponderEliminarEn relación a este tema, que algunas veces hemos hablado. ¿Qué te puedo decir que tú no sepas? Mi experiencia es nefasta.
ResponderEliminarHe leído la entrevista y me ha gustado. Enhorabuena a ambos, a ti porque en estas respuestas se percibe sinceridad y dice mucho de tu saber hacer, y a Antonio, que con la calidad en las preguntas, ha sabido extraer tus palabras.
Besos, Isabel, de corazón.
Quien no tuvo desilusiones que lance la primera piedra.
ResponderEliminarTodo lo que expresás alguna vez lo he sentido, pero ya no me afecta, porque "uno aprende" y vas pasando por alto lo que tu alma considera que no es bueno para vos, la personalidad siempre tironea de aquí para allá, al ego le gustan los honores, figurar y alardear todo el tiempo, es lo que termina luego en mentiras y la peor de todas es mentirse a uno mismo.
Hay que tratar de buscar el equilibrio.
Lo comentè en el Blog de Teresa, como decía Buda, transitar el Camino del Medio, estar alertas...
No tengo todas las respuestas y me equivoco bastante, pero creo que es la única forma de aprender,los errores y las desilusiones terminan siendo nuestros mejores maestros.
Besos y abrazos chillaos Isabel, ahora voy a ver la entrevista
Pienso que no nos debe de preocupar nada de cuanto dices.
ResponderEliminarPara qué.
Es como la edad, se nos nota en la cara. Y en las letras y en la música de las palabras. En todo.
Mejor dejarnos llevar y ser nosotros mismos y que Dios reparta suertes.
-¿Ves? Yo que presumo de atea escribo Dios con mayúscula.
Y es que a pesar de todo le amo.
-Pero qué dices Tecla.
-Pues sí, Isabel, después de tanto tiempo conviviendo juntos le he tomado cariño. Y no me lo puedo sacar de encima. No sé.
-No, si yo llevaba razón. Si es que no se puede uno fiar de nadie.
-Pues así es la vida hija. La tomas o la dejas.
-Jo.
Amiga, no te cuesta mentir, es que
ResponderEliminarcuando lo intentas empiezas con
monólogos y dudas, y entonces se te
nota mucho.
Un fuerte abrazo.
Yo no estoy decidido, que sigo la verdad no les gusta y si miento y se enteran, tampoco, y si digo verdades a medias, menos, estoy complicado... Pero veo algo de luz en ciertas personas transparentes, eso es cierto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo vivo en internet como en un mundo perpendicular que se cruza con el otro...una tierra-utopía sencilla y barata a la que viajar con frecuencia, a veces en la que instalarse... He tenido algún chamuscazo, es verdad, pero pocos y una decepción grande y dolorosa que me vino fenomenal para ir con pies de plomo después...
ResponderEliminarEs un mundo nuevo, al menos por mi parte voy a intentar que se mantenga limpio :)
Besicos, Isabel, voy a ver tu entrevista
Que la decepción no te detenga y sigas tu derrotero,si?,un abrazo.
ResponderEliminarJo, Isabelica, Y además de todo lo demás, que es tanto...¿Has leído a Thomas Mann? Y yo que pensé que no se podía...Hay dos libros que nunca terminaré; uno es La Montaña Mágica y el otro Yo, el supremo de Roa Abastos, el de Roa Abastos me da más pena porque cada vez que lo retomo siento como que "me quiere gustar" :D el otro la verdad es que ni eso...
ResponderEliminarAyns, que rebonico dices las cosas :)
Hola, Isa ;)
ResponderEliminarLeeré la entrevista en otro momento, merece ser leída con los cinco sentidos. Te agradezco ya de antemano que te hayas 'despelotado' (si se me permite tal término impertinente...).
¡No te puedes imaginar cómo empatizo contigo en estos momentos! Pero eso tendré que contártelo en privado si alguna vez hay oportunidad. He perdido mucha confianza en este medio. Hay mil ojos proyectándose sobre mil teclas y mil pantallas deseosos de mal interpretar a la gente de buena fe. Ya no es solo el cinismo connatural al mundillo literario, la hipocresía se ha convertido en la más corriente moneda de cambio. Lo más alucinante de todo esto es que el más falso del escenario siempre termina llevando al banquillo a la generosidad y a la buena fe. Menos mal que no creo en la Amistad ;))
Lo peor de toda esta 'función' (sin pipas y sin risas) es cuando uno se desnuda con todo su amor y el otro sale corriendo con tu ropa...
Te dejo mi solidaridad auténtica, sin recovecos molestos.
Isabel, soy muy nuevita en Internet y en el mundo blogger, todavía no me muevo cómodamente.
ResponderEliminarNo quiero mentir, tampoco herir susceptibilidades, porque no todos están dispuestos a recibir -no hablemos de una crítica, no sé hacerlas- apenas una simple sugerencia. Entonces a la hora de comentar se me hace difícil.
Me sentí muy identificada con tu post, porque este mundo virtual es un reflejo del real, en donde tampoco me muevo cómodamente en medio de tanta máscara y falsedad.
Un abrazo y me voy a leer la entrevista.
En cierto modo, esto que tú has escrito es un ejercicio de ego y vanidad. Un impulso con algo de autoengaño, que con la mentira, es intrínseco del ser humano, viene en nuestros genes para nuestra propia supervivencia y por eso es inevitable. Mejor harías si dejaras que cada uno te quisiera a su manera y no esperaras nada para no sentirte decepcionada, al fin y al cabo, tu éxito, la expresión de tu éxito, puede herir otros egos y otras vanidades. Tal vez has llegado a un lugar donde, a partir de ahora, más gente se te acercará y debas estar a la altura, estar por encima. "La gente no necesita amor, lo que necesita es triunfar en una cosa o en otra." Y “el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”
ResponderEliminarAbrazos Isabel
"El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra". Yo procuro mostrarme tal cual soy porque lo contrario sólo me engaño a mí mismo. Soy lo que soy, con mis muchas limitaciones, también físicas, y algunas virtudes que refieren los demás.
ResponderEliminarLas mentiras tienen las patas muy cortas, aprendí en la escuela, y lo aprendido en la infancia difícilmente se olvida, aunque no recuerdo qué comí ayer. A muchos se nos olvida que la impostura es imposible mantenerla a lo largo del tiempo y que por sus hechos les conoceréis: antes o después se destapan las mentiras y nunca más serán creíble. Yo no engaño, a mí no me engañan; yo no creo que nadie sospeche de mí, yo no sospecho de nadie; pero el tiempo pone las cosas en su lugar.
He leído la entrevista, Isabel, y me ha resultado muy interesante. Hace poco que nos conocemos poco y no conozco tu obra, pero deduzco que debe ser muy interesante. Ojalá publiques todo lo que guardas.
Besos, no falsos.
Tanto la verdad como la mentira no son aquellas cosas que nos parecen obvias. En todo caso su mitad, como cantaba Aute, los profesionales también lo saben....
ResponderEliminarLa objetividad o el hecho en sí, no son alcanzables por el ser humano, porque todo lo vemos y lo juzgamos subjetivamente, a mí esto último me ha hecho mucho daño, pero si hay algo que valoro es la amistad y apoyar siempre a aquellos que me importan aunque a partir de ahora en el silencio más absoluto. Yo perdí la credibilidad en 1984 y fué
culpa del deterioro progresivo de mi enfermedad, el mundo no lo entendió así y todavía oigo aquellas voces que parten de mi interior hacia la nada y esto último a nadie le importa, perdón, pero nadie me ha ayudado a acallarlas. Prefieren ver en mí a un loco o tonto y caí en el error de brindarselo en bandeja... Pero cuando encuentro a alguien que merece la pena le apoyo tal y como sé hacerlo, torpemente y eso no es que me ayude a verme más guapo,simplemente aplaca al animal que todos llevamos dentro, como canta Battiato, y es que todos los textos me hablan, sí es cierto...
Me encanta tu post de hoy. Embobada estoy, leyendo en tus palabras eso que tantas veces he pensado y notado, pero que yo no hubiera sabido relatar. Menos mal, que dentro de este mundo también hay gente natural y genuina que trasmiten su verdad en su sencillez.
ResponderEliminarAhora voy a la entrevista. Se que no me va a defraudar.
Abrazos auténticos Isabel
En general tienes razón y todos hemos sufrido alguna decepción. Comparto lo dicho por Tecla y Antonio C. Finalmente, las máscaras caen un momento u otro, pero estoy segura que son más los amigos "reales" que los falsos. Además el que es bueno en lo suyo, saldrá reforzado. Los mediocres acaban saliendo del medio.
ResponderEliminarMuchos besos, con aroma de vainilla!
Sólo puedo decir que este mundo -el de la red- no se diferencia del real porque somos los mismos quienes nos movemos aquí y allá.
ResponderEliminarEl problema somos nosotros, Isabel, los humanos y -permíteme el pesimismo- no tenemos remedio. No hay más que ver la historia que ya está escrita para predecir el futuro.
Un abrazo.
Paisana Isabel, he leído la entrevista y me parece muy completa y muy lograda en cuanto a las preguntas formuladas. Desde aquí repito que LINAJE OSCURO es un libro muy bien escrito y que no defraudará a nadie. Totalmente aconsejable.
ResponderEliminarEn cuanto a las mentiras, el mundo real e internet poco que añadir: las personas somos las mismas a un lado que al otro de la pantalla y el ordenador. Alguien ha dicho anteriormente que las mentiras tienen las patas muy cortas y es cierto. Tarde o temprano sale la realidad sin maquillajes ni artificios. Hipocresía, sí, mucha pero prefiero seguir confiando en las personas y saber ver (que no siempre se ve), ese lado verdadero y genuino de ellas.
PD: Isabel, eres una tía estupenda, con talento e imaginación. Tus obras tienen que salir a la luz y que sean apreciadas por la comunidad literaria. (Hay cada novela publicada que...) Ah, y estoy encantado de haberte conocido.
Y todo esto lo he dicho sinceramente. Que conste en acta.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
UN TEMA DIRECTO. COMO DEBE SER. ME ALEGRO MUCHO QUE USTED SEA UNA PERSONA REAL.
ResponderEliminarUN ABRAZO
la verdad es como la belleza
ResponderEliminarestá en los ojos del que observa
tu visión puede que no sea la visión del otro,pero no por ello ambas visiones sean contrapuestas o erradas
cada uno posee su propia verdad
entonces , cómo juzgar al otro desde mi subjetivo prisma?
verdades y no verdades es todo un temazo
pienso que cada quien ha de hacer decir y resolucionar según le nazca
esto de imponer parámetros para calificar opiniones de unos y otros a mi no me resulta en lo personal
pues , yo misma estoy en constante cambio
como en la Natura ocurre
interesante debate has puesto en la mesa ISA
abrazos y energías
pd... y en lo de internet o en la vida real
ResponderEliminarlas decepciones están siempre latentes
a veces sin intención alguna, simplemente pasan, por equis razón
quienes oficiamos de escribidores nos ponemos muchos disfraces al escribir, usamos pieles de amores y desamores, de hombres y mujeres indistintamente
ponemos mucho de nuestra imaginación y también tomamos algo de lo real
pero todo ello no es la verdad
es solo la manifestación de un proceso creativo
a veces las personas interpretan como que el autor es quien vive todo ello, a veces se involucran , a veces no, pero en las opiniones no podemos diferenciar si es como lector o como la persona en esencia
también nosotros interpretamos lo que nos dejan los otros
eso
:D
si sueno enredado , no me hagas mucho caso, a esta hora ya mi cerebro anda medio despistado
"Porque —no nos engañemos— no todo el que llega a nuestra orilla tiene vocación de permanencia a nuestro lado..."
ResponderEliminarSeñor, que gran verdad... Y mira que duele, tantas y tantas veces...
Un abrazo fuerte, amiga
Querida amiga: todo esto que tu dices me lo he planteado yo mil veces y puede que sí, que estés en lo cierto.
ResponderEliminarPero soy de la opinión que lo que más abunda son las palabras de cortesía, rebuscadas, remilgadas, edulcoradas. Porque somos todos muy amables y queremos hacer ver que somos también distinguidos y bien educados. quizás demasiado. Lo veo así, Isabel.
Ahora voy a leer la entrevista.
Adios!!!
Isabel:
ResponderEliminarMuy interesante reportaje le has concedido a Antonio. Se despliegan detalles de tu obra, tus planes, tus creencias y otros arcanos.
Con relación a la blogósfera, conviene recordar que es solo una herramienta, que tenemos a nuestra disposición para utilizarla acorde a los objetivos que deseamos alcanzar.
Como has dicho, entre la gente que edita sus cosas en internet hay de todo, como en la vida; lo extraño sería que fuese diferente. No hay regla general: entre los cultos, no todos son inteligentes y entre los inteligentes, no todos son cultos; por caso, la misma relación aplica entre sinceros e interesantes. Y en internet todos deseamos difundir nuestro mensaje…
Sin dudas, sería muy agradable charlar contigo, pues habría tema de sobra.
Un gran abrazo.
Las mentiras dan pena, sin embrago a veces no decir una verdad no es mentir... hay que saber discrnir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estamos rodeados de hipocresía, poca verdad nos acaricia...es triste, pero es real...
ResponderEliminarBuena entrevista Isabel
Besos
Vaya, me has desenmascarado. Otra que ya no puedo embaucar...
ResponderEliminarPero que conste que soy un tipo instruido y culto, sé perfectamente que el Kretzschmar ese juega en el Bayern Munich.
En serio (¿en serio?) como hablemos de mentiras, en la red y en la vida, podemos tener tentaciones suicidas, mejor lo dejamos. Un abrazo
Querida amiga Isabel, cuántas verdades has dicho, y bien dichas.
ResponderEliminarCon los años, vas descubriendo de todo. Te lo digo yo.
Besos
Felicitaciones por Linaje Oscuro...pasarè a leer la etrvista.
ResponderEliminarEm cuanto a las mentiras... durante muchos años dije una y era respecto de mi edad. Nunca supe porquè sucediò esto, aunque si recuerdo qu cuadoa cumplì 26 años, una compañera de trabajo cmplìa 24 e increiblemente, me sentì vieja...A partir de ese omento comenzò el asunto. Un buen dìa me di cuenta de mi tonterìa, pero en vez de decir la verdad contestaba con otra pregunta..¿y que te importa? o ¿me vas a querer mas si te la digo?, cosas como esas...
Ahora, ya estoy curada... o bueno, ¡eso creo!...
un abrazo
Yo creo que no hay que mentir, que hay que ser transparente, que no hay que hacer daño a nadie y mirar a los ojos con la sinceridad del corazón. Insisto, lo último es hacer daño. Me gusta mucho cómo escribes Isabel, enganchas. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amiga.
ResponderEliminarLo que decepciona la falsedad de las personas cuando las hemos tomado como íntegras.
ResponderEliminarLa entrevista las doce lunas me ha encantado.
El día de la madre apareció en mi Kindle "Aroma de vainilla" alguien me había oído que lo quería... Es una buena práctica para recibir los regalos que una desea.
Besos Isabel.
Siempre te he sentido sincera, y me gusta.
ResponderEliminarUn abrazo, isabel
Isabel, me ha encantado tu entrada. No te conocía pero me haré seguidor de tu blog. Te dejo el link del mío por si te apetece también seguirlo. Cordiales aludos
ResponderEliminar.http://eldiaquefuimosdioses.blogspot.com.es/
Como siempre, gracias por vuestros comentarios.
ResponderEliminarSólo quiero deciros que no me ha movido ningún tipo de resquemor al redactar esta entrada. Sólo constaté una práctica habitual en internet, como es habitual en cualquier aspecto de la vida: la mentira. Nos guste o no nos guste, nos movemos entre mentiras.
Abrazos primaverales para todos.
Bueno Isabel, llegué a esta orilla hace un poco de tiempo pero de vez en cuando mis olas se retrasan. Como en este caso. Mentiras y faltos a la verdad... tan variadas formas de hacer realidad este hecho que... figúrate hasta los más buenos abogados mienten por salvar a sus clientes e incluso utilixando todas esas pruebas llegan al final que les satisface; ganar su pleito. Y luego es considerado como buen abogado.Así que nada es del color del cristal con que se mira. Lo que es verdadero para mi, puede que no lo sea para el ortro ya que su prima es distinto a la hora de enfocar el problema. De lo que si estoy cada vez más segura ( y lo descubrí hace muchísimos años) es de la necesidad de autenticidad. Uno debe ser auténtico con uno mismo. Y partiendo de ahí no hay posibilidad de intento de engaño. O al menos eso es lo que yo creo. Pero con los años uno debe ir curando esos desplantes o mentiras que, necesariamente, van surgiendo a nuestro alrededor. Y si se descubren pues eso forma parte de nuestro aprendizaje como humanos.
ResponderEliminarYo creo que alguna vez hiciste una entradilla que iba enfocada más o menos por el mismo tema... o no sé si no estoy en lo cierto.El caso es que uno dede ser fiel a sí mismo. Es la única manera de encontrarse. Y además de encontrarse a gusto con uno mismo.
Fui a la entrevista. La leí despacito, degustándola y tanto lo que cuentas y lo que dices que... bueno, aprendo contigo. Muy buena entrevista, muy buenas razones, muy buenas preguntas... Toda tu vida de escritora condensada en preguntas y respuestas. Me alegró leerla y me alegra saber que estás pensando en mudarte hacia otra novela... "Linaje oscuro" está conmigo pero no he podido entrar en su morada. Como bien dices ni internet, ni las redes sociales pueden ocupar todo el tiempo, por eso debo compartir un poquito para cada cosa. Y sabiendo que soy lenta pues... Al tiempo. Te mando un abrazo.
Somos lo que siempre hemos sido. Lo que siempre hemos sido ya está dicho desde los griegos. Nada nuevo. Lo curioso es ver cómo ese carácter se adapta a los nuevos medios hasta el punto de hacernos parecer otras personas. Pero no nos engañemos...
ResponderEliminarUn abrazo Isabel. (El abrazo es de verdad, en la medida de lo posible, claro)