Los gestos nos delatan y dicen mucho de nosotros mismos. No descubro nada nuevo con esta afirmación; tampoco lo pretendo.
Gozo con el cara a cara por la posibilidad de ver la expresión del otro, la cantidad de matices que me comunican sus gestos, los gustos, los ascos, las modulaciones de la voz tan sumamente reveladoras, la forma particularísima de moverse cada uno, el modo que tiene el cuerpo de estar con los demás, su aproximación o lejanía, la tendencia a la sonrisa, a la carcajada o a la compostura, la presencia avasalladora de los más gallos o la pisada de puntillas de los más tímidos, el verbo florido de los incontinentes verbales o la parquedad de los inseguros...
Y me pregunto, porque no me acuerdo, qué pudo provocar en una criatura que no llegaba a los tres años semejante gesto. Todo el rostro se halla fruncido en una expresión que puede ser reprobadora, de asco o, simplemente, de fijación del horizonte impreciso o de atención exagerada hacia algo que no desea que escape en todo su significado.
Ay, si pudiéramos congelar todos los gestos y hallarles un sentido así, aislados del entorno, al margen del momento...
Sólo recuerdo que era verano y estaba en la playa, aunque más que un recuerdo es pura deducción por la indumentaria y por la gorra que apenas esconde un cabello despeinado. Pudo ser en este día o en cualquier otro, de ese año o del siguiente, pero tras ese muro junté mis primeras letras en un deseo febril de enterarme de los garabatos mínimos que encerraban las historias de los tebeos. Ahora, como entonces, miro los dibujos de la vida, la información que me suministran los demás con sus conductas, las palabras que se extienden en monosílabos, en párrafos o en discursos. Como entonces, intento traducir significados y, quizá, compongo un gesto parecido al de esta vieja fotografía.
"Miro los dibujos de la vida"
ResponderEliminarEs una frase que lo dice todo, amiga.
Sigamos mirando lo que la vida nos dibuja y démosle el sentido que ella misma nos reserve. Así lo veo yo...Y mira que yo hago gestos, tengo la cara llena de gestos (bellos, como la arruga)
Besicos, escritora.
Hola Isabel, estaba mirando mi muro y veo la entrada de tu blog, tus letras invitan a entrar y comentar.
ResponderEliminarUna persona con solo hacer los gestos podemos adivinar lo que nos quiere decir, si algo le gusta o lo contrario, yo cuando voy por algún lugar y me encuentro un mimo me tengo que parar, sí O sí, me encanta su lenguajes con solo sus manos y su gesto. Te felicito por tan lindo texto. Gracias por compartir tus letras. Un abrazo.
Lola Barea.
Tal vez hoy no somos tan expresivos, tan reales como a la edad de esa fotografía. No obstante, en persona, las relaciones ganan o mueren antes.
ResponderEliminarSerá que un gesto sí vale más que mil palabras (aunque en este caso, las tuyas desgranan dibujos verbales... a todo color).
Un abrazo, Isabel.
El lenguaje de los gestos cuántas cosas comunica...
ResponderEliminarLa foto es muy elocuente y tierna a la vez, Isabel. Me recuerda a alguna mía con el mismo gesto; mi madre me decía que lo ponía siempre que me obligaban a poner "cara de foto". Era bastante rebelde.
Besos restrallones para ti y para esa preciosa niña que, por fortuna, sigue viviendo en ti.
Feliz semana!!!!
Supongo que en algún instante de la vida y sus dibujos,nosotros, de niños, prendemos con alfileres mágicos los sueños venideros.
ResponderEliminarA unos, como a ti,comienzan a bailarles las palabras y con gesto de niña curiosa e intrigada,tomas la aguja para coserlas.
Todos hilvanamos desde la infancia las prendas que nos vestirán a lo largo del camino. Nuestros gestos fruncidos,estirados,con sus muecas,van creciendo, pero al recordar los comienzos,tal vez sin darnos cuenta, volemos a aquel primero que nos engatusó para dar la primera puntada.
Y por qué el simil con la costura?
Ni idea la verdad,es lo que me ha venido mirándote infantil y leyendo tus letras.
:)
Besos.
Desde hace unos meses descubro por mi nieta qué se siente al leer y dibujar letras. Su gesto y el tuyo son elocuentes.
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ResponderEliminarY en esos gestos congelados es muy improbable que podamos percibir algo más que la imagen. La fotos nos dejan en un tiempo suspendido, nos roban el alma, según creen algunos pueblos primitivos.
Ahí está esa niñita que frunce el gesto, algo le desagrada o simplemente le molesta la luz del Sol.No lo sabremos nunca y mejor así.
Buena semana y un abrazo.
Esos gestos, los dibujos de la vida como tú los llamas, querida Isabel, están allí siendo parte de nuestra cotidianidad, son el refelejo de lo que los seres humanos somos: seres que reaccionamos a nuestro mundo externo y, también, ante lo que nuestra voz interior nos dice; reaccionamos con gestos ante lo que nos duele o nos llena de alegría o de sorpresa...y, en muchos casos, nos quedan las huellas de esos gestos espontáneos como el de la hermosa nena de la foto.
ResponderEliminarHacía mucho tiempo que no pensaba en esto de los gestos y gracias a ti tengo ahora la posibilidad de cavilar sobre estas expresiones de los seres humanos.
Querida amiga mía, recibe mi slaudo y un cariñoso abrazo.
A mí me parece un gesto de atención muy concentrada y con el sol de frente. Ya entonces amabas mirar el horizonte... Seguro que sabes traducir muy bien los gestos ajenos. Besazos.
ResponderEliminarEl gesto congelado en una foto puede hacer volar nuestra imaginación, al contemplarlo, sobre qué sentiría en ese momento el retratado.
ResponderEliminarEn el rostro de la niñez, ya sea en foto o en persona, siempre se reflejan de manera mucho más espontánea y sincera las impresiones que producen comportamientos y coloquios.
A veces, los gestos comunican más que las palabras. En tu caso has conseguido la simbiosis perfecta entre ambas.
Me ha encantado tu relato y esa especie de juego con el que retas a muestra imaginación al observar te en la fotografía.
Un abrazo, querida Isabel.
Una entrada que invita a pasear entre sus letras y sobre todo a pensar en ese gesto grácil fruncido...
ResponderEliminarSin duda, los gestos hablan por nosotr@s, la mayoría de las veces...
Me ha gustado leerte, gracias por compartirlo.
Abrazos desde mi azul mar :)
Me gusta, Isabel, me dejas pensativo, tal vez con una expresión indefinible que tú podrías traducir juntándola con el tono de mi voz o algún gesto. No lo sé.
ResponderEliminarMe quedo meditando en todo lo que has dicho y afirmo que cuanto dices es cierto. Creo que todavía no te he dicho que narras muy bien, pero es el momento de acompañarlo con mi admiración sincera. ¿Se me ha quedado la cara a cuadros? No sé, quizás sea sólo ganas de seguir pensando en todo lo que has dicho.
Besos.
La verdad es que no has cambiado nada. Me hizo ilusión ver tu album de fotos y me hizo mucha ilusión, hace poco, oirte en los videos que pones de la presentación de tus libros.
ResponderEliminarA mi me sorprende mucho el acento de la gente y la forma de expresarse, los gestos y las expresiones son distintas dependiendo de donde vengas. Aquí, en el foro cada uno venimos de un sitio diferente, después de tantos años, me sigue resultando muy curioso, me gusta.
Besos
a medida que vamos creciendo perdemos espontaneidad
ResponderEliminares un hecho... un conveniente hecho
buena semana ISA
abrazos
Una niña indagadora que ya le está poniendo palabras (aunque aún no lo sepa) a lo que más adelante serán sus recuerdos, sus sensaciones, sus vivencias.
ResponderEliminarUna mirada al horizonte de la vida, a veces tan cercano y otras, otras, querida chiquilla, inalcanzable.
Un fuerte abrazo
(¡mira por donde acabo de leer a Isabel Barceló y también habla de horizonte!)
ResponderEliminarUn gesto espontáneo, como suelen ser lo de los niños y que vamos perdiendo por condicionantes varias. Me encanta la foto, seguro que aún hay algo de esa niña en vos. Un beso
ResponderEliminarLos gestos son un complemento de la palabra, le dan fuerza y reafirman el significado de lo que decimos, son un lenguaje no escrito -o eso es lo que yo creo-.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Simplemente la mirada de las personas dejan entrever mucho de su carácter, sin necesidad de una influencia externa, cuanto mas si analizamos sus reacciones ante la vida.Un fuerte abrazo,
ResponderEliminarComo dice la canción..."Está tan bonita que da gusto verla" claro que la canción habla de la vida, pero la niñez forma parte de la vida.
ResponderEliminarEstás igual, yo veo un ángel.
Sin duda algunas cosas habrán cambiado, siempre ocurre, pero hay un sitio en tu alma donde Isabel continúa -enterándose de los garabatos mínimos que encerraban las historias de los tebeos-
Yo a partir de los 8 años la robaba a mi madre novelitas de Corín Tellado y las leía a escondidas en la terraza.
Besos y abrazos súper-requete-chillaos!
Me encanto!
Quiero más!
Si son un regalo para nosotros tus palabras, también lo es esta foto de esa niña Isabel, con ese gesto de querer ver y no poder abarcar todo lo que desea, esa curiosidad innata te llevò a ser quien eres y nos permitio a los demás disfrutar de tus letras.
ResponderEliminarAbrazos.
Tengo varias fotos de cuando era muy chica, con expresiones bien marcadas: de asombro, con un oh redondo en mi boca, otra -como la tuya- con el ceño fruncido y la que más me gusta, con un gesto bien pícaro.
ResponderEliminarMe detengo a mirar los gestos de la gente (¿será porque escribo?) y descifrar sentimientos, emociones. En estos tiempos se hace bastante difícil, porque cada vez hay más máscaras o abundan los rostros huraños, las sonrisas artificiales.
Igualmente, sigo mirando.
Muy buena entrada Isabel.
Un abrazo
SE NOTA QUE USTED ES MUY OBSERVADORA. GRAN TEMA.
ResponderEliminarUN ABRAZO
¡Cuántas infinitas significaciones encierran los gestos! ¿Verdad? Esa curiosidad que tu sientes, sin duda, es condición necesaria para poder labrar mágicas historias; una cualidad -que no defecto- del verdadero artista. Abrazos.
ResponderEliminarIsabel:
ResponderEliminarEs fascinante ver la expresión de un rostro; puede decir más que cien palabras.
Y cuando ese rostro nos pertenece y la memoria del momento se perdió, solo nos queda conjeturar. Y es muy probable que tal incógnita se haga presente en cada foto instantánea que nos haya registrado.
Es afortunado que nos suceda tal cosa, sino seríamos como el personaje central de "Funes, el memorioso", aquel cuento genial de Borges.
Por ahí anda una reflexión mía (El enigma de los retratos), donde divago sobre el tema.
Muy buen post, Isabel.
Un gran abrazo.
El Lenguaje de la Vida son esos gestos, esas miradas...hasta esos suspiros que salen entrecortados.
ResponderEliminarMagnífico Post.
Abrazos y besos.
Tu gesto, amiga Isabel, dice mucho de ti. Ya desde niña apuntabas caracter.
ResponderEliminarTe expresas tal cual eres. al pan, pan, y al vino, vino. Me gusta.
Un abrazo
Ese gesto me recuerda a una foto de uno de mis nenes, cuando estábamos de vacaciones y el sol era demasiado fuerte y le daba en los ojitos ajja. Muy lindo recuerdo Isabel, es verdad que através de los gestos, además podemos leer los pensamientos ocultos del otro.
ResponderEliminarUna expresión dice más que mil palabras...
Un beso grande!
Describes muy bien la esencia. Ese algo que no se puede ver, pero que lo dice todo.
ResponderEliminarBuena reflexión Isabel.
Abrazos
Tienes un gesto que me resulta familiar. Quizá responda a una respuesta ante el insultante sol. Al menos, así repondía la que esto escribe. La niña empezó a querer ver incluso ante las dificultades que conlleva el mero hecho de mirar...Hum...
ResponderEliminarTú tienes una mirada de artista. EL artista el un poco como el psicólogo. Nada ni nadie está a salvo de ese impulso que destripa minuciosamente, como un cirujano con su bisturí, todo lo que le rodea, palabras, gestos, posturas, voz, detalles accesorios, relacionados, o derivados o que puedan interaccionar, o que se deriven. Bien como una tela de araña, bien como efecto rayo, bien como la piedra que cae en el agua y comienza a genererar innumerables círculos concéntricos.
Me reconforta haberte reconocido en tu mirada, nada más ver la foto, pese a no conocerte físicamente. Eso es no sólo hermoso, sino bueno.
y me emociona, viendo ese muro, recordar a mis hijas leyendo, más bien inerpretando o inventando cuando aún no sabían leer, los folletos de las tiendas, los prospectos de los medicamentos. ¿Cómo puede alguien escribir sin conocer las letras? Mi hija pequeña lo hacía. Creo que de ver a su hermana que ya iba al colegio. Ese fue su muro. Hace un par de años vio publicada su primera novela. Escribir es para ella tan necesario como respirar.
Bueno, a estas alturas, sobra decir que soy perteneciente al grupo los tímidos extrovertidos, gestuales, y de los de la excesiva verborrea. Pero es lo que hay... Y lo pero, no pienso cambiar, jeeee
Abrazón
Siento que de eso trata la poesía, captar perfectamente el gesto. Eternizarlo, en cierta forma. Hacer del gesto un pequeño y adorable dios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los gestos dicen más que las palabras, no descubro nada yo tampoco
ResponderEliminarPero si es cierto que algunos nos pueden confundir al verlos en una foto y más de pequeñitos ( por cierto estastienisima)
Yo creo que ponias esta cara porque te molestaba el sol...
Besos
Yo veo a Isabel niña intuitiva, soñadora, comunicadora,captando con ese gesto toda la sabiduría del momento, de su pequeño mundo infantil.
ResponderEliminarUna preciosidad.
Pues yo Isabel me estoy convirtiendo en un bicho raro y creo que ya no tengo remedio. Cada vez hago gestos más raros, uno de ellos es torcer medio morro, y mi mujer me dice "endereza ese morro que se te está quedando la boca más descolgada que una puerta vieja".
ResponderEliminarBesos.
Los rostros, los gestos, las composturas, todo; todo encierra muchos significados. También las palabras, paisana. Es cuestión de saber o intentar traducir.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Isabel, vengo del post anterior. Te dejé allí comentario, como no podía ser de otra forma. Pero te pido disculpas porque a veces me voy atrasando en toso. Y leerte no es pasar la vista de refilón y conformarse. Leerte pasa por deternerse y a medida que avanzamos vamos esbozando esos gestos característicos de cada uno. Y si no estás conecntrada, vuelta a empezar con lo que el gesto vuelve a cambiar. Tu gesto infantil podría ser el ercibimiento del sol. Rayos tal vez no esperados o simplemente rayos que se iban colando desde el principio y que trataste de retener con toda tu expresión. La expresión que tienes para hablarnos de los gestos y las caracterizaciones de los humanos. Cuando te conozca, estaré algo inquieta ya que sé que no pras de indagar en las miradas, poses, gestos de frente y cara a cara... te miraré de reojo ya que la timidez también hace acto de presencia en ese encuentro. Me ha gustado especialemnte este post. Tiene sabor a ti, atus cosas, a tus vivencias y recuerdos. A tu personalidad, bautizada por tus gestos. Que bueno que fueron captados en esa impronta. Un fuerte abrazo, Isabel.
ResponderEliminarIsabel, si la foto (comosospecho) es de tu niñez... enhorabuena.. Yo me canso de avisar a mis alumnos de que dejen las pantallas ay miren asu alrededor... Hoy, en El País, una docta mujer, Teresa Baró, sostiene que debería enseñarse lenguaje no verbal en los colegios...
ResponderEliminar¡Pobres colegios! ¿Y las familias?
Kissses!
Siempre bella !
ResponderEliminarLos gestos dicen mucho sobre una persona, eso es cierto. Pero a veces no son síntomas de asco o rechazo. También puden esconder otros sentimientos más mundanos, como es la necesidad de ir al servicio, y no poder hacerlo ;)
ResponderEliminarSaludos.
Yo sé lo que pasaba. Estabas viendo a un probador de vinagre haciendo unas catas e imitaste el gesto. Te quedó muy bien.
ResponderEliminarAbrazo Isabel
Me ha gustado mucho tu articulo.
ResponderEliminarEs ameno, instructivo, curioso y revelador de tú personalidad.
Te envío este gesto y un abrazo.
Excelente reflexión, Isabel.
ResponderEliminarContigo aún me da cosa comentar, pero aquí va: no hay mejor forma de vencer el miedo al ridículo que enfrentándolo.
A mi también me gusta leer entre las líneas de los gestos, ya que el lenguaje corporal y gestual habla más que las palabras a menudo, tanto como los silencios, se me ocurre.
En esta foto se me hace que frunces el ceño por el sol que tal vez te encandilaba, ya que tengo varias fotos así, tomadas en la playa de pequeña, con el mismo gesto pintado en la mía.
Pero toda interpretación vale, sobre todo la propia, y lo que más vale, creo, es querer leer el mensaje de esos gestos en nuestro propio rostro, el rostro de esas niñas que fuimos, no hace "taaanto" después de todo, y que aún viven en nosotras.
Es un ejercicio de construcción identitaria movilizador e interesante ver fotos viejas, propias o de la familia. Estoy haciendo eso mucho por estos días, no sé por qué será.
Un beso, Isabel, y gracias por tus +1, que valen mucho para mí, ¡de verdad!
Fer
El segundo párrafo es una maravilla, Isabel ,es tan precioso como la mocosa de los ojos grandes y el ceño fruncido, igual era una visionaria y estaba mirando al gobierno que tenemos ahora (o a los que tuvimos antes)
ResponderEliminarUn beso
Sólo en los gestos somos más impostores aún que en las palabras. Artistas de la gesticulación, ensayamos ante el espejo para parecer quien no somos. Entonces no pasaba.
ResponderEliminarUn abrazo
Una vieja fotografía que cuenta tu vida, trozo a trozo, gesto a gesto, beso a beso,... Es lo bueno de las fotografías: que las historias puedes inventártelas. Pero siempre algo queda del narrador protagonistas: la palabra.
ResponderEliminarVarias veces me he cobijado en el recuerdo de fotos antiguas. Tengo dos que son muy especiales, porque tienen un par de gestos que nunca los he olvidado. Existen cosas y hechos que nos configuran el pensamiento de por vida.
ResponderEliminarUn beso.
Lo que planteas no es nada fácil de seer descifrado. Los gestos, por muy especiales que sean, pueden distorsionar los sentimientos de quienes los manifiestan. Por ejemplo este raro gesto del niño, como dices, simplemente `podría ser la luminosidad reverberante del sol veraniego la que lo produjese. Sin embargo dominar este complejo arte de leer ente las líneas del rostro y cuerpo ante una situación, es una meta a conseguir.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Isabel.
Bueno, ya se sabe, los niños suelen decir la verdad... Incluso en sus gestos... Incluso, en sus gestos, todavia mas...
ResponderEliminarLuego, crecemos, y vamos aprendiendo el arte de ocultar la verdad e impedir los gestos...
Pero siempre fracasamos... La culpa es de nuestros ojos, que siempre nos delatan
Un abrazo, amiga
Puestos a elucubrar, ami me da que ahí ya se detecta la curiosidad innata ante lo extraño del mundo que nos rodea. Esa involuntaria perplejidad que nos lleva a cuestionar lo desconocido, lo que no terminamos de apreender.
ResponderEliminarEs una posiblidad, aunque no es descartable que sea un gesto de lo más cotidiano. Así da gusto enfrentarse a la vida y sus piruetas. Un regalo lo que nos traes. Maravillado quedo una vez más. Un abrazo.
Vuelvo de mis gestos congelados por los mandatos del devenir que a veces te aleja de tus espacios, y me encuentro con esta entrada tuya que invita tanto a la reflexión, como al juego de adivinar, de buscar qué historias encierra una imagen, más allá de ella. Sumergida en este juego al que me invitan tus palabras, creo que esos gestos cuestionan, buscan porqués; tal vez tras ellos se esconden los pasos primigenios de una futura poeta, contadora de historias, indagando en la vida.
ResponderEliminarDifícil que ya de mayores seamos tan expresivos y también que nuestras expresiones tengan una gama de posibilidades de interpretación tan grande. Lo que de niñ@ es un gesto inocente y complejo ante algo nuevo suele ir quedándose en mueca codificada. Un abrazo, amiga.
ResponderEliminarLa observación proporciona
ResponderEliminarsabiduría, los gestos contradicen
muchas veces las palabras.
El gesto es inesperado
e imprevisible, la palabra
puede mentir.
Me ha gusta tu reflexión,
muy centrada e interesante.
Qué bien te expresas, y qué significativo tu gesto, y, por supuesto, qué bien que exista la fotografía, porque cuántos y cuántos gestos dormiran en el olvido que seremos.
ResponderEliminarAbrazos
Estás hermosísima en esa foto. Es un deleite estar por aquí... leyéndote.
ResponderEliminarBesos.