Me chirría en el oído la nueva moda de formación de los plurales, esa que se pasea como avanzada y nada sexista y cae en aberraciones gramaticales insufribles. Por ejemplo: antes, cuando alguien quería referirse a su descendencia, hablaba de sus «hijos» o de sus «niños» y todos entendíamos que englobaba a la totalidad de su prole sin distinción de sexo. Lo mismo ocurría cuando ese alguien usaba el término «amigos», donde se incluían los femeninos y masculinos, a no ser que puntualizara para referirse únicamente a los de sexo masculino, pues si lo hacía con respecto a las de sexo femenino, lo correcto era utilizar el término «amigas». Pero en los tiempos actuales, donde la información corre que vuela y las redes sociales esparcen la misma en círculos concéntricos cada vez mayores, como el lago donde ha sido tirada la piedra, está de moda ser redundante y mal hablado y se dice «amigos y amigas», «autores y autoras», «escritores y escritoras», «queridos todos» y «queridas todas» y así hasta el infinito. Se duplica lo que bien la lengua había unificado y se exhibe sin vergüenzas el poco rigor y la escasa cultura.
Esta mala costumbre, como tantas otras, surgió hace años en los círculos políticos. Con ella, el iluminado de turno pretendía demostrar que tenía siempre presente al sexo femenino, no fueran a tildarlo de machista, qué caray. Ahora, asombrada me quedo al advertir como cada vez se extiende más esta pésima costumbre que denota poco respeto a la lengua. Cualquier hijo de vecino, incluso instruido y dedicado a las letras, usa dobles plurales a diestro y siniestro y se queda tan campante, como diciendo: «Ahí va eso, que yo soy detallista y siempre tengo presentes a las féminas». Ay, qué pena, penita, pena, que yo sigo siendo limitada y conjugo los plurales como me enseñaron los profesores y no como prescriben los ejemplos de deferencia hacia las mujeres. Está claro que soy una desleal hacia mi propio sexo por culpa de mi apego al lenguaje, ay.
Y digo yo, para concluir y no resultar pelma: ¿por qué no defendemos también a los hombres y nos volvemos del todo igualitarios? Así, junto con «entusiastas» o «detallistas» conjugaríamos «entusiastos» y «detallistos», por ejemplo. Es sólo una muestra. Si a alguno le chirría, lo mismo me ocurre a mí con las expresiones duplicadas que ahora están tan de moda. Ojalá seamos capaces de recuperar la cordura a niveles lingüísticos y llamar al pan, «pan» y al vino, «vino».
Muy buena entrada Isabel, estoy de acuerdo contigo, pero hoy no solo eso chirría, son muchas las irregularidades que se comenten con nuestra lengua en los medios de comunicación y entre nuestra clase política, que no por ello culta, suele dar pena escuchar los Telediarios o leer los periódicos, porque se supone que nuestra descendencia se empapa de todo lo que oyen. Personalmente esta situacion me escandaliza como, en otro tiempo, he visto escandalizarse a personas adultas por programas adultos, lo escandaloso es lo que sucede con nuestros niños y en la sociedad que los estamos educando.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
¿Será que no nos van las tonterias?. De cualquier modo si alguien se ofende es su problema, y bien gordo!
ResponderEliminarBesitos Isabel
Sí, llevas razón, perooooo.
ResponderEliminarTambién las moras defienden el pañuelo bien atado a su cabeza aunque sea verano.
Yo tampoco pongo @ porque no me gusta.
La lengua nos ignora porque se la inventaron los hombres tan egoístas ellos salvando las diferencias.
Lo que me fastidia es aquel tontainas que nombraba en masculino y femenino para congraciarse y apuñalarnos a todos por la espalda.
En fin, que este mundo es un lío tremendo.
Es otra muestra más de la ignorancia (y el populismo) de nuestra clase política (creo que son ellos, y los que aspiran a serlo quienes más acuden a esos dobletes), que parece desconocer las leyes naturales del lenguaje, que opera por economía, claridad y pragmatismo.
ResponderEliminarBesos asturianos!
Hola a todas y todos (vaya, ya estoy haciendo amigas y amigos) Bueno, que el caso es que veo totalmente razonable lo que dices, incluso apoyo qe se use uno de los dos géneros y si para hacerlo más sencillo se usa el femenino plural para englobar a todas las personas (p.ej, las hijas, las amigas, etc) yo lo apoyo, por buscar la simplicidad y lo claro. Tengo cinco hermanas, he trabajado en empresas con muchas mujeres, he ido a cursos en los que era el único hombre. A mí siempre me ha dado igual que se terminen los plurales en femenino en vez de masculino. Lo de duplicar es una lata. Que se use uno de los dos y ya está. Abrazos.
ResponderEliminarpues a mi no me incomoda el puntualizar en masculino y femenino
ResponderEliminarporque hay términos que son muy despectivos en femenino no así para su masculino, cosa que no debería pasar
por lo demás las palabras mutan siempre, y quien dice que en mil años más todo lo que hayamos dicho quede obsoleto
y se refunde la RAE y estipule nuevos "injertos de palabras" jajaja
cambia todo cambia canta Mercedes Sosa
y las palabras y sus significados no son excepción
buena semana
pd... no hay que ser tan ortodoxo, es lo que pienso
ResponderEliminarQuerida Isabel hoy coincidimos en día por aquí por el mundo virtual el que tengo medio abandonado en ciertas épocas. A cuento de tu entrada, y dejando el lenguaje y haciendo sierta similitud, si me lo permites, escuché una vez que querían poner en las señales de tráfico, figuras que representaran a mujeres, para no discriminar con que toda las siluetas eran hombres. Y digo yo, igualdad ante todo, pero todo esto no es pasarse? una señal es una advertencia, información, en general para un conductor/a o un peatón... que más dará si la figura es mujer o hombre, es algo esquemático. Tu entrada me parece muy buena para debatir tanta tontería. Pues nada, que pongan una mujer en una señal, que para distinguirla llevará falda y pecho, digo yo... anda que... ya les vale. Yo apoyo escribir como siempre, como me enseñaron, no creo que nadie se sienta ofendido o mejor lo pongo así ofendid@, porque hay quien usa la "@" para utilizar el plurar masculino y femenino...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Isabel, totalmente de acuerdo. En ocasiones lo políticamente correcto cae en el ridículo, pasando por el error. Ni que con estas cosas se arreglase la desigualdad, que la hay, entre el trato a hombres y mujeres.
ResponderEliminarPor un lenguaje más llano y correcto.
Abrazos.
Tomo nota de tu opinión y la de los comentaristas. En esta entrada estoy para aprender.
ResponderEliminarBesos, Isabel
Esta entrada, que hoy nos presenta mi estimada Isabel, es muy interesante porque pone el dedo en la llaga de algo que se ha venido extendiendo por el mundo de la lengua castellana o española; a través del internet y como mecanismo de proyección de las luchas de las mujeres y, de manera muy especial, de las feministas radicales (esas que ven en el hombre la causa de todos sus problemas), se ha comenzado a usar esa forma de lenguaje que viola todas las normas del uso del mismo tratando de poner el énfasis en la inclusión de la mujer como parte fundamental de una sociedad. Para esto y sin mayor respeto por la lengua de Cervantes se ha llegado a los extremos antes señalados por mi estimada Escritora. Evidentemente que es un lenguaje redundante y horroroso y, peor aún, cuando se usa un signo ajeno a nuestro alfabeto y me refiero al signo de internet @.Eso no tiene nada que ver con la evolución del idioma y si con el capricho, descuido o la ignorancia.
ResponderEliminarPienso que el papel de la RAE es muy importante para cuidar que nuestro idioma no degenere en una jerigonza que no la entienda nadie; ya las respectivas Academias de la lengua de todos los países americanos han discutido la inclusión de muchas palabras que ya forman parte del lenguaje de sus pueblos y que la RAE recoge en la última actualización del Diccionario de la Lengua Castellana; hay un reconocimiento a las nuevas formas de expresión de los pueblos pero cuidando de no convertir el idioma en un acertijo indescifrable.
A veces y en virtud de esa tendencia uno cae en esas trampillas de mal gusto; yo que vivo en un país en donde tengo que hablar otro idioma distinto al nuestro me doy cuenta de la belleza de nuestro idioma y por tanto, me parece apenas un deber de inteligencia y orgullo, cuidar del buen uso del mismo.
Recibe mi querida amiga un abrazo y nuevamente mi admiración.
Primero advertite de mi cansancio y tal vez torpeza para expresarme, en mes y medio vacaciones.
ResponderEliminarQuiero añadir a tu estupenda entrada el llamado "violencia de genero", solo para mujeres, .... POLITICA PURA POLITICA.
de acuerdo en cuanto dices y con la elocuencia que lo dices
Besos fuertes ♥♥♥
Como buena lingüista que eres y gran amante de la pureza de la RAE, tienes toda la razón. Pero mucho me temo que tienes esta batalla completamente perdida, porqué estos ejemplos que nos pones como: violencia de género, o
ResponderEliminarque los oradores, políticos y curas y hasta en empresas,se suele empezar el discurso siempre especificando por sexos. A mi no me parece tan horroroso.
Hay muchas cosas mas graves, hablando de la lengua en la RAE,que se debieran de repasar.En comparación ésta me parece una menudencia.
De todas formas respeto tu opinión.
Tu eres la profesora. Yo no.
Un abrazo fuertisimo, pero no caluroso,ni agobiante que con estas temperaturas que tenemos ahora...!!!
Comparto. Creo que para no "parecer", a veces caemos en el ridículo, en la excesiva complicación de cosas que debieran ser muy simples. Un abrazo.
ResponderEliminarNo eres pelma en absoluto. Y no cometes delito alguno contrea tu sexo, solo faltaba.
ResponderEliminarEn el fariseo mundo de la utilización de los géneros quienes han inventado esta corrección se han cuidado muy bien de obviar ciertos asuntos. Creo que ya lo he dicho alguna vez.
¿Que pasa con los sustrantivos peyorativos? pues que ahí no hay arrobas ni correcciones. Ejemplo: ¿asesinos y asesinas? ¿ladrones y ladronas? ¿estafadores y estafadoras? que ¿seguimos o seguimas? Excelente poner un poco de sentido común a estas cosdas. Un abrazo.
Al pan, pana; y al vino, vina.
ResponderEliminarCon un par (o para...)
Abraz-os-as
Los miembros y las miembras , las policías y los policíos....
ResponderEliminarno sé, no me hallo, jajajjaj
Qué razón tienes Isabel, pienso que si con estas medidas, se acabara la "diferencia" (que algunos creen que existe) entre mujeres y hombres.... pues vale, pero me da que con eso no acaban con la desigualdad. El problema hay que atajarlo de otra manera ir al fondo no a la forma.
Un abrazo.
Rosy
Cuánta palabra derrochada en esa búsqueda que, para más inri, no pretende nada más allá que la banal teoría, de la igualitaria paridad. Y qué acertadas tus palabras. Yo, que hasta entonces me flagelaba con mi precario empleo de la sintaxis y la ortografía, flagelándome por si una tilde ha de ser o no. A mí, que se me ponían (y ponen) los pelos como escarpias ante el leísmo y laísmo. Que no soporto el uso inadecuado de los tiempos verbales... pues parió la abuela, y llegaron éstos con éstas (ya sé que la tilde no se usa, pero me resisto a la absurda idea de no distinguir entre pronombre y adjetivo, qué cosas...) Por no hablar de los informativos, prensa escrita... Así nos va. Madrecita, yo, que con mi mísero conocimiento y empleo del lenguaje, al menos le pongo interés y bastante voluntad, ya sólo pido "que me quede como estoy..."
ResponderEliminarAbrazotes
PD: A mi escasa capacidad de sintetizar -y nula voluntad de hacerlo-, sólo le faltaba tener que ir añadiendo "género y número" acá y allá a troche y moche, añadiendo palabros a mis peroratas...ji,ji...
Bueno Isabel, con esta entrada tuya, y con los comentarios vertidos he aprendido un montón. Yo creo que de los que menos se puede fiar uno aparte de otras muchas cosas es del vocabulario de los políticos, que meten cada sablazo que tiembla niebla, como diría un amigo mío de Cuenca. Yo creo que las lenguas y jergas evolucionan según la época que se vive, y en muchas ocasiones se trata de modas, que como todas, unas pasan y otras vienen, pero pocas son las que se quedan. Fíjate en por ejemplo la palabra novia, lo que ha cambiado en unos pocos de años. Mi chorba, mi churri, mi chica, mi piba, o mí costillica, como dice otro amigo turolense. Antes como eramos más finos era, mi novia, o mi prometida, pero ahora en cambio sobre todo lo de prometida si lo dice uno se le descojonan de risa, ya que ha quedado antiguo y desfasado.
ResponderEliminarBesos Isabel.
¡Excelente post Isabel!Y los políticos siempre son los que dan la nota. En mi país, empezando por la presidente -que impuso presidenta-, en sus interminables y casi diarios discursos por cadena nacional, siempre se dirige a "todas y a todos", en un burdo feminismo de entrecasa.
ResponderEliminarY algo también muy difundido en la web es el uso de @ para referirse a los amig@s, y que a mí me da en el hígado.
Un abrazo.
Estoy totalmente de acuerdo contigo Isabel.
ResponderEliminarDecir, que hace unos años a la Asociación de padres de alumnos, así se le lamaba (APA), ahora se hace llamar AMPA: Asociación de madres y padres de alumnos.
Yo personalmente jamás me sentí exluída con su anterior denominación.
Yo me pregunto, cómo habría entonces que llamar a dicha asociación para los padres del mismo sexo. En fín, en eso pierden el tiempo los políticos y algunos sectores de la sociedad.
Un abrazo.
Elena
Me quitas un peso de encima, al menos en tu blog, pues no encuentro la forma de adaptarme a estas variantes que muchos acostumbran en este momento.
ResponderEliminarLa principal dificultad está en la pronunciación cuando se emplean las y los @s ja ja ja que todavía nadie las pronuncia, por ejemplo en amig@s, que sería más fácil pronunciar como amigs, fácil de escribir pero todavía nadie pronuncia un discurso o habla por un medio de comunicación masiva usando la ausencia de vocal que determina el género, "Querids amigs, señors, trabajadors, empresaris, etc" ja ja ja. Se emplea entonces como lo dices los dos géneros, amigas y amigos, las españolas y los españoles y así sucesivamente y dale que dale hasta el fin de las letras...
Ya sé entonces que no habrá problema en adelante para escribir como es mi costumbre en los comentarios de tu página.
Cuando algo es escrito así con tanto convencimiento y decisión da placer leer, tal cual como esta publicación.
Besos Escritora!!!
En la escuela estábamos obligados a poner @ para decir niños y niñas. No sé como estará ahora que soy un jubilado, pero imagino que seguirá igual. Si la enfermedad me dejara trabajar me imagino que antes de llegar a los sesenta acabaría chalado. Son modas, aunque esta ya dura demasiado.
ResponderEliminarSaludos
Completamente de acuerdo contigo Isabel, me repatea y huyo de utilizar esas palabrejas que solo denotan lo ridículos que podemos llegar a ser.
ResponderEliminarUn abrazo
Isabel:
ResponderEliminarEstoy curado de espanto.
Aquí, en la Primera Magistratura, tenemos a una persona que se hace llamar "Presidenta".
Quiere decir que sufrimos de acefalía. Y se nota.
Un gran abrazo.
Por lo que he leído en los comentarios, parece ser que somos mayoría los que pensamos como tú.
ResponderEliminarPues nada... seguimos utilizando el lenguaje como nos enseñaron y, seguro, que se nos entiende perfectamente.
Como dice algún compañero(englobo también a compañera)por aquí arriba, la moda pasará como todas las modas pero, el sentido implícito de la palabra, quedará en su lugar para siempre.
Te dejo un beso y me marcho de nuevo hasta septiembre.
Besitos.
Isabel, una buena entrada
ResponderEliminarBesos y feliz verano.
Buena y reflexiva entrada. Un abrazo grandote. Cada vez me gusta más leerte. Un beso Isabel!
ResponderEliminargracias por tu huella
ResponderEliminary como que fui el lunar de tus comentaristas jajajja
en todo caso es lo que hay, y es lo que pienso
buena jornada ISA
abrazos
:D
"Andaluces y andaluzas..." Lo políticamente correcto se ha instalado en el lenguaje y pretenden trastocar la historia de la lengua. ¡Demencial! La defensa de la mujer hay que ejercerla sin trastocar la economía del lenguaje y su corrección, sino con el quehacer en todas y cada una de las facetas de la vida. Me alegro que seas tú y no un hombre quien aborde este asunto.
ResponderEliminarBesos.
De acuerdo.
ResponderEliminarHola Isa, me ha gustado mucho esta entrada porque yo me confieso pecadora de los plurales y los géneros. Una acaba siguiendo la moda pensando que es lo correcto y ves que finalmente nos complicamos...a veces incluso para no ser "diferentes".
ResponderEliminarUn abrazo, Rosa.
¡Lección aprendida!
Coincido totalmente contigo. Me chirrían los oídos cuando escucho esos discursos plagados de -os y -as; me suenan a discursos huecos que con ese latiguillo pretenden quizás enmascarar con las formas una actitud machista en el fondo.
ResponderEliminarAmiga Isabel; casi todas las malas costumbres lingüísticas surgen con los políticos.
ResponderEliminarA mí también me ha repateado siempre ese coñazo de los discursos con los plurales y los géneros; esa duplicidad para quedar bien y parecer más respetuoso desde el ámbito político.
Comparto tu entrada a pies juntillas y soy de los que no usa ese tipo de duplicidades absurdas porque no aportan nada.
Gracias por tus palabras en la orilla.
Un abrazo grande de Mos.
Sucede, simplemente, que las mujeres dais mucho miedo a los politicos...
ResponderEliminarY los politicos, temerosos de vuestros ocultos poderes, no dudan en proclamar las mayores chorradas del mundo...
Y lo mismo sucede con muchos sabios, y obispos, y capitanes generales, y prebostes en general, y periodistas, y...
Es que las mujeres, amiga, dais mucho miedo...
Un abrazo fuerte
Bueno, Isabel. Seguramente tienes razón, pero es difícil no ver en ese masculino que todo lo engloba algo así como el cabeza de familia que en toda manda. Seguramente es una tontería, pero... Un abrazo, amiga.
ResponderEliminarLa culpa la tiene Bibiana Aido que empezo con la gilipollez. La ministra de igualdad que decía lo de los miembros y miembras y todo el pais se reía de ella. Yo pienso lo mismo que tú, Isabel, y no voy a redundar en lo que ya dimos y damos por entendido.
ResponderEliminarBesos
Las irregularidades con el idioma no son inofensivas: así empiezan. Confunden el lenguaje para confundirnos. A veces, incluso, lo logran.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Isabel
Amiga, Isabel. No tenía ni idea de tu blog y eso que tenemos algunos amigos comunes. Yo estoy posteándote desde un artilugio coreano, espero que llegue el mensaje. Un artículo delicioso y valiente. Me gustan la gente con agallas y si son mujeres más.Saludos cordiales y feliz Verano
ResponderEliminarYo mismamente, desde hace unos meses -que antes no- utilizo el mal utilizado lenguaje "amigos y amigas"... Por el mero hecho de quedar bien con todos y porque mis publicaciones pueden parecer machistas.
ResponderEliminarQuizás me quite esa mala costumbre. Estoy contigo.
Me gustó. Te seguiré.
Saludos, Anna
Tienes razón, Isabel. También me chirrían los oídos y me sonrojo de la ridiculez que se nos ha colado en los discursos y en la vida.
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ResponderEliminarHola Isabel, me he tropezado con tu blog y con esta entrada llena de sentido común, esa cosa tan poco común en estos tiempos tan obsesionados por la corrección política. La mayoría de las mujeres que conozco son de tu opinión, pero por lo que he visto pocas se atreven a darla abiertamente. Tu entrada me ha recordado a un artículo muy interesante que escribió Ignacio Bosque dando un tirón de orejas a las guías de lenguaje no sexista. Me ha gustado tu blog así que me quedo por aquí. Un saludo.
ya estoy de vuelta pero despacin...con tanta calor...bufff
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo, me parece una tonteria descomunal, pero asi vamos ¿no?
Besazos
creo que las reales academias están para prostituirlas, carnavalearlas, desenmascarlas, arrebatarlas su solemnidad, el idioma deja una herida al adquirirlo que hay que coagular, desde el surrealismo, desde lo más íntimo, desde las vísceras... las palabras que tenemos son también la tiranía de otros que las eligieron, deberíamos hablar sapos por la boca y escupir la intelectualidad con manzanas y gusanos
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