De pequeña, leía muchos cuentos de hadas. Como aún no había entrado en el mundo mágico de la mitología y sólo estaba en el asombroso de la niñez, consideraba un gran acierto esos seres creados por la fantasía humana para hacer más llevadera la existencia. Resultaban muy prácticas y me gustaba suponerlas reales. Pensaba que, en cualquier instante, se me aparecería un hada y, con su varita mágica, haría posibles todos mis sueños. El hada que mi imaginación entretenía no era una de las que circulaban por aquellos dibujos idealizados por las niñas, sino una mujer corriente: alguien que sosegara de los porrazos invisibles, de esos que no dejaban mataduras en las rodillas; alguien que esparciera la ternura necesaria en un mundo que estaba dispuesto a convertirse en hostil al más mínimo descuido.
Con el tiempo, supe que las hadas circulaban por un universo extraño que nunca vieron mis ojos, pues ni se bañaban las dulces ninfas en las fuentes de mi ciudad, ni las dríades se escondían en los árboles a los que había subido, ni las hespérides custodiaban los jardines de mi barrio, ni las terribles lamias asomaban sus cabezas por las cuevas, ni las sílfides se transparentaban en los vientos, ni las sirenas se balanceaban en las olas del mar, de ese mar cercano que se suponía lleno de nereidas.
Más adelante, abandoné a las hadas en sus cuentos, porque lo malo de crecer es comprobar que no existen los seres importantes que nos han conformado interiormente. Pero los primeros años de una persona son cruciales, ya que su huella persiste y su sombra ampara, aun cuando no seamos conscientes de ese halo protector y necesario.
Ahora, en una edad en que puede considerarse que cualquiera ha vivido bastante, vuelvo sobre mis pasos y reencuentro muchas cosas. Entre ellas, la noción de hada. Porque encontrar un hada en la cincuentena de la vida es un acontecimiento para el espíritu y un motivo de gozo para la vida. Sí, he hallado un hada tal y como la suponía en un inicio, en mis primeros años, alguien normal, pero dotado de la gracia de la naturaleza humana, esa gracia que sólo un interior puro alberga. Mi hada es generosa y sencilla, es alegre como un trino de pájaro, es buena sin fisuras, es cercana, firme y tierna (y cabezota, como todos los humanos a quienes más quiero). Mi hada es inteligente e ingeniosa, bromista y compasiva, culta y cercana. Mi hada está apegada a la tierra que la vio nacer y ensalza las pequeñas cosas en su gran sabiduría. Mi hada se multiplica y esparce su bendición para todos los que quieran acercarse a su dulce regazo. Mi hada conoce el lenguaje de los caballos y dialoga con ellos sobre los meandros de la vida. Mi hada practica el dialecto de las plantas, liga mimbres y tiene la paciencia precisa para entender que no es factible la recogida de los frutos sin la previa siembra y los minuciosos cuidados cotidianos. Mi hada se guía por las lunas y atesora el mayor bien que todos perseguimos: eso que llaman amor. Mi hada tiene nombre y sé dónde vive. Emocionada, mañana mismo voy a conocerla en persona, porque ya la conozco desde el alma. No negaré que me invade la impaciencia, porque no todos los días se puede estrechar a un hada entre los brazos. Mi corazón late acelerado y mis ilusiones se elevan en un cántico de agradecimiento.
Estaré unos días fuera, en la hospitalaria casa de mi hada. Allí, conoceré a otra querida amiga versada en lenguas, a una amante de Rosalía de Castro y de la lengua gallega. A la vuelta de este viaje del corazón, nos veremos. Ya mismo, voy a preparar el equipaje con la dosis necesaria de sueños, que las hadas requieren el alimento más sublime de la naturaleza.
Brinden por mi, hablen de mi, digan que yo soy su angelito protecto, así yo sentiré, a pesar de la interposición de los gruesos mares, que su cariño me llega, sentiré además, el sabor del buen vino que degustan, colándose en mi boca. Un abrazo y que la pasen muy bien.
ResponderEliminarLindisima esa Hada. Conocela y disfruta de su compañia.
ResponderEliminarBesos enormes...!
Qué envidia...
ResponderEliminarYo al menos tengo la invitación!! Ya me tocará el tiempo de conocerla y conocerte... Porque para mí las dos son mis hadas.
Es increíble lo mucho que se puede querer a alguien que no se conoce y en tan poco tiempo!
Disfruten, chusmeen, tomen vino y coman frutas; esas del huerto de Merijisus. Yo espero sus entradas, que seguramente saldrán bien lindas!
Besos a las dos!
Viene a casa de Nada (no hada). Cuenta todo eso para que no la mate a hambre y no la haga trabajar. Pero yo, antes de leer la entrada ya lo tenía todo previsto, desde el menú a los trabajos de cada día: segar, juntar y recoger la hierba; sulfatar las cepas, las patatas y los tomates; limpiar de hierbas los sembrados de maíz y cebada; echar comida y agua a caballos y perros; cepillarlos, acariciarlos y cantarles canciones pícaras; darle a Cuco la ración correspondiente de cerveza y tabaco (pasó su infancia con su dueño, por los bares y, como todo el mundo lo conocía, lo enviciaron a base de bien); subirse a la escalera, para llenar los cestos de cerezas e ir a venderlas al mercado; con una planilla, corregirme los exámenes que tengo pendientes; hacerme convenientemente la pelota para volver otra temporada.
ResponderEliminarPara que no hagan ellos (Isabel y su esposo del alma) todo, yo haré comidas y cenas, limpiaré la piscina (que es darle a un botón) y, si me apetece, limpiaré algo (quede claro, algo) la casa.
Supongo que es poco recomendable hacerse a la idea de que los demás son maravillosos, porque "más dura será la caída". Y, aunque la experiencia fuese maravillosa, tampoco sería significativo de nada: a las personas se las conoce en los largos recorridos, no en tres o cuatro días de visita.
Haced caso a una vieja que no miente. No hagais caso a Isabel, que es una adolescente...
La vida sin historias que relatar, tendría unas infancias más tristes, con menos cercanía a quienes las cuentan, sin la magia de unas palabras que se dicen con la intensidad que se sienten y se escuchan, al tgiempo que quedan para contar en otro momento a quiens nos suceden.
ResponderEliminarSeguro que en esa estancia entre amigas, apareceran esas palabras junto a ese afecto y el sentimiento de este colega que en la distancia les manda un fuerte abrazo.
Saluds
Me ha encantado Isabel tanto o igual que la respuesta de María Jesús que no hace sino constatar todo lo que has dicho, porque las hadas buenas, las de verdad (al menos las que a mí me gustan) son inevitablemente gruñonas.
ResponderEliminarVoy a hacerle una visita a tu hada...
Un abrazo muy fuerte y disfruta lo que pedas y un poco más.
He necesitado leer pocas palabras para saber quién era tu hada. Es curioso, cuando María Jesús empezó a comentar en mi blog confieso que a veces me exasperaba. Siempre tan seca, tan contundente, tan... sincera. Paralelamente yo visitaba (y sigo visitando, faltaría más) su blog, y en él encontraba ternura, sensibilidad, amor a la tierra y al ser humano, humor... ¡vida! Me desconcertaba, no entendía por qué alguien tan cultivada y profunda me trataba con tanta frialdad. Viendo un video del Cudo y el Chispa tuve una revelación y lo comprendi todo, no podría explicar por qué. Hay que aguantar un poquito para conocer a "mariajesusparadela". Me alegro tanto de haberla conocido... Es alguien excepcional. Te envidio, estoy convencida de que volverás de tu viaje siendo mejor persona si cabe. Ella produce ese efecto.
ResponderEliminarQue disfrutéis el encuentro.
Un abrazo.
Me enteré ayer de la buena noticia; me alegro mucho de poder conocerte, ya verás que sanos son los aires que tenemos en Galicia.
ResponderEliminarYo no podré darte el abrazo hasta el viernes por la tarde, el jueves tengo que trabajar. Mis cerezas ya casi se han terminado, pero ayer me dijo María Jesús que ya sirven para comer las suyas, por lo tanto ven preparada para subirte al árbol.
Bicos y hasta el viernes
Te contradices en esta entrada, porque reniegas de la existencias de las hadas, pero "Usted" ha encontrado UNA, un saludo.
ResponderEliminarVengo del de María Jesús. Ya sabía yo que de mentiras, nada. De magia, mucha. Porque su agudeza, simpatía, ingenio, espontaneidad, ternura...ya se le cuelan tanto en sus entradas como en los comentarios.
ResponderEliminarDisfruten, un brindis a la amistad.
Besos a las dos. Muchos
(precioso tu texto, querida Isabel)
Yo sigo sin estar seguro de que no existan esos seres, aunque ahora están lejos de mi.
ResponderEliminarEspero que disfrutes de tu estancia en esa hermosa tierra y que sea un encuentro de tres gracias. Un afectuoso saludo.
Isabel, sé lo ilusionada que estás por conocer realmente a nuestra hada buena. Este viaje es para ti muy especial.
ResponderEliminarLe darás un beso de mi parte a MªJesús y echaros un trago a mi salud.
Os ruego que no os pongáis de cháchara las dos y dejéis a mi buen amigo "El Caballero Negro" haciendo las labores propias del campo.
Besos.
Es la prueba evidente de que los sueños se hacen realidad. Aprovechad el tiempo y disfrutad como niñas... Te tomaré el relevo el próximo mes de Julio en el que, si Dios quiere, pisaré el suelo de Paradela y estrecharé con un fuerte abrazo a esa hada buena que estoy impaciente por conocer.
ResponderEliminarUn saludo.
Que maravilla el encuentro con tu hada y la mia...tambien yo creo que hay personas que en su álma, guardan la mágia de las hadas y hacen muy felices a las personas que les rodean.
ResponderEliminarMil besos para todas
Cuando he empezado a leerte y he visto que decías haber descubierto que no había hadas, ni ninfas, ni dríades, me han entrado ganas de decirte "pero tú, ¿dónde vives?", porque me parecía rarísimo que jamás tu hubieras encontrado alguna. Al hablar luego de la madurez y del hallazgo de tu hada, he comprendido. Has hecho un retrato maravilloso de maria jesús, a quien yo más bien imaginaba como una mariposa, reina de los guisantes. Tras tus palabras he comprendido que una de las características de los seres maravillosos es su capacidad para ser unos y diversos, para tomar múltiples formas y adaptarse a la imaginación y las querencias de cada persona. En Paradela de Coles habrá pues, en los próximos días, fuegos extraños por la noche y letras danzarinas en los huertos durante el día.
ResponderEliminarContadnos algo. Un abrazo muy fuerte.
:) Has hecho que se me caiga la lagrimilla de la emoción, qué sensiblona ando... Me gusta esta entrada, y todo porque tengo el gusto de empezar a conocer a Maria Jesús. Me encanta, gracias por compartir esta visión tan acertada sobre ella.
ResponderEliminarBesitos.
vine de visita,que disfrutes y luego nos cuentes esos son mis deseos,saludos.
ResponderEliminarMenudo revuelo has montado, Isabelona.
ResponderEliminarPero, por mucho que les hayas transmitido ellos no sienten como yo (y espero que tu) esa impaciencia, ese regustillo , esa absoluta necesidad de que ya, hoy, sea mañana.
Y eso que la edad me dice que las espectativas siempre son malas, que hay que dejar fluir, que es mejor no esperar nada...
No importa. Yo lo sé. Sea lo que sea, lo que venga de ti, es bueno por definición:
"- A ver, Jaimito, define Isabel.
-Isabel: persona que, cuando juzga tan bien a los demás es porque ella es bondadosa.
-Vale, muy bien. Define ahora Hada
-Ser imaginario que solamente cabe en la cabeza de las personas buenas.
-Sobresaliente, Jaimito, desgraciadamente."
No hay derecho, tan lejos a conocer a una hada, y a los que estamos por aqui, que lo mismo somos vecinos, ni conocernos, se ve que yo soy el demonio ese que sale en la procesion del resucitao. Un saludo.
ResponderEliminarjajajajajaja, me río y os imagino, y más que os imaginaré mañana, que sé que es el día D. Un abrazo enorme a las dos, porque hoy este blog es un poco también el de Paradela.
ResponderEliminarYo también me las imagino!!!
ResponderEliminarY falto yo en la escena!!!!! jajajaja!
Merijisus, a tu casa voy a trabajar tranquila! Sobre todo la parte de los caballos, que sabrás que lo hago y muy bien... (qué modesta.. jijiji..)
Bacioni a tutte e due.
Uchas!!!! Por llegar tarde!!! Sindudamente ya te fuiste, Isabel… Y yo quería meterme en una de tus maletas… Quería disfrutar en vivo a dos bellísimas hadas: Isabel y Mariajesús…
ResponderEliminarBueno, tal vez para la próxima. Ahora, me regreso al Espejo, nadando… beh! No importa, solamente debo atravesar el Océano Atlántico…
¡Que se diviertan mucho, chicas guapas!!!
Madre Santa!! Qué despistada soy!!! Acabo de descubrir el link directo a mi Espejo!!! Isabel, preciosa!!! Me ahorraste el regreso a nado...
ResponderEliminarDe verdad, es todo un honor para mí poder estar aquí, contigo, bien cobijadita!!! Besos, besos y más besos!!!!
Que maravilloso encuentro. Disfrutad pero luego por favor contandnos cómo os habéis divertido.
ResponderEliminarUn abrazo, querida Isabel y otro para tus encuentros
Todos tenemos a nuestra hada,
ResponderEliminarEllas están sin más, esperando ser encontradas para crecer de la mano en nuestro mismo caminar.
Gracias por compartir esa experiéncia maravillosa.
Que maravilloso todo lo que cuentas sobre Maria Jesus y que cierto es ademas !!!
ResponderEliminarDisfruto del gran honor de que las dos me acompañeis desde el inicio de mi blog y en estos meses he comprobado que ambas sois maravillosas personas por lo que me imagino estos días a paradela conun brillo especial por la union de tanta magia .
Un besazo enorme a las dos
Precioso tu relato, Isabel, precioso de verdad.
ResponderEliminarUn beso
Féliz estancia en Paradela de Coles,recuerdos al Hada....Pídele la varita y cuando vuelvas haces un poquito de magia...Nos hace falta...
ResponderEliminarBesicos.
Me voy a clases, pero, antes, vengo a saludaros desde la ventana de Isabel, ya que ella est´s durmiendo y no puede hacerlo.
ResponderEliminarYa comimos y bebimos (trajeron unos riquísimos vinos). Hoy más.
María Isabel, hermosa la descripción de una expectativa de encuentro y hermosa la forma con que lo haces mágico. Maria Jesús, lo que le tienes previsto es exactamente lo que mi madre me depara cada vez que viajo a visitarla, incluye además raspar y pintar desconchados, cambiar alguna teja y cementar los quiebros de una casa centenaria. Me purga a conciencia de los vicios de la ciudad: "para que no se te olvide que tienes dos manos y no tengas miedo a hacer cualquier cosa por ti misma". Así que sudo la gota gorda amparada y feliz por el quiebro temporal a mi rutina diaria. No pensar, agotar el cuerpo para escucharlo, sentir los pies en la tierra, qué maravillosa sensación.
ResponderEliminarMuchos besos.
Que me requetecome la envidia. Levanten una copa en mi nombre. Besos !
ResponderEliminarYa decía yo que no podía ser que no existiesen las hadas.
ResponderEliminarMe habéis emocionado coñe!
María Jesús tendrá que dar números para las visitas, ¿quién no quiere conocer en persona un hada?
Propongo encuentro multitudinario bloguero, para que los besos y abrazos no sean solo virtuales.
Besos pa tos.
Oh que envidia!! Isabel, que bien que pongas esos vídeos, hay mucha gente que no conoce Ourense. Y que decir de lo bien que has descrito a Mariajesus, yo quiero ser como ella. Creo que a eso se le llama calidad de vida, es el verdadero sueño de mucha gente. Pasarlo bien, disfrutar de los paseos y la buenas charlas, de la compañía no se puede pedir más. Moitos agarimos
ResponderEliminarUna maravillosa entrada...estupenda, tiene tntas cosas que me hicieron sonreir. Yo no creo que las hadas no existen sino que al crecer perdemos la capacidad de ver las cosas que muchos niños ven o que les es fàcil creerTe felicito por ir a concoer a tu hada de carne y hueso...hablaste de Rosalìa de Castro, ojalà algùn dias nos traigas un poema, hace años que no leo nada de ella
ResponderEliminarmis saludos cordiales
Isabel, yo en tu lugar no iría a ese mundo de hadas, porque lo que te tiene preparado Mª Jesús es trabajo y más trabajo. A mí me ha dicho que me pase por allí si voy por Galicia, pero espero que no me ponga a cavar su huerto para sembrar las historias que a ella se le ocurran.
ResponderEliminarBueno, fuera de la broma, os deseo una buena convivencia y que os lo paséis bien en esa tierra que los vídeos muestran.
Nunca se ha vivido lo bastante, y el más claro ejemplo de ello lo estás dando tú misma en el texto precioso que nos regalas y en la ilusión que muestras por este viaje.
ResponderEliminarDisfrutad muchísimo las dos de este encuentro que promete ser memorable y de esa tierra maravillosa.
Un abrazo y que vivan las hadas.
Mi estimada Isabel:
ResponderEliminarHaga usted el favor de abandonar la lubina y el tintorro y póngase a trabajar inmediatamente en el blog.
Bueno, le perdonaremos porque está en buenas manos y en buena tierra.
Déle un abrazo -de mi parte- a ese "hada fustigadora de michelines" y otro a su magnífico "Corsario Negro".
Y no se olvide de enviarme una varita mágica por correo.
Bss
Enhorabuena por esos momentos vividos,
ResponderEliminarAbrazos a las dos
Que pases unos días estupendos, querida desalmada, aunque seguro que será así, en casa de Mª Jesús y contigo como huésped.
ResponderEliminarAbracísimos a las dos.
Pulgarcito, brindamos por ti y ¡muchas veces! Nos acordamos de ti, de todos, ni recuerdo los brindis que hicimos.
ResponderEliminarNuestra Mª Jesús es un auténtico encanto, a pesar de que quiera hacerse la dura.
Cornelivs, sí que es linda el hada de Paradela, con esa belleza que a mí me fascina: la interior.
Nina, eres entrañable. También tengo ganas de conocerte. Que sepas que nos acordamos de ti.
Está visto que este mundo cableado no es óbice para que circule el cariño. Besos.
Hada-Nada, ¡anda ya! Si nos trataste como a príncipes, no nos dejaste ayudarte en ninguna tarea y, encima, ha sido una experiencia maravillosa el conocerte. Yo ya te había visto con el alma y fuiste y eres el hada que sé y percibo a cada instante.
Y Andrés bien sabes que cayó rendido a tus pies.
Así que ya lo sabes: Isabel NO MIENTE.
¡Ah, el paseo en el quad…!
Mira, he puesto al final de la entrada al Cuco y al Chispa, vistos y gozados con estos ojos.
Pinto, han sido palabras, afecto, miradas…, amistad y cariño. Las hadas existen. El corazón las presiente y, en ocasiones como ésta, se hacen visibles y patentes.
ResponderEliminarPaloma, y a mí me ha encantado el encuentro fructífero y divertido entre Mª Jesús y tú. Lo he gozado no sabes cuánto. Hablamos de ti y de lo buena poeta que eres.
Mercedes, es que Mª Jesús es muy propia. Sus comentarios son escuetos, a veces cortantes, pero te aseguro que su corazón es amplio y generoso. Y su ingenio y humor no conocen límites. No dora píldoras, pero es fiel y no engaña. En definitiva: es buena, tal cual se muestra.
Dilaida, qué te voy a decir a ti, que tuve la suerte de conocerte en persona. Qué a gusto lo pasamos al calor de la lumbre, de los reconfortantes alimentos de nuestra Mª Jesús, de los vinos y de las risas.
Un besazo, y que sepas que a Andrés y a mí nos entusiasmó tu alegría y tu gracia. Recuerdos de él.
Mamé, no me contradigo, te lo aseguro. Pensé que las hadas no existían hasta que me topé con una y tuve que desdecirme. Un hada en toda regla: sin cursilerías ni sandeces.
ResponderEliminarVirgi, sé que tú me entiendes, porque la conoces y disfrutas con ella, como todos los que la conocemos. Es tal cual se muestra en estos mundos virtuales: un auténtico lujo.
Me encanta todo lo bueno que dices de nuestra Mª Jesús y lo suscribo íntegramente.
Mateo, cuando menos lo esperes, aparecerá un hada; porque la mereces y ella te merece a ti. Tu mirada limpia y tu corazón espléndido es un gozo para quienes te conocemos.
Thornton, sí que ha sido un viaje muy especial: un viaje del corazón, una travesía del alma, porque la gratitud a quien nos hace tanto bien siempre es escasa.
El caballero negro ha estado como un rey, un mimado total entre una cohorte de mujeres. Estaba eufórico, prendado de nuestra hada Mª Jesús y es que no es para menos.
Fayna, gracias por pasarte por aquí y decir cosas buenas de nuestra Mª Jesús. Ya las contrastarás tú misma cuando la conozcas en julio.
ResponderEliminarNo me extraña tu impaciencia.
Un abrazo.
Maripaz, tú sí que sabes. También observaste que era un hada, porque tu sensibilidad también roza ese mundo maravilloso de los seres buenos y entregados. Me consta de veras y así te he percibido siempre.
Isabel, qué susto, ¿verdad? Una tipa que no veía a las hadas ni creía en ellas…
Como habrás observado, la realidad se me ha impuesto y he tenido que reconocer públicamente que las hadas existen y que nuestra Paradeliña es una de cabo a rabo, mal que le pese y gruña.
Darthpitufina, qué emocionante tu comentario. Conoce a Mª Jesús y disfrútala en sus palabras, en sus silencios, en su humor y en su ingenio y en miles más de cualidades que tiene y observarás por ti misma.
Muchísimas gracias por pasarte por aquí y, en cuanto pueda, te visito a ti también.
Fiaris, ya estoy de regreso y retrasada respecto de todos, pero sé que sabréis perdonarme.
ResponderEliminarComo habrás observado por los comentarios, fue un viaje maravilloso.
Mª Jesús, ese gusanillo lo compartimos la víspera. La emoción de la espera, de conocer a alguien a quien ya te ligan sólidos lazos de afecto…
No esperé nada y me encontré muchísimo. A ti te basta ser como eres para que te queramos y si no que se lo pregunten a Andrés, que te ha cogido un gran aprecio en estos días.
(Me río y me sonrojo con tu chiste. Ya habrás comprobado que soy una malvada, jajajaja).
Curro, no te enfurezcas, que días tiene el año y, detrás de uno, va otro y todo se andará.
Me has hecho reír con lo del demonio de la procesión.
Que sepas que le expliqué a Mª Jesús lo que era una “pava” en Murcia.
Ramon, ha sido un encuentro entrañable, te lo aseguro. Nos acordamos de ti muchísimo.
Y sí, ha sido un poco este blog el de nuestra querida Mª Jesús.
Nina, qué felicidad si hubieras estado presente. Te intuyo llena de luz y de generosidad y no sólo para los caballos, que me consta que los amas de veras.
ResponderEliminarEres especial, chiara.
Alenka, me fui y he regresado. Tranquila, tu presencia se coló en mi maleta y anduviste por el aire de Paradela con tu mirada necesaria, la de la fantasía, la de los ojos niños y puros.
Gracias por esas palabras tan hermosas para mí y, aparte de en esta página, te llevo en el corazón, dándole abrigo.
Carmen, nos hemos divertido de veras. Hemos charlado por los codos, hemos paseado, hemos montado en quad, hemos hablado con Cuco y con Chispa, hemos bebido vino con moderación inmoderada, hemos comido hasta el hartazgo (Mª Jesús es una exagerada con las viandas, ¡riquísimas todas!). Lo hemos pasado muy bien y, ahora, el recuerdo sonríe por esos maravillosos días en Paradela, concello de Coles. Ah, y Dilaida es otra hada, una persona maravillosa, simpática y entrañable.
Olga i Carles, creo que lleváis razón, que las hadas, como los ángeles, están ahí, a nuestro alrededor. Sólo es necesario enfocar la mirada adecuadamente para verlos.
Gracias a vosotros por pasaros por aquí y enseñarnos lo verdadero.
Anusky, todo lo que he contado es cierto, real y comprobado. Estuviste en ese encuentro, porque te queremos, y brindamos por ti.
ResponderEliminarGracias por tus palabras, demasiado generosas hacia mi persona.
Besazos.
Carlos, tú eres poeta y, como tal, sabes que las hadas existen. Tu mirada las capta, como la belleza de este mundo, esa belleza que nos salva a quienes no nos rendimos a la grisura de la vida.
Cabopá, le di al hada recuerdos y besos de tu parte, pero no conseguí cogerle la varita mágica, que es ella muy cuca y a buen resguardo la tenía, jajajaja. Claro, una cosa es la amistad y otra la usurpación de funciones. Así, que sigue hada y a ella habremos de encomendarnos.
Mª Jesús, otra vez por aquí. ¿Ves como eres hada? Estás en todas partes. Yo, simple mortal, apenas llego a nada.
Besicos, hada buena.
Mariola, cómo me he reído con tu comentario. Te he visto trabajando en casa de tu madre y me ha encantado eso que te advierte: lo de que puedas hacer cualquier cosa por ti misma. Así es Mª Jesús, no se arredra ante nada.
ResponderEliminarTal y como tú describes, también yo he sentido la tierra estos días, el sabor de lo auténtico, ese sabor necesario para colocarnos en nuestro sitio.
Maia, una copa se izó por ti, tranquila.
Ánimo en tus proyectos y no decaigas.
Gata, tu entrega es hermosa y la acepto. Muchísimas gracias.
Mercedes Th., es que nuestra Mª Jesús emociona a cualquiera, a pesar de que, a veces, se coloca un traje adusto y gruñón, pero a nosotras ya no nos engaña, jajajaja.
Lembranza, Ourense, como toda la tierra gallega, está llena de magia. Vuestro paisaje no deja indiferente a nadie, te lo aseguro.
ResponderEliminarHemos disfrutado mucho, nos hemos acordado de todos vosotros y tú saliste en la conversación: una galleguita lejos de su tierra. Mª Jesús no lo resistiría, estoy segura, porque su querencia al terruño es inmensa y acaparadora.
Adelfa, quizás sonreíste por la niña que llevas dentro y yo te observo en tus escritos. Tu mirada conserva la magia y nombra el mundo que conforta.
Sí que traeré a Rosalía en alguna ocasión. Para mí, es una gran poeta, de un lirismo hermoso y aplastante.
Arobos, nada de nada. No nos dejó trabajar, nos mimó a lo grande, que ella amenaza, pero es una exagerada en entrega y en cariño.
Jose, que no perdamos nunca la ilusión, eso es lo que hace falta. Lo que nombramos y vemos con los ojos del alma, existe.
¡Vivan las hadas!
Tordon, estimadísimo Coma-Andante del submarino de todos los mares lúdicos, cómo quiere usted que abandone tales placeres terrenales. ¿No conoce ya mi afición a las buenas charlas y a las buenas mesas?
ResponderEliminarNuestra hada, no obstante ser Ministra de Aerobic, alimenta que da gusto, así que jamás le hará pasar hambre ni le pondrá albóndigas de cereales, pues en su mesa generosa se produce la multiplicación de las terneras, el engrosamiento de los peces y el dispendio de los frutos. Le aseguro que sus productos hortícolas, así como los de sus frutales, me han dejado maravillada. Esta boca que gusta de los verde y de lo rojo, guardó en su memoria esos frutos artesanos, pura maestría que sólo un hada trabajadora alcanza.
El corsario negro lo saluda también a usted y a la querida señora Lorz. Les recordamos con grandísimo cariño.
Las varitas, ay las varitas mágicas. Bien que las escondió nuestra Paradeliña. Seguro que para que no me hiciera con todas y las distribuyera, así que estamos en sus manos.
Kety, nos llegaron tus abrazos en un encuentro realmente emocionante.
Bel querida, te nombramos en Paradela, que es grande el afecto que te tenemos. Te abrazamos en la distancia, Espero que te llegara.
Hola Isabel, paso por aquí desde el blog de Virgi (PHOETICBLOG). Estuve viendo los tres videos que dejan una semblanza dulce sobre Ourense. Tierra que no conozco, pero más que nada lo que me ha cautivado es esta entrada tuya tal llena de magia y ternura. Me encantó saber que las hadas siguen ahí y que desde la infancia se han encargado de volver a pesar de que hubiesen estado medio escandidas. ¡Cómo me identifico con esa sensación que dejas patente en esta entrada. Y así yo, también con mi edad, vuelvo en volandas haciéndome cargo que siguen ahí todos esos seres benefactores que alguna que otra vez tocan el corazón de alguna manera. Y has sido elegida esta vez y has sido tocada también y yo me he complacido de ese viaje tuyo hacia otro sitio para compartir lo que te correspondía desde la infancia...
ResponderEliminarMe han llenado tus palabras y he sondeado tu blog que me ha parecido bello también. Ya conocía a María Jesús desde el blog de Sinkuenta (Alicia), y no cabe la menor duda que hay una autenticidad siempre en sus palabras y en su quehacer diario. Aunque haya llegado tarde te deseo lo mejor, que seguro así ha sido.
Un abrazo
Tanci
Tanci, por fortuna sí que existen las hadas. También es verdad que hay que enfocar la mirada para saber distinguirla, pues las hadas son silenciosas y trabajadoras, velan por nosotros sin que apenas nos demos cuenta, nos amparan en silencio, nos protegen sin palabras.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita y por tu hermoso comentario. Paso a conocerte. Menudas referencias traes: Virgi y el hada buena.
Un beso.
Soñar definitivamente es tan maravilloso, ver la vida de otra manera con más ilusión y esperanza de que hay algo mejor.
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