Fotografía de Isabel Martínez
Con el buen tiempo –por decir algo, porque treinta grados a las diez de la mañana ya anticipan el desierto venidero algo más tarde–, me gusta tomar un café en alguna de las innumerables terrazas de mi ciudad, una urbe que tiene la costumbre de vivir en la calle. Esta mañana, disfrutaba a la sombra de una palmera de mi café solo. Próximos a mi mesa, dos tipos con un elegante aspecto intelectual en los gestos charlaban tensamente. Llegó hasta mis oídos parte de su conversación crispada. Algo así:
–No me conoces bien.
–No tengo el gusto, pero algo te intuyo por tus palabras y por tus actos.
–Que sepas que lo he leído todo.
–Yo no. Estoy en la prehistoria.
–Ya decía…
–¿Qué decías?
–Lo que me dé la gana, que mis juicios son míos.
–Y los míos, míos, si tengo opción a tener juicios.
–Estoy de vuelta de todo, así que no me fastidies.
–Pues yo no estoy de vuelta de nada. Creo que no he dado ni una sola vuelta.
–Ese es tu problema.
–Y el tuyo es que estás pasado de rosca.
–Eres un ingenuo inconsciente.
–Y tú un imbécil prepotente.
–Hasta con pareados. Eres ridículo.
–Perdón, dios de las verdades. Hasta la próxima.
Desde mi atalaya mañanera de diálogos pillados al azar, así ha sido. Más o menos.
Querida Isabel: Estoy seguro de que esos dos tupos tan "intelectuales", eran españoles. Si hubiesen sido ingleses, alguno de ellos, al menos, hubiese dicho "Comprendo perfectamente su punto de vista". Un beso. Luis.-
ResponderEliminarEs verdad, Luis. Españoles de pura cepa, que en España vamos muy "sobraos". Por fortuna, no todos, pero sí una inmensa mayoría. Y eso de mirar por encima del hombro, es otro gran deporte nacional.
ResponderEliminarUn beso grande.
Yo pienso que, posiblemente, eran hermanos. Esas conversaciones sin llegar a más no se puede tener si no es con la patente de la familia.
ResponderEliminarDe todas formas menos mal que tu estabas a la sombra, aunque sea la de una palmera, porque aquí, a las 10 de la mañana y marcando los 30º, si llegas a estar al sol, terminas peleándote con la sombra de la palmera (Por cierto "La sombra de la palmera" es el título de un cuadro precioso de nuestro paisano y buen amigo Pedro Serna al que habrá que sacar en GENTE DE MI TIERRA
Ni idea del parentesco, Man. Coges frases, observas gestos y te asombras.
ResponderEliminarNo conozco ese cuadro, así que me voy a verlo a Mr. Google y ya me informaré detenidamente con tu entrada, que será tan documentada como en ti es característico.
Cuídate del calorcico, amigo Man, que se nos derriten hasta las neuronas.
Besos.
La próxima vez los invitas a un café, tal vez tu sonrisa pueda aliviarles la tensión...¿o estarían ensayando alguna obra de teatro?
ResponderEliminarMuchos besos. Y un abanico con mis sonrisas, tesoro.
Si es que algunas terrazas esto es habitual, si lo raro será el día que encuentres a jovenes charlando de politica o filosofía... jeje, bueno, por suerte si los hay, si. Muchos besos
ResponderEliminarHola amiga ,entre un hombre pasado de rosca y un hombre imbécil que se puede pedir, a si esta el mundo loco loco...
ResponderEliminarUn abrazo de MA, y gracias por tu visita y comentario dejado en mi blog .
No no no...es un chiste...o eran payasos? así discutían en público? Ja ja ja
ResponderEliminarSeguro que has oido esa conversacion y no estabas soñando con las calores que hace?
ResponderEliminarPorque me extrana que con la sudaera que hace no se hayan mandado a tomar por culo y terminaran tomandose el chocolate de espaldas. Por cierto a ver si algun murciano/a. ilustrado nos da alguna referencia de esta frase que a mi me hace mucha gracia " Tomarse el chocolate de espaldas" Un saludo Doña Isabel.
Así que cafe solo...
ResponderEliminarLa de veces que he pegado la oreja a una conversación callejera...
ResponderEliminarSe aprende, se intuye o se sale corriendo por las barbaridades escuchadas...
A mi me parecen una paraja echandose los trastos en la terraza porque no tienen otro sitio mejor.
Algún día dejaré alguna historia de estas que se me pegan a la oreja...¿Y las conversaciones con móvil...? Esas son geniales porque sólo escuchas una parte,éstas a veces me parecen odiosa, sobre todo porque gritan de forma descosida...¡ A mi qué me importa!...
Besicos amiga
FE DE ERRATAS: paraja no, "pareja"
ResponderEliminarje,je,je...
Uy, Isabel. Está clarísimo como el café de mediodía: Son modistos. El tipo # 1 reclama al tipo # 2 el haber ido a la playa usando el PAREO que entre los dos habían diseñado. ¿Cómo lo supo el tipo #1? Obvio, LEYENDO TODO el artículo de un paparazzi… Oooops… Creo que el calor me está afectando… Muchos besos!!!
ResponderEliminaren mi ciudad no discuten con ese tono tan intelectual, es algo mas al estilo "ZORRA" "ZORRA TU PUTA MADRE, GUAPITAAAA" ...
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe encanta, yo también hago eso, y cuando no soy capaz de escuchar, soy yo la que pone las palabras analizando gestos y ademanes. Si me toca una espera larga de tren o de aeropuerto, les invento parentesco, profesiones y algunas veces hasta le diagnostico patologías varias.
ResponderEliminarNo es por cotilleo, es simple entretenimiento.
Un abrazo con café de madrugada.
Ay m'hija! Qué chusma! Escuchando conversaciones ajenas...! y creo que no es la primera vez que lo hacés!
ResponderEliminarjijijijijij...
Bacione
Virgi, no se me ocurrirá acercarme a tipos que se expresan en semejantes términos.
ResponderEliminar¿Ensayo de una obra de teatro? Es posible. Escenas mentales, pensamientos no dichos, aristocracias intelectuales no expresadas, qué sé yo.
C’est la vie.
Abrazos enormes para ti, chica estupenda.
Suso, de todo se escucha. Sin querer, por supuesto, que no soy cotilla. Sólo que, a veces, el espacio auditivo es invadido con furia. Mientras los ojos miran en dirección contraria, los oídos se alertan y la sonrisa se contiene.
ResponderEliminarBesos para ti también.
MA, cómo me he reído con tu comentario. Buenísimo. “Hombre pasado de rosca” y “hombre imbécil”. Jajajaja. El mundo está loco y nosotros con él.
ResponderEliminarBesos agradecidos por las risas.
Pulgarcito, es que no te puedes figurar los efectos del calor sobre las mentes calenturientas. De chiste en chiste y tiro porque me toca, que el mundo está lleno de payasos con necesidad de circos.
ResponderEliminarBesos transoceánicos, querido amigo.
Curro, los calores inspiran y afilan las lenguas. Por fortuna, sin llegar a las manos, que las palabras afiladas son más cortantes e hirientes que un millón de puños en acción.
ResponderEliminarConozco esa frase que apuntas: “tomarse el chocolate de espaldas”. Lo que no sé es el origen. Algún sesudo habrá que nos lo soplará.
Un saludo, señor Don Curro (¡será por tratamiento!).
María Jesús, solo y fuerte, que no soy de medias tintas. La cafeína eleva las tensiones que los calores mandan al subsuelo. Y pensar que, de joven, no me gustaba el café… Qué ignorante era.
ResponderEliminarBiquiños virtuales que, en escasos días, serán reales.
Cabopá, veo que no te extrañas, porque tú sabes que esta tierra nuestra es así de florida en elogios e improperios.
ResponderEliminarCuenta tú también y nos reiremos con gusto.
Lo que comentas de quienes van por la calle con el móvil es impresionante, y a voz en grito. A mí me mosquean mucho últimamente los que hablan solos y no se sabe con qué. Pasan a mi lado y no les veo ni móvil ni pingajillo ni “ná de ná”. Cosas de duendes o de locos, jajajaja.
Besicos, majísima.
Alenka, me encanta tu comentario. Eso, “modistos” o lo que se nos ocurra. La imaginación al poder, con o sin poder “potestas”, que sus poderes de “auctoritas” son absolutos e irreverentes.
ResponderEliminarBesazos, criatura espejiana.
Sandalia, en tu ciudad llaman al pan, “pan”, y al vino, “vino”. Como debe ser. Aquí, en ocasiones, serpentean en las antipatías y resultan floridos en el insulto. Cosas nuestras, “barroquismos de la tierra”.
ResponderEliminarBesos, preciosa.
Paloma, como tú, con lo que más disfruto es imaginando historias y vidas, quereres y odios, y hasta locuras y sus vertientes. Por supuesto, no por cotilleo, sino por esa mirada narradora que no me abandona nunca. Si no monto la historia, no está completa la observación. Eso sí, no todos inspiran, pero algunos…
ResponderEliminarUn beso enorme con un café mañanero, delicioso y humeante.
Nina, ¿me retirarás el saludo por ser chusma? Ay, no lo hagas, que lloro. No espío; sólo me llegan frases y compongo. Nada humano me es ajeno, como dijo alguien sabio. Tú eres artista y bien sabes que la observación es esencial. Observación y composición creativa sobre ella, seamos exactos.
ResponderEliminarBaci, mi queridísima aristócrata.
P.D.- Sí, soy reincidente. Entono el "mea culpa", pero sin propósito de enmienda.
Deduzco por la conversación que participaban un "listo" y un "ingenuo", aunque, según se mire, a saber quién es quién. La frase del listillo "Estoy de vuelta de todo" no la soporto, me pone enferma cada vez que alguien me la suelta dando a entender que todo lo que le puedas decir ya lo sabe de antemano; que ya ha estado en todos los lugares y vivido todas las situaciones. ¿Se puede ser más cretino? Pues si tanto sabe ¿por qué discute?
ResponderEliminarFeliz fin de semana y ponte a la sombra que el sol pica.
Un abrazo.
Isabel seguro que después volvieron a hablar y... las cosas fueron a peor,jaja.
ResponderEliminarun besito
Isabel, yo también salí a la calle ayer por la mañana, al desierto. Caminé entre la sombra de los edificios dirección el bazar del TBO. Iba pensando en mis cosas, cuando al cruzar el puente viejo miré hacia atrás y me encontré con la torre de la catedral. Me acordé de ti y de esa magínfica foto que lanzaste en las fiestas de primavera.
ResponderEliminarMuy fuete lo de estos tipos...
Un abrazo callejero amiga mia.
Fumador.
Mercedes, estoy de acuerdo contigo, porque a saber cuál es más listo, o más humano y sabio. Esos que se las saben todas, es que no saben nada, ni recuerdan la célebre frase de Sócrates (“Sólo sé que no sé nada”).
ResponderEliminarJajajaja. También a mí me asquean quienes están de vuelta y lo que no saben es que están pasados de rosca.
Sí que pica el rubio. Y acaba de empezar esto de la calorina.
Besicos y buen fin de semana.
Yo, a peor o a mejor, según cómo se mire, porque a algunos más vale no volver a hablarles, ¿no te parece?
ResponderEliminarBesos a ti también.
Fumador, tengamos resignación que, con suerte, este verano nos convertiremos todos en cactus y no sólo algunos de las terrazas. Esta tierra da cada cosecha…
ResponderEliminarDigo que a ver si nos vemos por el desierto callejero y nos vengamos con una buena cerveza. Pero esperaremos a que los finales hayan concluido, ¿ok?
Besazos, amigo.
Yo creo que todos o casi todos, aquí en España -como dice Luis-, perdemos los estribos con facilidad y nos desbocamos sin límite. A mi me ha pasado. Un abrazo.
ResponderEliminarYa sabes que me encantan estas piezas breves de diálogos pillados al azar, ya los encontraba a faltar.
ResponderEliminarY por cierto, qué cosa tu mail... que ya sé con quien compartirás café muy prontito y me muero de envidia... y hasta aquí puedo leer. Pero espero entradas descriptivas. Un beso y te contesto luego.
Oye, esta conversación si será cierta verdad? Es que es un poco extraña para ser la primera hora del día y en una terraza.
ResponderEliminarbesos
Parece un diálogo de besugos, a pesar del aspecto de intelectuales que parecían tener.
ResponderEliminarNo sé si calificar este diálogo de enigmático o del clásico "de besugos". En cualquier caso, narrado por tí tiene una salsa especial. Besitos y no te acalores mucho.
ResponderEliminarQue sus juicios son de él sin duda... pero qué juicios !!! Los intelectuales son a veces el sentido del sinsentido, pero en todo caso nunca dejan de resultar interesantes je,je. Besos miles, (te tengo preparado el bolsito !)
ResponderEliminarJua jua!
ResponderEliminarSos una divina...!
Yo soy re chusma también; nada más divertido que escuchar conversaciones ajenas e inventar el resto.
Así que cómo te voy a retirar el saludo siendo que pertenecemos al mismo club?
(Lo de "aristócrata" por qué viene? Está bien que desciendo del Conde de Comillas, pero nunca lo he divulgado...)
Baci baci e tante baci
O era Marqués?
ResponderEliminarbacici
Mateo, somos latinos y, por tanto, pasionales. Nos encendemos con nada y alzamos la voz más de la cuenta. En todo caso, nos mantenemos lejos de la abulia.
ResponderEliminarAbrazos.
Ramon, sé que disfrutas estas conversaciones a medio camino entre el humor y la crítica, y a mí que me alegra.
ResponderEliminarEs posible que haya alguna entrada gallega, quién sabe.
Petons.
Txema, en parte, es cierta y, en parte, literaturizada. Cuando un español se calienta, le da igual la hora o el sitio. Somos así de poco aburridos.
ResponderEliminarBesos, amigo.
Arobos, por el hecho de ser intelectuales, o parecerlo, no se libran de ser unos besugos o unos merluzos, que la intelectualidad no es patente de corso que salve de la tontería.
ResponderEliminarIsabel, a tu elección lo dejo, que cada lector interprete como quiera, que ancha es Castilla y estrechas algunas mentes que se consideran espaciadas.
ResponderEliminarBesicos para ti también y que Juno nos proteja de los rigores del calor.
Maia, para mí los intelectuales son personas y por el hecho de ser tales no van especialmente nimbados ni tienen inmunidad. Como el resto de los humanos, cada uno es de su padre y de su madre. Y te aseguro que existen algunos tremendamente insufribles y vanidosos. Que los dioses nos protejan de los popes culturales y envarados.
ResponderEliminarNina excelentísima, marquesa o condesa, divina y chusma, compartimos club, abolengo y carcajada.
ResponderEliminarMuak, preciosa.
P.D.- ¿Será verdad lo tuyo? Capaz eres. Pues que sepas que Comillas es una preciosa localidad cántabra. Allí, me hechizó "El capricho", de Gaudí.
Ahhhh, pero que me hacen reír me hacen reír. Son muy graciosos dentro de su vanidad (para mí claro...). Besos
ResponderEliminarQuerida Isabel, tus cafés son muy pero que muy creativos... Qué suerte!
ResponderEliminarUn beso
Gracias amiga Isabel por tu comentario dejado en mi blog.
ResponderEliminarUn abrazo de MA.
Isota: tráete a Ramón en la maleta.
ResponderEliminarMaia, graciosos, graciosos... A veces.
ResponderEliminarA mí me gustan los que no se toman demasiado en serio, porque el sentido del humor es uno de los máximos distintivos de la inteligencia.
Los que están hiératicos en el Olimpo suelen ser bastantes insufribles.
Carmen, no hay nada como un buen café aderezado con humor.
ResponderEliminarMe gusta con azúcar, aunque otros, por lo que ves, prefieren la sal.
Besos.
Gracias a ti, MA.
ResponderEliminarMaría Jesús, si está por la labor... En el coche cabe. Así que tú mismo, Ramon.
ResponderEliminarQué ganas tengo... Ya queda poco para que te estruje, para conocer a Cuco y a Chispa, para acariciar los perros, para comer ¡cerezas! y fresas salvajes.
Uy, qué ganas tengo.
Avisa a Dilaida o desde aquí se lo decimos, que también estoy deseando darle un abrazote.
Galicia y, en concreto, Paradela, se ha convertido en el escenario de mi ilusión máxima ahora mismo.
Ando preparando. Ya verás.
Pues fíjate que yo me pongo del lado del ingenuo inconsciente, que intuye y habla con pareados...
ResponderEliminarUna conversación pescada al azar que da que pensar, sí.
(Quiero una entrada conjunta -y fotos!- desde Galicia...pillinas)
Es una conversación que podríamos haber oído en muchas partes y entre personas muy diferentes. Eso le da un cierto toque de universalidad, en el no escuchar ni querer hacerlo.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Sí señor! Eso es amistad, y no lo de Rajoy con Camps
ResponderEliminar¡salud!
Si Isa, capáz que me exprese mal pero sí, totalmente de acuerdo contigo y no te lo digo para quedar bien, que yo pelos en la lengua no tengo. Tengo muchos pero en otros lados. En realidad creo que me causan mucha gracia porque a veces no entiendo ni jota de lo que dicen. Y esto de entrar mil veces en tu post es pura excusa para dejarte más besos y abrazos je,je.
ResponderEliminarBueno, Isabel... No te quiero dar trabajo, forjándote a devolver nuevos comentarios, pero sepas que te leo. Casi me alegro de que hoy domingo haya llovido en mi ciudad y quedarme en casa, en silencio. Un beso1
ResponderEliminarEstas conversaciones de café que escribes me gustan especialmente. Te dije en "El divino" que tenías que ver una película que se llama "A 23 pasos de Baker Street". Seguro que con el poco tiempo libre que has tenido no has podido echártela al cuerpo. Te insisto, tienes que verla, te gustará. Un ciego escucha en un café una conversación donde cree oir que van a secuestrar a una niña. Hasta aquí puedo leer.
ResponderEliminarSigues en forma.
Besicos.
Isabel,me gusta mucho observar a la gente que me rodea. No es simplemente curiosidad, es que puedo ver como va la sociedad que me ha tocado en el camino por las conversaciones y actitudes.
ResponderEliminarMuchas veces, me asombro por aquello de que hay gente pá tóo...como dicen en Sevilla.
Amiga Raticulina, es normal que nos pongamos del lado del ingenuo. Nosotras, tan vapuleadas, aún somos unas ingenuas no escarmentadas. Por fortuna. Ya ves, hasta con pareado.
ResponderEliminarSe estudiará tu petición y veremos en tierras gallegas, jajaja. Si el vino y las excursiones lo permiten… Nos acordaremos de ti, ya verás. A ver si me despido por unos días aquí como corresponde, que estoy ansiosa, y es que no siempre se dispone una a conocer a un hada buena.
Camino, sí que se puede universalizar esa conversación. Creo que, en algún momento, todos hemos escuchado algo similar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mariano José, me encanta tu comentario. Me he reído a carcajadas.
ResponderEliminarEres la sal de este blog.
¡Salud, amigo!
Ana, qué alegría verte por aquí y más aún saberte cerca, que es mucho el aprecio que te tengo.
ResponderEliminarNo me molesta contestar los comentarios, te lo aseguro. Me tomo el blog con tranquilidad, como un disfrute, que es lo que debe ser, y los comentarios son una especie de charleta con los buenos amigos, un esparcimiento virtual. Ojalá admitiera este mundo una cervecita por medio, o un café, o un vinillo. Sería completo.
Un beso enorme, querida Ana.
Maia, también me has hecho reír con la cuestión pilosa.
ResponderEliminarMe encanta verte por aquí y me encantan tus besos y tus abrazos, así que entra cuanto quieras.
Muchos arrumacos para ti.
Presi Thornton, no he visto aún la película y te amenazo con que, a mi vuelta de Paradela, me la proporciones si cae bajo tus dominios, porque ya es mucho el pique que tengo con ella.
ResponderEliminarEn otro orden de ideas, sabes que los deportistas somos esforzados y entrenamos a diario, así que espero no perder la forma.
Besicos.
Maripaz, escuchando siempre aprendemos y, como dices, nos ubicamos.
ResponderEliminarHay gente, gentuza, buena gente, maña gente, gentecilla… y, por supuesto, “pa´tó”.
Eso del “pa´tó” es una anécdota del torero El Gallo y Ortega y Gasset. Un día los presentan, al torero y al filósofo. Cuando le dicen al Gallo que Ortega es "filósofo", se extraña, enarca las cejas y reponde: "Hay gente pa´tó".
Besos.
No nos queda más remedio que estar siempre atentos a lo que sucede a nuestro alrededor, y al mismo tiempo, es muy recomendable ser discretos en nuestras conversaciones de café: ¡podría haber alguien escuchando!
ResponderEliminarUn abrazo.
Vaya! Esa última frase resulta demoledora, independientemente de quién tuviera razón, que a lo mejor ninguno la tenía. O los dos. Eso sí: se les ve educados. Apenas se les escapó un "imbécil"... ;))
ResponderEliminarLlego tarde (he estado de viaje el fin de semana) pero llego, querida amiga.
ResponderEliminarInteresante...
Por cierto, estos dos tipos, ¿no serian abogados por casualidad? Me resulta tan familiar su lenguaje...
UN ABRAZO ENORME.
Yo también llego tarde Isabel, he estado de congreso. La verdad es que suena a muy de postin, pero era un congreso de Auxiliares de enfermería. Oju! la de especímenes que hay por el mundo. Un abrazo
ResponderEliminarJose, toda discreción es poca, porque hay por ahí algunas que son unas chinches que sacan los trapos sucios.
ResponderEliminarBesazos para ti y para Paloma.
Xocas, eran educados, con una exquisita educación hiriente, y con un tono de voz moderado, que las formas son las formas hasta para disgustarse.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cornelivs, no me extrañaría que fueran abogados o juristas de cualquier otra calaña, que a mí también me resulta muy familiar ese lenguaje.
ResponderEliminarMe encanta tu humor negro, querido amigo.
Un besazo.
Lembranza, llegas justo a tiempo, que vamos todos como el conejito de "Alicia en el país de las maravillas": "llego tarde, llego tarde, llego tarde". Qué sociedad apresurada la nuestra.
ResponderEliminarPues un congreso como al que has ido, me parece importante. Si no, que se lo pregunten a los enfermos de los hospitales. Pongamos las cosas en su sitio.
Abrazos enormes.
Con sentido aprecio
ResponderEliminarpara; mi amiga Isabel...
De regreso
Lo prometido
hay que continuarlo...
Mis huellas te acerco
como antes de partir
En ellas traigo
aromas de un mar bravío
que en el norte se ha quedado
apenado al decirle adiós
Su brisa me llama
y las gotas de batidas olas
que en mi cara se posaron
susurran...
que me sigue esperando
La luna, su eterna amante
con esmerada ternura
en compañía de luceros
van guiando el camino
que me acercan a tu espacio...
Ellos saben que no te olvidé
cuando era poseída por su belleza
tu estabas en mi pensamiento...
por el afecto que siempre
me has demostrado.
María del Carmen
Mari Carmen, muchas gracias por estas bellas palabras.
ResponderEliminarMe alegro de tu vuelta.
Un beso.