A mi amigo Ramón, Eastriver,
con quien comparto el gusto por las fuentes
y por la excelsa poesía de san Juan de la Cruz.
Fuentes en la Glorieta, Murcia
«Que bien sé yo la fonte que mana y corre
aunque es de noche.»
El agua, omnipresente en las terrazas del jardín de la Villa d'Este, con preciosos
paisajes sobre los Montes Tiburtinos, Tívoli
«Aquella eterna fonte está ascondida
que bien sé yo do tiene su manida,
aunque es de noche.»
Fuente en la Vía de los Foros Imperiales, Roma
«En esta noche oscura desta vida,
que bien sé yo por fe la fonte frida,
aunque es de noche.»
Fuente en Benidorm, Alicante
«Su origen no lo sé, pues no le tiene,
mas sé que todo origen della viene,
aunque es de noche.»
Fuente de Diana de Éfeso, o de la Madre Naturaleza, en Villa d'Este, Tívoli
«Sé que no puede ser cosa tan bella
y que cielos y tierra beben della,
aunque es de noche.»
Detalle de una fuente en el claustro de la catedral de Barcelona
«Bien sé que suelo en ella no se halla
y que ninguno puede vadealla,
aunque es de noche.»
La Sibila Tiburtina vigila en la Fontana dell'Ovato en Villa d'Este, Tívoli
«Su claridad nunca es escurecida,
y sé que toda luz de ella es venida,
aunque es de noche.»
La Fontana del Moro en la Plaza Navona, Roma
«Sé ser tan caudalosos sus corrientes,
que infiernos, cielos riegan y las gentes,
aunque es de noche.»
Detalle de una fuente en los jardines del castillo de Linderhof, Baviera
«El corriente que nace desta fuente
bien sé que es tan capaz y omnipotente,
aunque es de noche.»
Juegos de agua en Villa d'Este, Tívoli, con la fuente de Neptuno en primer plano y arriba el llamado órgano de agua
«El corriente que de estas dos procede,
sé que ninguna de ellas le precede,
aunque es de noche.»
Juegos de agua en Villa d'Este, Tívoli
«Bien sé que tres en sola una agua viva
residen, y una de otra se deriva,
aunque es de noche.»
Camino de agua en Villa d'Este, Tívoli
«Aquesta eterna fonte está escondida
en este vivo pan por darnos vida,
aunque es de noche.»
Fuente de las Tortugas en la Plaza Mattei, en el Ghetto, Roma
«Aquí se está llamando a las criaturas,
y de esta agua se hartan, aunque a escuras,
porque es de noche.»
Una pequeña fuente en Villa d'Este, Tívoli
«Aquesta viva fuente que deseo
en este pan de vida yo la veo,
aunque es de noche.»
Fuente con bicicleta en el burgo de Sant'Angelo, Roma
«¡Oh, cristalina fuente,
si en essos tus semblantes plateados
formases de repente
los ojos deseados
que tengo en mis entrañas dibujados!»
Detalles de la Fontana Rometta, en Villa d'Este, Tívoli
Todos los versos son de san Juan de la Cruz. Juan de Yepes y Álvarez, habiendo transcrito íntegramente el «Cantar de la alma que se huelga de conoscer a Dios por fe», y siendo la última estrofa del Cántico espiritual.
Detalle de una fuente en Benidorm
Todas las fotografías han sido hechas por Isabel Martínez Barquero
Fuente en la isla de Paul Ricart, Francia.
Si alguna vez me pierdo o decís que «me hice perdidiza», estaré en los versos del amado poeta, y nunca será por toda la hermosura, «sino por un no sé qué / que se alcanza por ventura».
Con san Juan de la Cruz, siempre estoy «ganada».
Fuente en Villa d'Este, Tívoli
Ando escasa de tiempo y sé que os debo unas cuantas visitas. Intentaré ponerme al día poco a poco, sin agobios.
ResponderEliminarBesos para todos.
Profundo San Juan de la Cruz. Hermosísimos sus versos. Que la mística parece cosa de otro espacio(también santa Teresa tiene hermosura para dar y tomar, aunque distinta).
ResponderEliminarTu parte, las fotos y la unión, perfectas.
Hoy he madrugado y vengo a escuchar que bien suenan esos chorros...
ResponderEliminarTe falta una fuente muy, muy cercana....je,je,je...
Besicos
Yo quiero ser perdidiza entre esos versos del poeta. Y quién no?
ResponderEliminarNo hay nada como perderse entre tanta hermosura para poder encontrarse un@ mism@.
Preciosas fotos Isabel, una entrada expuesta con mucha ternura y delicadeza.
Abrazo
mj
no se que ha maravillado mas las fuentes o la poesía, que bello conjunto has creado querida isabel.
ResponderEliminarUnbesazo
He leído y vuelto a leer, una vez más, esta deliciosa entrada.
ResponderEliminarTus magníficas fotos y esos versos que calan hasta lo más hondo.
(Es uno de los poetas a los que recurro cuando quiero reconfortar el alma)
Entenderé que te pierdas intentando alcanzar esa ventura.
Eres un lujo, mi querida Isabel.
Un enorme abrazo agradecido.
Me ha encantado, como bien sospechabas, jajajajaja, nos vamos conociendo, nos vamos conociendo... Sabes de mi amor por el Santo, que escribía palabras que podían romperse, como el cristal, como el agua. Por eso están tan bien traídas esas palabras y esas fotos.
ResponderEliminar¿Y el Tritón romano? ¿Dónde te dejaste el tritón?, jajajajajaja, es broma, es broma, yo iba pensando a medida que iba viendo y leyendo, a ver si pone el tritón de la Piazza Barberini, pero no, ná de ná... no ha habido tritón.
Es una broma, obviamente. Porque la entrada me ha parecido fruto de tu enorme sensibilidad: poesía y agua se parecen más de lo que mucha gente sospecha. Ambas se adaptan, ninguna miente, ambas dejan pasar la luz, ambas proponen enfoques, las dos nos sacian.
Un abrazo grande y cuídate. Cuídate molt. Te llamo cualquier día.
¿Por qué las fuentes nos dejan con la boca abierta? nos calman, nos detienen, nos sosiegan. El ruido que hace el agua, la música del agua. Unas son la transformación o simulación de los arroyos naturales, otras decoran las ciudades, son junto a esculturas de piedra, arte, escenas de mitología y religión.
ResponderEliminarMadrid es una ciudad de fuentes, la madre de todas es la de la Diosa Cibeles, después Neptuno. En el Retiro hay una en cada rincón, allí te puedes detener a sentir el agua. A mi decepcionó la Fontana de Trevi. De San Juan no te digo nada.
¡Abrazos!
Que´fuentes más hermosas!!
ResponderEliminarson fotos maravillosas de postal
los versos acuosos deslizándose por entre las imágenes son todo un goce
felicitaciones
Besitos y luz
Mil felicidades para ti y los tuyos en estas fiestas
amor, armonía y salud son mis deseos para estas fechas
Isabel, siempre es un placer visitarte, te lo he dicho varias veces, pero es que nunca dejas de sorprenderme con lo que aquí nos muestras.
ResponderEliminarLas fotografias son preciosas y has estado muy acertada acompañandolas de esos bellisímos versos.
Ramón se lo ha debido de pasar muy bien con tu dedicatoria.
RAMÓN, tenía varias del Tritón de Bernini, pero ninguna me seducía, ni las de 2005, ni las de 2006 ni las de este año. La plaza Barberini bien sabes que es un reguero de personas y no tuve manera de sacar la fuente sin nadie: siempre atestada de turistas.
ResponderEliminarPero gustarme, me gusta, claro que me gusta, como todo lo salido de las manos de Bernini.
Hay otras fuentes muy emblemáticas que no he sacado, como la Redonda de Murcia o la de Cibeles en Madrid, que cita el amigo Antonio. Pero tiempo habrá, que este cobijo acoge ya bastantes fuentes, pues además de las de esta entrada existen otras por el blog, como la muy cercana a la que se refiere Cabopá (en "Desierto", poema publicado en diciembre de 2009) o una preciosa con un Cupido disparando una flecha, del castillo de Linderhof, que si no me falla la memoria puse en un nanorrelato, o trallazo, titulado "Muerte vertical".
San Juan es único, un poeta sin precedentes en nuestra historia literaria. Me da igual si lo califican de orientalista o de próximo a la tradición sufí, sobre todo al nacido en estas tierras murcianas Ibn Arabi. Su hondura me nutre, su desapego de lo material me pone alas, su simbolismo me cimienta, su sensibilidad me sacia.
Algún día te contaré lo que sufrí, lo que me impactó, cuando vi el lugar del martirio que le propinaron en Toledo, donde compuso el "Cántico espiritual" en su cabecica de medio fraile, así como el peligroso sitio de la muralla por donde escapó.
Pero no será la última vez que acuda al santo, pues no es un solo "amoroso lance", sino muchos los que tengo con él a lo largo de los años.
Me cuido, amigo, y estoy en la mejor compañía, que "entréme donde no supe" y me hace falta un guía.
Entrada preciosa, la poesía y el agua unidas por tu hábil mano. Me encantan esas fuentes, gracias Isabel por mostrarlas.
ResponderEliminarBicos
Me ha encantado ese reguero de fuentes, tan bien acompañadas por la cadencia de esos versos.
ResponderEliminar(Cuánto debes haber disfrutado en Italia!)
Un abrazo.
Te ha quedado tan hermosa esta entrada entre la poesía del Maestro y tan hermosas fotografías que hasta a mi me llegó su agua. Agua que lava, que limpia, agua que purifica, que alivia los corazones heridos de tristeza con su tintineo en las fuentes. Agua que refresca, agua para mojar un dedo y hacer círculos y dejarse llevar en pensamientos que consumen tiempo que tiempo ganado, que no perdido, agua que diluye la pena y renueva el alma.
ResponderEliminarLas fuentes también son un bálsamo para mi espíritu y has logrado que sienta el ritmo cantarín del agua acompañando los versos. Gracias :)
ResponderEliminarTe felicito por tu sensibilidad
un abrazo
He hecho la lectura de san Juan “de vuelo”; las fuentes me han sosegado. ¡Cuánta "soledad sonora"! Besos.
ResponderEliminarEl agua en todas sus formas es una de mis pasiones. Las fuentes, los lagos, los glaciares, los carámbanos en la ventana... Precioso como siempre. San Juan y Santa Teresa, maestros eternos. Besos.
ResponderEliminar¡Magnífico, querida Isabel! Me has enlazado con el San Juan que abandoné en mi juventud lejana y que poco he vuelto a leer. Nunca es tarde para retomar el camino de los Grandes, que como el agua, nos nutren una y otra vez.
ResponderEliminarEl agua, ese manjar de la naturaleza, purificador y transparente como el alma del Arte.
Un abrazo, mi aplauso, mi admiración.
(yo)
ResponderEliminarYo, que llego tarde, mal y siempre con la lengua afuera te he leído, Isabel, con tanto agradecimiento y al mismo tiempo escuchaba este milagro que ha colgado en su blog otra buena amiga...y pensaba y pienso en la suerte tan grande que tengo.
ResponderEliminarUn abrazo agradecido, guapa.
¡Qué sonoro rumor! ¡Qué feliz tono musical! ¡Qué ronroneo!
ResponderEliminarSentarse cerca de una fuente y sentir su gorgoteo ininterrumpido es la mejor forma de establecer un contacto entre el espíritu y el cuerpo.
Las civilizaciones que supieron lo que era la paz de espíritu y las ciudades con vigor propio poseen fuentes para que los ciudadanos puedan sentir el sonido de quien les dio la vida.
Una ciudad sin fuentes no puede sentir la espiritualidad de los poetas que cantan al rumor del agua que les acompaña en sus reflexiones.
Isabel, un espléndido canto a la belleza, a la paz y a la sonoridad del más puro compuesto de la Naturaleza encerrado en sus pequeñas jaulas de piedra.
Un fuerte abrazo, querida Isabel.
Me has subido a las alturas, de la mano de San Juan de la Cruz y de éstas maravillosas fuentes, "algo tendrá el agua cuando la bendicen"...ese hermoso desposeimiento de lo material que eleva y nos llena de paz. Gracias querida Isabel por tanta belleza!!. Como añoro las fuentes y albercas de la Alhambra...
ResponderEliminarLas son preciosas!!
Muchos besos!!
Isabel, yo cuando estuve en Toledo no seguí la ruta del santo (bastante tenía con la del Lazarillo, jaja, y en dilucidar si la Celestina se paseó por Toledo, demasiado pendiente en cualquier caso, o por Talavera de la Reina, que no conozco pero que según los sabios viajados debe ser ahí). Por eso te invito a seguir hablándonos del santo, porque te aprovecha y nos aprovecha.
ResponderEliminarSe precisa de una sensibilidad muy especial para apreciar hasta esos límites a San Juan. Hasta los límites del dolor... casi. Y esa poesía arábico-hispánica que citas, tan desconocida en general pero tan delicada, tan cuidada, tan sensible (y tan de fuentes, también) merece nuestra atención y que volvamos a ella. Mis conocimientos son muy precarios. O sea que si sabes de alguna antología buena me silbas la referencia, que llegan las navidades y me apetece leer poesía (releerla la releo siempre).
¿Conoces Granada? Porque al hilo de tu entrada y de esa poesía árabe española viene que ni pintada esa ciudad maravillosa... Recuerdo que paseando por la roja Alhambra vi ese pasamanos de una escalera convertido en riachuelo (hermoso y poético nombre el de la escalera del agua, ni más ni menos). Porque el agua es luz, es frescura, pero es sonido también.
Tu entrada es de las que nos reconcilian con todo: incluso con los lunes por la mañana.
Bellas, llenas de vida.
ResponderEliminarsaludos
Gran profundidad en fuego latente, lleno de la sabiduría de agua sedienta que coore por las venas bendiciendo cada átomo del universo de las almas que cantan y danzan.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí la poesía se me resiste. Pero entre todos me iré mojando. La fuente y el agua, inspiradores de los sueños.
ResponderEliminarPrecioso reportaje de fuentes, que ganan categoría con los versos de San Juan de la Cruz.
ResponderEliminarBesos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Qué hermosura!
ResponderEliminarAbrazos de agua y de palabras.
Hola Isabel. He contado hasta veinte fuentes distintas en esta entrada tuya. Veinte preciosas fuentes destacadas por las sensibles palabras de una fina poesía. Pero al sonoro tiembre de la poesía se le añade el burbujeo cristalino del agua, salpicada de sonoridades sonoras. Coincido con EastTriver, nada más relajante que las fuentes estacionadas en la Alhambra. Cómo que ese susurro contónuo del agua es apaciguador, ctrando la atmósfera serena que se buscaba en aquel entonces. Bellísima y sonora estampa Isabel. Tan llena, tan vvificante y tal poética. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarExtasiado me hallo, Isabel. Tanto, que ni las palabras me salen después de tanta belleza poética y tanta belleza fotográfica. Una maravilla se mire como se mire.
ResponderEliminarMe ha encantado, paisana.
Un abrazo de Mos desde mi orilla de agua.
El otro día ya te leí tu pasión por las fuentes, y ahora me quedo alucinado viendo tantas y tan bellas reunidas.
ResponderEliminarY es que, aunque de noche, las fuentes siempre se hacen notar, por su calmo cantar :)
Y nada de prisas ¿vale? Ya sabes cómo brota el agua de las fuentes, tranquila, sin estreses, sin antes ni "despueses"... el río de la vida siempre es así: siempre el mismo, aunque cambiante.
Muchos besos.
Hola Isabel: Tu casa siempre tan llena de cultura, y de fotografías espléndidas. Hace tempo que no he leido a San Juan de la Cruz. Tu me lo has hecho mas apetecible, si cabe.
ResponderEliminarEs un enorme placer hecerte un ratito de compañia.
Entre tanto bullicio, y tan malas notícias, se agradece, hallar un rincón de tranquilidad, con tan bellas palabras.
Un beso.
Saludos Isabel.
ResponderEliminarAquí reconvertido en planta y, contemplando tus fuentes de vida y sabiduría aunque es de noche.
sintiendo su luz y su ruido, su obra de limar la boca del tiempo transcurrido, aunque es de noche.
un abrazo.
Querida Isabel, aunque profano en fuentes, en San Juan de la Cruz y en tantas otras cosas, debo agradecerte que me hayas retrotaido a la pza. Nabona, a Bernini y a los juegos de agua del palacio de Hellburn de este verano que tenia medio olvidados. Un abrazo.
ResponderEliminarHola amiga Isabel, como buena murciana sabes engrandecer el sonido del agua, su sonido refresca el corazón en los días cálidos de mi Murcia querida ¡¡¡ que bella es!!!
ResponderEliminarCuantas fuentes preciosas aparecen en tu entrada, son tan buenas las fotos que me parece escuchar su sonido, al igual que escucho el mar de mis amores, El Mar Mediterráneo que junto al Mar Menor llenan mis oídos de risas, y ojos de lagrimas ante su belleza. Una bonita entrada. Un beso amiga murcianica.
Setiembre...
ResponderEliminaro seca fuentes, o arrastra puentes...
les oí decir (o me contaron que decían) a los míos en Astrias.
Y desde entonces,
¡Ay, como elagua...!,
que diría otro cercano.
Kisses!
No me gusta la poesia de los misticos, pero el reportaje de las fuentes me ha encantado. Por cierto voy a ver como te puedo mandar otro reportaje de fuentes de mi pueblo, no tan explendorosas como esas pero con mucho encanto, sobre todo una. Te va a gustar. Un abrazo.
ResponderEliminarCreo que algunos poemas de San Juan de La Cruz están entre los mejores de la lengua castellana. Acompañados de estas refrescantes fotos de esos lugares mágicos y sugerentes que siempre serán las fuentes, tienen aún mayor poder de sugestión...creo que incluso para los no creyentes. Desembarazarse de prejuicios es muy interesante para beber en esa fuente eterna e infinita.
ResponderEliminarUn abrazo, Isabel. Deja lo de las visitas debidas...para cuando haya más tiempo.
Después de una entrada tan magistral como esta, me quedo tan tranquila si no me vienes a visitar y ocupas tu tiempo en crear estas maravillas. Ya me tienes ganada de por vida, Isabel del alma mía.
ResponderEliminarEstoy flotando.
¿Cómo has visitado tantas fuentes?
Yo te iba a decir que a mi las fuentes que me gustan son las fuentes salvajes de los campos. Pero cómo sustraerse de estas fuentes tuyas que hoy nos has traído.
GRACIAS
TQM
Las imágenes y las citas nos "refrescan" como el agua. Aunque sea de noche, el agua es una bendición. Beso.
ResponderEliminarMenudo trabajazo, me he delitado con cada una de las imagenes y su texto.
ResponderEliminarsaludos
Que delicia Isabel. Que bien escogido cada texto para mimar cada imagen. Las fuentes tiene algo especial,como de nacimiento de algo.Las que has escogido son muy variadas pero en todo caso preciosas. Resulta un auténtico deleite pasearse por esos versos con esas imágenes, léntamente y sin prisas. Mi más sincera enhorabuena. Cada día aportas deliciosas sorpresas inesperadas. Un abrazo.
ResponderEliminarDesde la tierra del agua, donde las fuentes, se llaman fontes, y mira que aquí hay muchas. Isabel, tú, nos traes tantas y todas tan maravillosas que no se muy bien con cual quedarme, vamos que me las quedo todas. El conjunto ha merecido la pena, preciosos versos y preciosísimas fuentes. Un abrazo
ResponderEliminarQue hermosas fotos. Felices fiestas.
ResponderEliminarTe regalo mis coplitas:
ResponderEliminarCOPLAS DE NAVIDAD
En Belén nos nació un niño...
cuando hombre, murió en la Cruz.
¡Esperanza dio a la Tierra;
al corazón, la luz!
Su mirada, de ilusión;
su nariz, con un lunar;
sus cabellos, de ensueños
y su boca, para amar.
Sus manitas regordetas
con deditos sonrosados
ya nos dan su bendición.
¡Somos sus seres amados!
¡El Niño duerme feliz!...
Un buey le cuenta secretos,
la vaca le dice muuu
y un gallo se queda quieto.
Mientras duerme el Niño Dios,
María lava pañales,
San José ordeña una cabra
y ahuyenta todos los males.
Llegan todos los pastores,
a adorarlo, desde el cerro.
Traen leche y corderos,
pan crocante y un cencerro.
Para él, los pájaros trinan,
se oyen alegres gorjeos.
Los grillos hacen cricrí
y a las cigarras no veo.
La estrella en Belén titila,
al Niño quiere anunciar.
Unos sabios Reyes Magos
ya la siguen sin parar.
Adoran al Niño
María y José,
todos los pastores,
los Reyes también.
Marta Alicia Pereyra Buffaz
Morteros, 14-12-03
Bonita entrada, Isabel, con una iconografía magnífica.
ResponderEliminarEl agua que corre posee un componente hipnótico, seductor, poético, irresistible.
Como tu blog.
Besote
Hola Isabel preciosa poesía y fantásticas fotografías.
ResponderEliminarFelices fiestas y un prospero año nuevo lleno de salud y prosperidad en todo aquellos momentos y proyectos que emprendáis.
Un abrazo.
Hay que ver qué revuelo de agua, qué revuelo de versos, qué revuelo de encanto. Todo lo que tocas es especial porque lo tocas con veneración y respeto, ¡¡si este Carmelita levantara la cabeza!! Diría de nuevo: "...vérase tu gran potencia, justicia y sabiduría, y noticia les daría de tu belleza y dulzura..." Y es que eres la reina más soberana de las letras y de las buenas almas.
ResponderEliminarYo me quedo por las fuentes del alrededor... todo lo más el norte de España, ¡qué remedio!
Tú sacias la sed de poetas y escritores con tu cariño y tu sabiduria.
Un beso enorme
Son lugares para vistar, buen reportaje.
ResponderEliminarestos días tan señalados deseo
pases unas felices navidades.
¡felices fiestas!.
un abrazo.
Muchas gracias a todos por vuestros estimulantes comentarios. Me agrada mucho observar cuántos apreciáis la poesía del medio fraile.
ResponderEliminarGracias, también, por vuestra comprensión en cuanto a mi falta de tiempo. En ocasiones, ya sabéis que la vida se enreda. Espero que se me desenrede pronto.
Ramón querido, ya te contesté en privado sobre la poesía arábigo-andaluza y ya sabes que no he leído mucha, pero, si algún día me animo, traigo algo de lo poco que leído.
Besos para todos y mis mejores deseos para esta Navidad en ciernes.
Villa d'Este parece el paraíso del agua. Un abrazo, Isabel
ResponderEliminarRefrescante entrada ésta donde el agua limpia fluye, aunque de noche sea. Me he detenido en cada fuente a disfrutar del murmurar del agua, al compás de los hermosísimos versos de San Juan de la Cruz. Gracias, amiga.
ResponderEliminarUn abrazo.