martes, 3 de enero de 2012

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ


La noche pasada soñé con Gabriel García Márquez. Se movía con lentitud, pero iluminaba con su sonrisa los perfiles grises de un escenario en el Caribe, absurdamente grises cuando lo que se espera de las tierras besadas por aquel mar es un azul radiante. Lo miraba ir de un lado a otro, saludar a viejos amigos de parrandas, acodarse en una esquina y dominar el ambiente extraño de mi sueño. Sentía vértigo y me hallaba paralizada, fascinada por poder contemplar en persona a un ser al que tanto admiro. Quería acercarme y transmitirle mi devoción por su obra, pero mis pies no obedecían mis deseos. Cuando él reparó en mi presencia, me guiñó un ojo y, con un gesto de su mano, me invitó a que me acercara a su lado, justo en el momento en que una gran rosa amarilla borró la escena y me llevó sin contemplaciones a la realidad, a despertarme para mi disgusto, pues hubiera querido permanecer en el sueño mucho tiempo, pero ya se sabe que los sueños siguen sus propios cauces y no nos consultan nunca.
Mientras desayunaba en la cocina, recordé cómo descubrí a Gabriel García Márquez. Fue por puro azar, siendo apenas una niña, con catorce años si no me falla la memoria. Entonces, vivíamos en la hermosa Segovia, donde habían trasladado a mi padre por motivos de trabajo. Mi hermano mayor no vino con toda la familia, ya que permaneció en Murcia, donde ya había iniciado la carrera, y nos visitaba en las vacaciones. Llegó el verano y el fin de las clases para todos, y apareció mi hermano en la casa provisto de un arsenal de libros. Entre ellos, la novela Cien años de soledad en su primera edición, aquélla que hizo la editorial Sudamericana y que tenía las tapas blancas y azules. Cuando él terminó con ella, se la pedí, porque le había observado gestos de gran satisfacción mientras la leía y porque yo ya había devorado los libros que había por la casa y era toda una experta en asesinos, como un malvado Landru. Condescendiente, me la dejó, no sin antes advertirme que no la entendería por mis pocos años. Y así fue como, en las siestas de aquel verano antiguo, entré en un mundo que, efectivamente, no entendí pero que me fascinó y me apresó entre sus páginas. La devoré de cabo a rabo, maravillada por la prosa cálida del colombiano, por los hechos fuera de lo normal que en Macondo ocurrían, tan próximos a la imaginación de un niño o un joven.
Años después, estudiando ya la carrera, aún latían en mi interior aquellas historias de Aurelianos, José Arcadios, Amarantas y tantos otros personajes, como el carismático gitano Melquíades, la hacendosa Úrsula, la virginal Remedios, la bella, y demás seres inolvidables. Compré el libro en una edición barata –ya se sabe lo aireados que están los bolsillos de los estudiantes– y volví a leerlo con pasión. Esa lectura fue más fructífera que la primera, pues ya había salido de la edad de la candidez y mi mente entendía situaciones que antes no abarcaba. Gabo me sedujo para siempre y adquirí todo lo que pude de él. 
No he leído toda su ingente obra, pero sí una buena parte de ella (Cien años de soledadLa hojarascaLa mala horaEl otoño del patriarcaEl coronel no tiene quien le escribaCuando era feliz e indocumentadoLos funerales de la mamá grandeLa increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmadaIsabel viendo llover en MacondoEl amor en los tiempos del cóleraEl general en su laberintoDoce cuentos peregrinosDel amor y otros demoniosMemoria de mis putas tristes y su autobiografía Vivir para contarla). De mis buenos ratos de lectura de este genio narrativo, siempre me ha fascinado su vertiente más privada o, en otras palabras, prefiero al García Márquez que se interna en las historias anónimas antes que al que entra en las relaciones y en los recodos del poder. Me llega más el escritor íntimo y fabulador. Es mi gusto particular y ya se sabe que sobre gustos, no hay nada escrito. Y de entre las obras que le he leído, destaco especialmente Cien años de soledadEl coronel no tiene quien le escriba y El amor en los tiempos del cólera.
Cien años de soledad la he releído en varias ocasiones posteriores, la última en 2006, y no excluyo una quinta lectura y más si me tientan las ganas, pues siempre encuentro en esta novela el halo mágico que engancha al lector y le hace descubrir detalles y hallazgos en cada nueva lectura. Es una obra magnífica, sin desperdicio y, para mí, imprescindible.
El coronel no tiene quien le escriba es un cuento o relato delicioso, perfecto de principio a fin. Su primera lectura me enseñó la emoción que embarga a un escritor con un personaje y la ternura que puede llegar a provocarle. El coronel me gana siempre, no puedo remediarlo.
El amor en los tiempos del cólera es una novela hermosa. Con tal adjetivo, creo que ya lo digo todo. El amor fluye por sus páginas y es analizado desde múltiples perspectivas. Florentino Ariza, Fermina Daza y Juvenal Urbino son tres personajes que se meten para siempre en la memoria y se acunan en la misma con extremado deleite.
Gabriel García Márquez me sedujo siendo muy joven y aún me tiene rendida a sus encantos narrativos. Él, como otros a quienes amo, vino para quedarse conmigo para siempre, porque soy de las apasionadas y fieles, de las que creen que el tiempo no hace otra cosa que profundizar los amores verdaderos.

Fotografía de Antonio Somoza

77 comentarios:

  1. ¡Qué no decir de García Márquez! El despertar de tu sueño me ha hecho recordar a Michael Lonsdale en la película "Eréndira". Hay una escena en que, todo vestido de blanco y con una flor amarilla, recita "Estas que fueron pompa y alegría". Sé que las casualidades no existen pero...
    Besos.

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  2. Yo también lo tengo entre mis preferidos, Isabel; entre esos que se quedan para siempre.
    Tendría yo unos veinte años cuando leí "Cien años de soledad" por primera vez. Me entusiasmaba su lectura, me atrapaban sus páginas. Tras estar con mi novia, ahora mi esposa, cogía el metro desde la Plaza de Castilla hasta Atocha para volver a mi casa. En varios de esos trayectos me pasaba de estación por ir ensimismado en la lectura. Pero daba igual porque soñaba y disfrutaba con aquella novela. Y eso, amiga Isabel, no tiene precio.
    ¡Viva Macondo y viva Gabo!

    Un abrazo de Mos desde mi orilla aún navideña.

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  3. Ufff que quieres que te diga querida Isabel... ya lo has narrado tu todo... A mi también me gusta mas el Marquez que se interna en las historias anónimas antes que al que entra en las relaciones y en los recodos del poder... A costa que no me llames tacaño... y viendo la hermosa rosa que has puesto como colofón a tu magnífica exposición... Te ofrezco como mi regalo de Reyes.... Besin

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  4. Hola Isabel, soy nuevo por aquí, pero es que he llegado de casualidad y me he encontrado con este texto sobre García Márquez y no he podido resistirme.
    Me encanta, desde que hace ya muchos años leí Cien años de soledad, me fascinó y me atrapó para siempre.
    Hace varios años viajé hasta Nicaragua por una cuestión de trabajo durante quince días, me la llevé para leerla lo más cerca posible del mágico pueblo de Macondo. No me dio tiempo a terminarla.
    Si que sucedió que a la vuelta tenía en la maleta algunas botellas de ron y una se rompió, el libro, el pobre se mojó todo. Está algo manchado, pero se pudo recuperar, jajaja.
    Me identifico mucho con tu entrada.

    Saludos

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  5. Te suscribo todo cuanto dices, Isabel. Más o menos le he leído los mismos libros que tu y en cuanto a Cien años de Soledad, yo sí me la he leído ya la quinta vez.
    Nunca me cansaré de leerlo porque en cada ocasión le encuentro cosas nuevas que ya no recordaba. Me gustó mucho la de El General en su Laberinto. Creo recordar que era esta la que no tenía puntos ni comas excepto el punto final del fin de la obra. Así que no puedes parar de leer. Y por último le leí Memorias de mis putas tristes. La encontré sumamente tierna y delicada. Por eso me dolieron mucho las críticas contra su persona por seudo intelectuales que más me dieron la sensación de no haber leído la obra y sí saberse el argumento a través de los periódicos.
    Siempre hay gente que no merece ni ser gente.
    Pero qué rabia me dio. A estos individuos nunca más les volví a leer.
    El tema tuyo de hoy me ha llenado absolutamente.

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  6. ¿Ostras!, Isabel, te paseas en sueños con García Marquez y hasta te guiña un ojo. Y ahora... ¿quién compite contigo en amigos ilustres?
    "El amor en tiempos de cólera" es mi preferida. Y tienes razón "Cien años de soledad" es de esas OBRAS que cuanto más la lees más te gusta, porque siempre encuentras cosas nuevas.
    Me alegro de compartir gustos contigo.
    Bicos

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  7. Nadie como él, pintó nuestros pueblos con tal luminosidad. Me alegro de que lo tengas en el alma, me alegro. Hay algo de él en vos. Un abrazo.

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  8. Hola Isabel. A mí me pasó como a tí.
    Leí "Cien años de soledad" siendo muy joven, me cautivaban,los personajes, y la descripción de aquel imaginario Macondo, me gustó mucho.Sus frases inacabables y tan hermosamente adornadas, traidas y llevadas con toda clase de adjetivos, verbos, palabras con acento colombiano, fué para mí, toda una lección d narrativa por en aquel entonces nuevo registro de escritura. Luego lo leí mucho mas tarde, creo que pasados los treinta. y fué entonces cuando comprendí el porqué de aquella aureola de éxito, tan extraordinaria, que le había catapultado hasta el Olimpo de los dioses.
    Leí algo más, tiempo después pero no puedo recordar el título.
    Sin duda alguna, uno
    de los mejores escritores de nuestro tiempo.

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  9. Fíjate que me sé de memoria el principio..."Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde en que su padre lo llevó a conocer el hielo"

    También fue mi hermana mayor la que compró esa edición, que ahora tengo yo como una joya y a la que recurro de tanto en tanto.
    Así que te comprendo tan bien! Seguro tu sueño fue una delicia.
    Mi sonrisa cómplice y tierna, besitos también.

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  10. No es mi autor preferido, pero ¿quién puede negar que es uno de los grandes escritores latinoamericanos?
    Un grande, sin dudas.
    Un cariño.
    HD

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  11. Estás llena de vida.

    Es cierto que muchas veces se leen obras sin tener la edad apropiada para hacerlo. No se puede abarcar y profundizar en ella por falta de eso, vida.

    un abrazo.

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  12. Curioso; mi hermano también me descubrió a G. Márquez, así como a Cortázar el que también me encanta.
    A veces, cuando los sueños se cortan tan de repente e inacabados, mientras que terminamos de despertar, podemos ensoñar (no se si este palabro existe) con lo que nos hubiera gustado soñar y que no lo hicimos. ¿Qué te hubiera gustado seguir soñando? ¿Qué habría pasado entre él y tú?

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  13. Me encanta García Márquez. También yo tengo esa primera edición.

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  14. Coincido. También en la vertiente narrativa y personal de los escritores (no en vano son personas): un día, hace mucho tiempo, decidí no mitificar a nadie. Admirar sí, claro. Mitificar no. Aunque entre Gabo y su amigo del puñetazo, ese Vargas insoportable, me quedo con el primero. Narrativamente también, claro.

    Nunca he soñado con García Márquez, pero sí que recuerdo con fervor muchas de sus páginas, quizá porque las leí siendo muy joven (en la carrera, por las urgencias de lo que nos mandaban, Gabo quedó aparcado como tantos otros, no sé si nos hicieron leer algo en lite sudamericana...). Coincido con tus lecturas, con las que he leído al menos. En las preferidas sí. Pero también tiene algún tostón considerable, como Historia de un secuestro (creo que se llama así) en que aplica su talento periodístico (latente en toda su obra) para contar una historia que no atrapa.

    Y los cuentos... porque tiene cuentos impecables. Hay uno que leo con mis alumnos, el ahogado más hermoso del mundo, o el de una chica que hace autostop y la para un bus de locos, y luego naturalmente creen que ella es una loca que fabula contando no sé qué historia de que hizo autostop... En Gabo la historia, la narración, el cuento, la fábula, siempre en primer término.

    Como barcelonés me ha interesado siempre la gestación del boom en mi ciudad, al amparo de la mamá grande Balcells. Se cuenta en algún libro francamente interesante. Y la relación tan literaria entre los dos amigos que acabó como acabó, seguramente por un asunto de faldas (¿ves?, nunca mitifiquemos).

    Isabel, sí, no perdamos de vista a Gabo nunca, porque él sabe lo que es la literatura, o mejor, lo que le interesa a la gente, y sabe darlo sin olvidar la calidad literaria. Porque, ¿qué es, qué debe ser la literatura sino historias que nos atrapan contadas con maestría?.

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  15. ¡Qué suerte tu sueño!
    Que bien lo cuentas y que repaso tan bonico haces del autor de tus sueños....
    Besicos amiga.

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  16. Cuando pensamos en Garcia Màrquez inevitablemente llegamos a Cien Años de Soledad...Nunca olvidarè cuando lo leì por primera vez..cuanto revoltijo se me hacìa con tantos personajes...ya un poquito mayor volvì a leerlo. Me sigue gustando quizás mas El Coronel no Tiene quien le Escriba...y me da mucha ternura aquèl librito que escribiò en Caracas...Cuando era Felìz e Indocumentado...


    Muchos abrazos...Felìz Año


    (maravilloso tu escrito, realmente...)

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  17. Querida Isabel, primero que nada mis mejores deseos para éste flamante 2012, segundo, felicitarte por todos tus merecidos logros, tu libro y la publicación en la revista.

    Agradecerte infinitamente tu amistad y cercanía, eres una excelente escritora y mejor persona.

    Y soñar con García Márquez...un privilegio, como para mi volver a leer tus textos.

    Un inmenso abrazo.

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  19. ¡Feliz año Isabel!

    Alguien me contó o en algún sitio leí, que escribió Cien Años de Soledad en su casa de la playa, que se encerró allí y durante 18 meses escribió la novela. Lo hizo porque, por entonces había sido rechazado en Holywood como guionista y esa razón le llevó a aislarse, a encerrarse y escribir una de sus novelas más vendidas y más famosas.
    Yo la leí a los 16 años, en dos tardes, no podía salir de la lectura, recuerdo que mi padre me decía que estaba perdiendo el tiempo, pero a mi me parecía fantástico todo lo que ocurría allí adentro.

    Abrazos

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  20. Como mucha gente, el primer libro que pude leer de G.G.M. fue "Cien años de soledad". El primero de algunos más que colmarón mi necesidad de saber más de este impresionante hombre.

    Un abrazo Isabel
    mj

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  21. Querida Isabel: yo también he leído a G.M. (debe ser uno de esos pecados que se tornan virtudes ---o a la inversa) pero no he tenido el placer de soñar con él. Me gustó Cien años(yo,que soy de la raza de los lectores menguados y lentísimos, recuerdo haber leído C.A.S. en poco más de dos días). Me gustaron los pececitos dorados que aparecen, creo, al final, pero no recuerdo el contexto.

    En fin, encontré tu presencia por ahí y al visitar tu sitio me gustaron algunas de las cosas que (h)ojee. Además me gusta tu cara. Así que, con tu permiso, visitaré este lugar para indagar tus "desalmanencias".

    Un beso ligero, hasta que nos podamos conocer más.

    L, tortuga bicéfala y ser vacío entre tanto mundo habitado

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  22. Qué privilegio soñar con García Marquez y que rabia despertar en el mejor momento.
    Nos gustaría volver a cerrar los ojos y reenganchar el sueño, pero no se puede...
    Yo tuve una época en la que leia todo lo que caía en mis manos de Garcia Marquez, ahora estoy con su autobiografía.
    Besos

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  23. ¡¡¡Es uno de los grandes.
    Me encantató. "Cien años de soledad"
    Feliz Año. Besos amiga Isabel.

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  24. "El amor en los tiempos del cólera", es mi favorita. Indudablemente, es muy difícil que una obra sea capaz de seducirte en etapas tan diferentes, emocionalmente hablando, de tu vida, eso es francamente difícil y solo las magistrales lo consiguen. Por otra parte, me parece que el momento - incluyendo en ello el lugar, cómo, dónde...en definitiva, las circunstancias-, en que una obra nos llega es crucial, creo que emocionalmente eso ya crea un estado, una predisposición, a favor o en contra, algo intuitivo e íntimo que, independientemente de la calidad de la obra, marcará la manera en que traspasará el camino que lleva hasta nuestras emociones.
    Abrazotes, Isabel.

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  25. Si quereis información actualizada sobre Gabriel García Márquez buscadlo en este enlace:
    www.memorabiliaggm.blogspot.com

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  26. Creo que era Nietzsche, estimada Isabel, el que decía que en algunos casos el talento -más que una virtud- se convierte casi en vicio.
    Y el autor que hoy nos glosa en su magnífica entrada es un verdadero ejemplo : Un auténtico genio.

    Besotes

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  27. Yo conservo con ternura aquellos primeros tomitos de "Plaza y Janés", de principio de los setenta. Sólo lamento que casi no puedo releerlos. Abrazos!

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  28. Cuantas anégdotas Isabel.
    Pues yo te voy a contar otra.
    Hace años tuve una librería, y cuando estabamos eligiendo libros
    para comprar y poner a la venta,
    al ver "cien años de soledad". Mi mujer y yo dijimos al unísono
    ¡¡Este si!! y no te creas que siempre estábamos de acuerdo.
    Me gusta como has sacado partido de un sueño.
    Un abrazo.

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  29. Como tú, leí con entusiasmo de joven en azul y blanco los "cien años". No leí nada más de él hasta hace un mes que cayó en mis manos la novelita del Coronel,y me pareció soberbia.

    Otra cosa: tu casa ha quedado muy ordenadita con esas pestañas al inicio, qué buen hacer.

    Te deseo un año lleno de descubrimientos literarios relevantes!

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  30. Yo soñé una vez con Uma Thurman, ¡y me hice el estrecho! Sí que son caprichosos los sueños.

    Suele pasar con los escritores del llamado boom hispanoamericano: nadie los entiende pero a todos nos encantan.

    Gabriel García Márquez nos seduce, además, de una forma muy especial.

    Gracias por compartir con nosotros esas vivencias que también nos atrapan y con las que tanto nos identificamos.

    Un abrazo.

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  31. que buen relato, muy vivo y cercano
    felicitaciones

    en lo particular este autor es asignatura pendiente para mí
    abrazooo grande

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  32. He leído varias obras de las que citas, Isabel, pero sólo he releído -varias veces- Cien Años de Soledad. No creo haya hecho la última lectura: hay pocos libros que tengan ese peso y ese gancho que te hace volver a ellos: Crimen y Castigo, El Génesis, El Quijote...vamos, que siempre hay que volver a leerlo. Veo en tu sueño una invitación...
    Un abrazo!!

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  33. http://www.eltiempo.com/tecnologia/internet/google-facebook-y-twitter-se-apagaran-en-protesta-por-ley-en-ee-uu_10934729-4

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  34. Que hermoso sueño Isabel, tu amor por la literatura la llevas tan dentro del corazón, que hasta en sueños la vives. Si García Márquez te ha visto, es que vas por buen camino!!.

    Cien Años de Soledad ha sido para mi su obra maestra. A ahora que le recuerdas, me apetece mucho volver a leerla!!.

    Un abrazo grande y gracias por tu sueño y tu bella reseña

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  35. Entiendo tu enfado al dejar un sueño así, a medias, ¡y despertar!
    He leído tres veces "Cien años de soledad" y, efectivamente, en cada lectura encuentras matices y enfoques nuevos.
    Guardo un grato recuerdo de "El amor en los tiempos del cólera". Recuerdo sus descripciones únicas, que trabajé muchísimo con mi alumnado; así como sus cuentos, que se prestan a desgranarlos en el aula.
    Una entrada genial, Isabel.
    Enhorabuena por tu acierto y buen gusto.
    Cariños varios.

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  36. Isabel, llegué a través de un blog amigo, y me encontré con esta sorpresa. Amo profundamente a Gabriel García Márquez, soy colombiana y además costeña ( de la costa Caribe de donde es el) así que crecimos escuchándolo, y leyéndolo. He tenido la fortuna de verlo y oírle en Cartagena por que tiene casa ahí y es el lugar en donde pasamos vacaciones. La gente se le acerca y el dice una que otra frase Caribe, jocosa y por supuesto genial. . He leído todo lo de él pero el libro que siempre leo y me encanta cada vez más es el amor en los tiempos del cólera... mira mi nombre y entenderás por qué... jejej soy una romántica de miedo y ese libro me parece lo máximo.
    Espero seguir leyéndote, te sigo y estaré pendiente de tus actualizaciones.
    Un abrazo desde Colombia

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  37. Que hermoso tu sueño !! Un placer visitarte y leerte. He pasado un rato muy ameno. Regreso pronto!


    Feliz 2012!

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  40. Qué decir acerca de lo que genera el Queridímo Gabo a través de su obra...
    La imagen de perfil corresponde a una foto del tatuaje que llevo en mi piel.
    Démosle algo de lo mucho que él nos dio empezando por el afecto. Salud Maestro!

    5 de enero de 2012 04:35

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  41. poco hay que decir...me queda mandarte un beso desde cerquita tuya...Murcia..te dejo algunas imágenes de tu tierra...un beso...

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  42. Precisamente acabo de guardar un libro de él para releerlo, en el fin de semana, si puedo...
    Me lo compré cuando estaba haciendo un taller de guión. El título: "Cómo se cuenta un cuento".
    He leído mucho de G.M., pero este uno de los de cabecera.

    Abrazos.

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  43. He descubierto, con cómplice satisfacción, que compartimos amores y me han sorprendido algunas otras coincidencias en nuestro acercamiento al mundo narrativo de Gabo: la edad y la novela, por ejemplo.
    ¡Feliz Año Nuevo! y un abrazo.

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  44. Bueno yo me guié de mi primera impresión cuando leí Cien años de soledad: no me gustó. Tal vez fuese la edad o los momentos personales que me tocó vivir cuando lo leí. Me daré otra oportunidad -en vista de tan gran experiencia tuya- y la empezaré desde cero (sin prejuicios)... ya te contaré (y si me aturrullo ya te daré un toquecito ¿vale?)

    dos abrazos

    ps. el color amarillo tampoco es de mi gusto, pero esa rosa tiene pinta de oler "como las rosas" ;)

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  45. Cierto, Isabel. Los auténticos amores son los que permanecen. Aunque vayan cambiando con la edad, en realidad lo que adquieren es una mayor solera. Y así pasa con la obra de García Márquez. Mi hermana, mejor lectora que yo, fue la encargada de hacerme llegar Cien años de Soledad. Para ese entonces me costó su lectura. No estaba preparada. La leí por segunda vez y es a partir de entonces cuando saboreé a este grande de las letras. Y tu sueño es magnífico, retrotrayéndote a un escenario que muy bien pudo hacerse realidad. Seguramente la rosa amrailla lo grabó para podértelo pasar cuando quisieras. Un buen post Isabel, lleno de sabiduría y aprendizaje. Un fuerte abrazo amiga,

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  46. También fue uno de mis libros preferidos en un época"Cien años de Soledad" y como tu lo he vuelto a leer dos veces mas..la primera en mi adolescencia y la ultima ..hace poco estando convaleciente en la cama..
    Pero para mi ademas de este y muchos mas que he leído de Garcia Marquez.., uno de mis favoritos es:
    "El coronel no tiene quien le escriba"..es adorable , un libro encantador, ...
    Un abrazo amiga

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  47. Estoy disfrutando muchísimo con los comentarios de esta entrada, porque cada uno recuerda cómo llegó a Gabo y me habéis llenado el blog de hermosos recuerdos, de lecturas ligadas a la vida, como siempre deben ser las lecturas.
    Y me encanta compartir con todos vosotros el amor hacia este escritor entrañable.

    La rosa amarilla que coloqué al final, muy similar a la que aparecía en mi sueño, es una rosa dedicada a García Márquez con todo mi cariño; porque bien sabéis que él siente predilección por las rosas amarillas, hasta el punto que siempre tiene una en su escritorio y, alguna vez, comentó que la necesita para poder centrarse en la escritura.

    Mis mejores deseos para todos y que los Reyes Magos os traigan muchas cosas.

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  48. Isabel tu escrito me atrapó de principio a fin, y es que te haz rosado con un grande :)y no solo en sueños(:
    Sin la menor duda "Cien años de soledad" es excelente, :)en el colegio era la obra literaria obligada(:, contabamos con trece o catorce años y como dices tu, esas mentes no lograban abarcar ni interpretar lo que alli nos narra García Marquez. La lei hace unos tres o cuatro años y me impactó y como dices tu la volvería a leer otras cuantas veces.
    (Ahora recuerdo Hay una canción Colombiana alusiva a esta obra, es hermosa)
    Me encantó leerte
    Un abrazo

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  49. Un bello sueño el tuyo. Yo tuve la oportunidad de estar realmente con él, de escucharle en una tertulia organizada en Cádiz hace ahora unos doce años y me quedé enganchado a su personalidad, a su trato cordial y humano. He leído esos libros que tú destacas y hay que quitarse el sombrero ante este escritor, es genial y mágico.

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  50. Hola Isabel, suerte la tuya tener sueños ”inducidos” seguro que yo me moriría de gusto, y haría como tu contárselo a todo el mundo, y seguro que tu sueño fue en colores, como lo fue toda su vida, y donde se olvido de llevárselos para dejárnoslos en sus sueños y en sus libros.
    Yo recuerdo que empecé a leer “Cien años de soledad” en la playa y me dije… Lola, esta lectura no es para leerla aquí, entre arena y amigas que vienen a que le des crema en la espalda, espera a llegar a Madrid, y así lo hice, y me quede durante mucho tiempo a vivir en “Macondo” por mucho tiempo, y creo que aun regreso de vez en cuando… con sus letras. Un beso amiga, una entrada magnifica.

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  51. Yo también descubrí Cien años de soledad a los 15 años, de la mano de mi primer amigo, él me prestó la novela, y quedé tan impresionada, y me disgutó tanto que acabara cuando llegué al final, que imaginé otros mundos posibles y mágicos gracias a la literatura.
    Recuerdo que leí también Crónica de una muerte anunciada pero ya más mayor. Y esta no me cautivó tanto. Me quedo con Macondo.


    Un abrazo.

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  52. Hombre de las grandes letras... Aunque nunca me gustó del todo.

    Saludos y buen fin de semana.

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  53. Hola Isabel:
    El mejor nobel de habla hispana.
    Un abrazo.

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  54. Con sueños así, no me extraña que no quisieras despertar.

    Me has contagiado, he hojeado de nuevo Cien años de soledad y estoy por leerlo otra vez.
    El mío es de Circulo de Lectores.

    Feliz Año Nuevo Isabel

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  55. Hola Isabel,
    me ha gustado mucho esta tierna entrada y he reído con tu sueño y tu despertar.
    Un placer pasar por tu casita.
    Abrazosss

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  56. "No llores porque ya se terminó... sonríe, porque sucedió." Seguramente García Marquez te diría algo así.
    Yo no me he leído tantos como tú, pero los que me ha leído me han encantado,sus personajes anónimos desprenden magia. Un agarimo

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  57. Gabriel García Marques, alma que núnca muere. Su extrema Sensibilidad todo lo abarca. Su Luz
    es Bendita para la humanidad entera.



    Gracias
    Un abrazo


    FELIZ 2012

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  58. EN TORNO A CIEN AÑOS DE SOLEDAD, POR VICTOR M. ALONSO



    “Las obras maestras son como el amor. Hay historias de nuestro pasado que con el transcurso de los años y de su ausencia se enriquecen en la memoria y en los laberintos de la nostalgia y las hay insignificantes: amores que en el momento mismo en que acaban nos hacen ser conscientes de que pasarán sin pena ni gloria a través de los vericuetos de los años, como si de una mala novela se tratara.”

    Han sido muchas las lecturas que he hecho de Cien Años de Soledad a lo largo de mi vida. Fue por ello que quise estrenar el 2012 impregnando mis sentidos con la delicadeza de este texto insuperable, y me he embarcado en la maravillosa aventura que es siempre releer la obra de García Márquez.

    Desde joven, la literatura del autor de La Hojarasca tuvo para mí un encanto irresistible, y con el tiempo, lectura tras lectura, la grandeza de su narrativa me marcó. Sus páginas expelen un hechizo que embauca y abstrae del ruido mundano. Para dimensionar su obra de una manera justa me ha sido necesario visionarla de manera repetida y recurrente, prolongada a lo largo de la línea cronológica de mi vida.

    Una suerte de simbiosis, un juego de equivalencias, se estableció, ya desde las primeras lecturas, entre mi propia existencia y la vida de la novela. Un encuentro intelectual y embaucador que consigue que la visión de las circunstancias, factores y componentes novelísticos sean diferentes hoy, aun siendo en sí las mismas que eran 30 años atrás.

    Como toda obra maestra, este libro se engrandece merced a su añejamiento, a la habilidad de aportarnos algo más cada vez que lo leemos, a su evolución paralela, confidente y cómplice con el lector y la vida de éste. No se trata sólo de que el punto de vista del que lee haga el texto más rico; es el texto por sí y en sí mismo el que se enriquece con el paso del tiempo.

    Es indudable que las palabras del narrador siguen representando la misma sucesión de letras e idéntica ecuación creativa, pero el efecto que provocan en quien las lee es muy distinto con el transcurrir de los años. Aun mientras la novela permanece en el estante, entre lectura y lectura, madura y crece, de igual manera y de modo paralelo a como envejece la vida del lector. Sufre los desaires vitales, recibe las marcas que el destino y la cronología causan y se favorece de la dulzura de los buenos momentos de la vida. El paso del tiempo permite que las tribulaciones y alegrías de los personajes no sean ya las mismas; así, Úrsula Iguarán o el bueno del Coronel Aureliano Buendía han caminado conmigo, en mí, y han padecido los mismos reveses y disfrutado similares alegrías que quien esto suscribe ha vivido desde la última lectura del libro. Incluso las aventuras nunca bien desveladas que José Arcadio vivió tras su partida de Macondo con los gitanos son ahora diferentes, como distinta es la locura de José Arcadio Buendía, mientras rumia su soledad a la sombra y albergue del castaño.

    De igual manera ocurre con todas las artes. El trazo de un genio de la pintura o el movimiento de un maestro de la música será siempre distinto a la luz de los años, tendrá nuevos matices, motas distintas que se desvelan. Ese es uno de los principales factores que distingue lo bueno, aquello que marca lo inmortal, frente a lo que no existe. Las buenas creaciones literarias son un organismo vivo, más vivo que la vida misma, precisamente porque están condenadas a la inmortalidad.

    Las obras maestras son como el amor. Hay historias de nuestro pasado que con el transcurso de los años y de su ausencia se enriquecen en la memoria y en los laberintos de la nostalgia y las hay insignificantes: amores que en el momento mismo en que acaban nos hacen ser conscientes de que pasarán sin pena ni gloria a través de los vericuetos de los años, como si de una mala novela se tratara.

    CIEN AÑOS DE SOLEDAD es un amor de los que se quedan, eterno y verdadero.

    victor m alonso – 03/01/2012

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  59. Te decía, Isabel, en el comentario que podía contarse como número cinco pero que ha desaparecido de su lugar (sospecho que a causa de los electrones), que se te había olvidado "Crónica de una muerte anunciada", que me consta que has leído con igual pasión que el resto de las obras de Gabriel Carcía Márquez.
    "Cien años de soledad" se grabó en mi mente a fuego, de tal forma que cuando la he releído, su recuerdo imborrable iba delante de las letras que correspondían a la página que leía. Así que, no era una relectura sino un mínimo recordatorio de una frase o pensamiento en ella reflejado.
    Creo que a García Márquez nunca lo he leído, lo he absorbido, llevado por los enredados campos de células y lo he guardado como si los libros en donde lo leo fuesen a desaparecer y, a pesar de ello, yo me quedase con una copia en mi mente.
    Siempre me he alegrado de mi particular homenaje a François Truffaut desde la obra de García Márquez.

    Un fuerte abrazo, querida Isabel.

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  60. Ya estoy de vuelta otra vez y con las pilas cargadas, después de las fiestas vuelvo a mi querida bogosfera, poco a poco me iré poniendo al día, un saludo.

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  61. ANTONIO CAMPILLO dijo...

    "Te decía, Isabel, en el comentario que podía contarse como número cinco pero que ha desaparecido de su lugar (sospecho que a causa de los electrones), que se te había olvidado "Crónica de una muerte anunciada", que me consta que has leído con igual pasión que el resto de las obras de Gabriel Carcía Márquez.
    "Cien años de soledad" se grabó en mi mente a fuego, de tal forma que cuando la he releído, su recuerdo imborrable iba delante de las letras que correspondían a la página que leía. Así que, no era una relectura sino un mínimo recordatorio de una frase o pensamiento en ella reflejado.
    Creo que a García Márquez nunca lo he leído, lo he absorbido, llevado por los enredados campos de células y lo he guardado como si los libros en donde lo leo fuesen a desaparecer y, a pesar de ello, yo me quedase con una copia en mi mente.
    Siempre me he alegrado de mi particular homenaje a François Truffaut desde la obra de García Márquez.

    Un fuerte abrazo, querida Isabel."

    8 de enero de 2012 13:27

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  62. Antonio, no sé qué ha podido pasar para que no te cogiera Blogger los comentarios. En mi correo, sólo estaba el que he copiado y pegado ahora mismo. Tampoco entiendo a los duendes de los electrones, jajaja.
    Precioso, por cierto, tu comentario, que bien me consta que amas a Gabo y casi te lo sabes de memoria.
    Pues fíjate, "Crónicas de una muerte anunciada" lo compré en su día, le eché un vistazo y no me llamó de forma especial a su lectura inmediata. Después, posiblemente por los traslados que he tenido, le perdí la pista y no sé dónde para; en mi biblioteca, no. Viniendo de ti la recomendación, tendré que replantearme mi actitud frente a este libro y darle una oportunidad.
    Un abrazo, querido Antonio, que me encanta que coincidamos también en François Truffaut (me gusta muchísimo, me enternece).

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  63. García Márquez forma parte de mi lista de prioridades literarias, por muchos motivos: por su forma de contar, por lo que cuenta, por su maestría con las letras, por su sensibilidad… Todos los títulos que has apuntado me cautivaron, pero especialmente “El amor en los tiempos del cólera”, una historia de amor única, contada con una madurez, sabiduría y sencillez que sólo grandes como García Márquez pueden permitirse. Suscribo cada una de tus palabras, es un maestro, los que aspiramos a hacer algo bien en esto de escribir deberíamos tener sus libros siempre cerca.
    Un placer volver a tu casa después de este descanso bloguero.
    Feliz 2012, querida Isabel.

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  64. ¿el Tiempo, Isabel, profundiza los amores verdaderos? es tan bonito que, como lo de volver a encontrarnos en el más allá con los seres queridos, sólo por eso merecería ser cierto.
    enhorabuena por tu semblanza tan vital de GGM, ese contagio por la palabra, por la exuberancia del lenguaje y la pasión.
    saludos blogueros y segovianos (que allí vine al mundo)

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  65. ¡Yo también leí "cien años..." a los catorce y también el libro era de mi hermano :D Y coincido en que prefiero, siempre, al fabulador, al que dice contar las historias como las contaba su abuela, al mago capaz de improvisar en dos sutiles pinceladas un retrato hiperrealista de las almas de la gente y de las cosas...

    La enfermedad del imsomnio y del olvido es un tema reucurrente en las conversaciones que todavía tenemos de vez en cuando mi hermano y yo que compartimos devoción por García Márquez, Delibes y el niño inglés Guillermo Brown(primer gran amor de mi vida, allá por los ocho o nueve) y que cuando salíamos de fiesta solíamos entrar en los bares al grito de Aureliano Segundo :¡"Apártense, vacas, que la vida es corta" !

    Que preciosa entrada :) y que bien rematada, ¡mira que me gustan las rosas amarillas!

    Un beso, Isabel

    M

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  66. He de reconocer en honor a la verdad que llegué un tanto tarde García Marquez. No he leido ni la mitad de su obra. Es así,que le vamos a hacer. La ventaja es que aun me quedan buenos momentos que pasar con sus letras. Prefiero en este caso ver el vaso medio lleno. De todas formas tal y como señalas su calidad me parece incuestionable. Y se que enamora de forma arrebatada,me consta. Su lírica, su tacto y su mirada literaria son muy personales, y como bien sabes los que le han intentado imitar se han quedado en el camino, en ocasiones el camino del libro superventas.
    Una delicia volver a tus letras de la mano de un grande.Admito que no tenía ni remota idea delo de las flores amarillas. Gracias por la aclartación. Un abrazo.

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  67. "Crónica de una muerte anunciada" fue la primera obra que descubrí de Gabo. Me la regaló una amiga hace muchísimo tiempo.
    Sus libros son de esos que sientes que tienes que leer en distintos momentos de tu vida, siempre encuentras otros matices y sabores.
    Mis mejores deseos para este nuevo año.
    Besos de la jirafa

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  68. No soy una incondicional, pero he de reconocer que sus Cien años fueron una delicia y es una de mis novelas preferidas. Y La hojarasca, me gustó mucho.

    Un abrazo!

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  69. Vuelvo de vacaciones y me encuentro con tu estupendo post, para mi especialmente interesante porque en los lugares por los que he deambulado me he encontrado con dos referencias de "Cien años de soledad": los medanos donde desaparecio Melquiades y el tren de los cadaveres ametrallados en la plaza de Macondo cuando se manifestaban contra la Compañia Bananera. Algo colgaré sobre el tema un dia de estos. Enhorabuena y un abrazo.

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  70. He leído muy poco de él, Cien años de soledad lo empecé hace muchos años pero a veces pasa que no es el momento y lo dejé para más adelante. "Relato de un náufrago sí", y también "El coronel no tiene quien le escriba", y puede que alguno más.
    Felicidades por ese sueño, tal vez la rosa amarilla te la estaba dando él...

    Un abrazo

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  71. hay descubrimientos que permanecen inamovibles toda la vida. a mí me ocurrió algo parecido. Y sigo descubriendo su lectura.

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  72. Lo has redactado estupendamente, se nota a la legua la admiración que sientes hacia Garcia Marquez, me has convencido y la releeré, en cuanto pueda.
    Un abrazo fuerte amiga, desde mi Librillo.

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  73. O tempo que não existe, nos depura, perdemos as vendas e nossos olhos apesar das cataratas vêem muito melhor!
    Um bom abra,co e bons sonhos!

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  74. Isabel:

    Tu relato de tu sueño con mi compatriota Gabriel García Márquez no deja de parecerme extraordinariamente bello y, a la vez, de un realismo mágico increíble; soñaste con el que para mi es el padre del llamado realismo mágico y uno de los escritores más grandes de la literatura universal.
    Las obras que citas son dignas de toda biblioteca y no en vano están traducidas a idiomas que uno ni se imagina. Recuerdo que aún siendo estudiante de bachillerato me enfrenté a "Cien años de soledad" y me enredé en ese laberinto de Aurelianos y José Arcadios Buendías y terminé sin entender nada...muchos años después y ya fuera de Colombia, en un lugar de Suecia, en un mes frío y oscuro de diciembre, mientras nevaba, retomé la genial obra de García Márquez para, por fin, maravillarme y quedar para siempre enamorado de esta obra tanto como me enamoré de El Quijote de Cervantes.
    Isabel, talvez y por caprichos de los sueños, esa gran rosa amarilla que te sacó del sueño y te llevó a la realidad, quizá no fue una rosa sino una mariposa amarilla.
    Agradezco mucho tu comentario en mi blog el cual aprecio mucho.
    Recibe mi abrazo.

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  75. Querida Isabel, veo que tus sueños ultimamente son muy placenteros. Lo digo porque aparte de soñar con Gabo, muchos de tus sueños se estan haciendo realidad. Me han encantado las noticias del post de más abajo de tus trabajos literarios. Te felicito y te envio muchos besos.
    Has empezado muy bien el año.

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  76. Bonito sueño.Creo que siempre querré a Gabriel,éste es un amor como el de los tiempos del cólera,me va a durar toda la vida.Abrazo.

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  77. Gabriel García Márquez: un joven de 81 años....

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