Hoy tengo el día descreído, la ilusión a la deriva y los ánimos fugados por culpa de tantas tropelías de las que somos objeto los ciudadanos de este país. Ahora se han sacado de la manga los nuevos señores feudales de estos tiempos una tasa para todo el que quiera recurrir una resolución administrativa o una sentencia judicial, un disparate se mire por donde se mire, un desatino que tiene su miga, pues aparte de evidenciar el afán recaudatorio de un estado que hemos de mantener de forma cada vez más gravosa, es un insulto a la inteligencia, ya que implica un freno a un derecho esencial como es el de recurrir lo que consideramos injusto. Parece que nos indicaran: «calla y confórmate con lo que se ha dictaminado, que eres un mindundi y nosotros somos la casta que decidimos sobre el bien y sobre el mal».
Cada vez nos pretenden más borregos, más sumisos y más pobres. Los recortes los sufrimos nosotros, quienes mantenemos a toda esta ralea de desaprensivos que dicen gobernar en interés de todos, un cuento que ya no se creen ni los más ingenuos. Atónitos, asistimos al desmantelamiento del estado del bienestar. Se han quitado la careta y no se sonrojan por disponer barbaridades a diestro y siniestro, como es el caso de la sanidad, que uno llega a la conclusión de que nos prefieren muertos o enfermos si no disponemos de recursos económicos. La vida es dura para todos y quienes no pertenecemos a la casta ni contamos con posibles somos un cero a la izquierda, aunque bien nos tienen en cuenta los parásitos a efectos recaudatorios, que lo que es chupar la sangre les seduce como los perfectos vampiros que son.
Es una auténtica pesadilla la que vivimos, ya que desde las altas instancias se propugna un cuento que cada vez me altera más: tú me das sin derecho a réplica, que para eso eres un desgraciado que has venido a este mundo para mantenerme a mí con el sudor de tu frente, a mí que he nacido para cebarme en tus entrañas como un buitre carroñero, a mí que soy mejor nacido y más hábil que tú. Tengo derecho a que me sustentes y atiendas todos mis caprichos, tengo derecho a exigirte la austeridad que no practico, tengo derecho a silenciarte si te me pones bravo, tengo derecho a ignorarte y a decidir sobre tu vida. Y no me cuestiones ni me andes con zarandajas, porque desde que el mundo existe siempre ha sido así. Si no has sabido apuntarte al carro de los vencedores, si te ha dado por ser un estúpido idealista que atiende unos criterios de lo justo inviables para nuestra subsistencia, habrás de fastidiarte, que tú mismo te has cavado tu fosa. Nosotros somos superiores, entérate de una vez, estúpido traficante de ilusiones.
Descontento hasta la médula, con la indignación cebándose en lo más hondo de mi ser, me he apostado en la ventana y me he dedicado al fisgoneo de todos los vecinos que entran y salen de este paraíso de pacotilla. Tengo comprobado que la observación minuciosa de mis semejantes me relaja y, sobre todo, me ayuda a definirme, pone orden en mi dispersión y aquieta mis miedos. El hecho de vivir en el séptimo izquierda, que no en el séptimo cielo, me dota de una perspectiva alejada, presentándome a los residentes de este edificio singular como muñecos movidos por a saber qué hilos misteriosos.
De lo primero que he sido consciente, como si tratara de una revelación divina cuando es un hecho notorio desde hace años y que solo a un imbécil como yo puede escapársele, es que todos los pisos del Paraíso están habitados por una única persona. Las catorce viviendas de los siete pisos albergan a catorce individuos, una metáfora sin duda de los tiempos actuales, donde la soledad es la tónica imperante y cada vez somos más quienes vivimos solos, sin familia y sin pareja. Quizá se deba a que se trata de un edifico de alquiler, una fórmula a la que nos adherimos los, que en esa jerga anglosajona que tanto odio, somos denominados singles, un palabro que a mí me suena a disco antiguo de pick-up (ay, otro anglicismo). Así que me he quedado al tiempo mohíno y sorprendido por este detalle: cada uno de nosotros ejecuta una melodía particularísima cuando, ahora, se impone el retorno a la orquesta, a la convivencia familiar, que no está el horno para bollos y la crisis obliga a apiñarse a cuantos puedan en unos metros cuadrados para economizar gastos. Pero aquí seguimos singles y erráticos por los caminos tortuosos de la soledad.
Andaba en estas disquisiciones seudosociológicas para apaciguar mi rabia contra todos los chupópteros, cuando ha sonado el timbre de la puerta. Julián, el vecino del segundo izquierda, hombre de mediana edad, sabio a fuerza de sufrir, me ha pedido un par de huevos y no me he resistido a la ocurrencia en consonancia con mi estado de ánimo:
–Eso es lo que necesitamos para acabar de una vez por todas con los caciques que nos sangran –le he dicho mientras buscaba en mi nevera.
–Siempre indignado, David, siempre en pie de guerra. Eres aún muy joven y tu cuerpo no te pasa la factura, pero esos disgustos que te tomas a mí me pondrían la tensión por las nubes.
–¿No te indignan a ti los bochornosos despropósitos que vivimos día tras día?
–Pues claro, pero no me hago mala sangre.
–¡Como para no hacérsela!
–Tranquilo, que a los próceres insensatos que nos gobiernan un día se les rebelarán los vasallos. La historia nos demuestra que no se puede apretar demasiado la cuerda sobre el cuello ajeno.
–Ojalá sea así, Julián, y pronto, que la situación es irresistible.
–Confía en la justicia de este mundo. No se puede pisar sistemáticamente a otro sin obtener la oportuna respuesta –ha concluido en tono arcano, como si fuera el depositario de un secreto liberador.
A solas, he meditado en las palabras de Julián y he concluido que no conozco a nadie que no se halle descontento, por no decir hasta las narices. La mecha está prendida y, en cualquier segundo, hará saltar por los aires las poltronas de la casta.
Pinturas:
Prometeo encadenado, de Gustav Moreau
Prometeo da el fuego a la humanidad, de Friedrich Heinrich Fueger
Isabel, no te fíes nunca de los vecinos que vayan a tu casa pidiendo huevos. Funny Game es una película muy, muy fuerte y tal vez por eso me encanta. Un abrazo y un beso salado.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=Gzz-IIVlFlc&feature=related
a a todos los Especuladores de la bolsa deberían hacerles un juicio, gracias a ellos , toda Europa tambalea y de rebote golpea a todo el mundo, todos estos apostadores económicos deberían pagar de sus arcas las costes de todo daño y ni hablar de los ricos su hambre insaciable de poder nos van a dejar en cueros
ResponderEliminarla justicia se hace un ovillo, al final el que manda es Don Dinero
un abrazo Isabel
un abrazo
Ojalá Julián tenga razón. Por cierto, ¿no conocía yo a este Julián? ¿Ves? Si el blog fuera un libro daría un rápido volteo porque tengo la sensación de que este personaje de tu microcosmos ha salido ya. Un abrazo.
ResponderEliminarMi querida Isabel.
ResponderEliminarQuedamos algunos...y no creo que nos dobleguen.El aborregamiento y la orquestacion , es lo que impera, por eso hacen lo que les sale de los choneee...engañando, robando, y fariseando y todo en nombre del pueblo, al que ni siquiera conocen ni les interesa...POR ESO EN MI JAMBRE MANDO YO¡¡¡
Escribes como me gustaria a mi.FELICIDADES.
un abrazo y beso de un descreido y por muchos años.
Andres
A mi el cabreo me viene desde niña, pues fue entonces cuándo empecé a vr cosas que mi lógica de niña, no entendía, por qué los jefes de los paises no iban personalmente a la guerra y en su lugar se valían de cientos de hombres que sufrían las desavenencias y deajban su vida en ello...ahora, desgraciadamente, de otra manera, sigue siendo lo mismo; bueno, sí, otros hombres, otra época, otra manera de morir por y para otros, pero mismas artimañas y mismas ambiciones y la misma cobardía, desvergüenza y cara dura...Mira, si acaso lo bueno de todo esto es que veo que, a pesar de viviri en séptimo, puerta b, de barrio obrero, sigo siendo aquella niña que no entendía...y eso, la verdad, me hace sonreír...
ResponderEliminarYo cada día estoy más alucinada, será verdad eso de que 'la justicia es cosa de ricos', 'el que paga bien gana', dicen también. Sí la mecha está prendiendo en toda Europa y otra vez Alemania tiene la mecha.Espero que llegue algún político y haga frente a este desvarío alemán al que todos dicen amén, excepto R.Unido..., es la única esperanza. Porque en este país nuestro está visto que cuanto más corruptos, más votos. Y lo de los jueces (el supremo...)es una de las cosas más sangrantes.
ResponderEliminarEsta entrada da para mucho más...
Un abrazo.
Me gustan estos retratos de la realidad, tan diáfanos, concuerdo con esas reflexiones y también con el diálogo.
ResponderEliminarMira, yo nunca he creído en el estado del bienestar, no porque me parezca mal eso de estar bien, sino porque ese "bienestar" que nos vendían no me acababa de convencer, yo nunca me he sentido agusto ahí, me sonaba demasiado a falsete, demasiado a confundir la "bienestanza" con la cantidad de money que tuvieras en la cuenta corriente... y la solidaridad, el construir una sociedad habitable (sí, la soledad de la que hablas es un lugar donde resulta complicado habitar) siempre quedaba a un lado.
Este sistema va a caer, no creo que le falte ya mucho. De lo que se trata es de que lo que venga a continuación sí sea vivible, sí sea algo construido por la mayoría y no (otra vez) el sueño (o mejor dicho pesadilla) ideado por una casta loca, avariciosa, ciega a las necesidades de sus semejantes y cruel, estúpidamente cruel.
Un fuerte abrazo Isabel.
Es cierto Isabel, no hay casi nadie que no tenga una queja, un lamento, una desilusión. Hay también quien se conforma. Hay quien piensa que en las urnas está la solución...
ResponderEliminarLo cierto es que estamos soportando, día a día, una carga desmesurada y desproporcionada. Los recursos propios, los de la mayoría, son escasos.
La mecha está prendida, y todo está en nosotros, pero parece ser que, a pesar de tanta queja, nos gusta ser borregos...
Un placer leerte
Abrazos y gratitud
mj
Es cierto, David: Hay mucha gente descontenta; que se siente denostada, usurpada de sus derechos y, como tú bien dices, que alimenta a esa casta chupóptera.
ResponderEliminarP.D: Es curioso que tanto David como Julián vivan en el lado izquierdo del "Paraíso". :):):)
Isabel, paisana, me ha encantado esta crónica. No tiene desperdicio.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Don David está en pleno derecho de estar indignado,eso de aguantar leyes absurdas, decretos estúpidos e impuestos sin lógica...
ResponderEliminarSi que lo comprendo...(no sabes como) la impotencia y la bronca, de ver como derrumban lo que con tanto sacrificio ha costado edificar!
Excelente relato, creativo y atento a las necesidades de una sociedad que como tantas reclama tener más de "dos huevos" para soportar tanta incoherencia.
Felicitaciones querida Isabel, éste Paraíso no tiene nada que envidiarle a "La Escuela de Atenas"
Un abrazo inmenso y buen comienzo de semana.
Mi amiga a tantos kilometros de distancia y parece que hablas de aca.
ResponderEliminarabrazotes
David, me has dado unos cuantos motivos de recuerdo y analisis: 1. Mi abuela, que gloria haya, se pasó su vida tras los cristales de su mirador (nunca mejor dicho), construyendo un mundo de fantasias (a veces acertadas) sobre sus semejants observados. 2. Desconfia de quien te pide dos huevos, no los va a devolver. Para eso se piden, al menos 1/2 docena. 3. Y si, estamos, en numero muy elevado hasta los mismos de estas zorras que hemos puesto a cuidar las gallinas. No te hagas mala sangra, tiene razón tu vecino con lo de la tension, te lo aseguro.
ResponderEliminarSe le rebelarán los vasallos, si, pero para eso, tienen que rebelarse de verdad. El compromiso con uno mismo y con los demás es irrenunciable. Y si no, seguiremos en la misma. Un abrazo.
ResponderEliminarLa sociedad está adormecida, yo creo que al ritmo que vamos ya no hay quien la despierte. Esa puede ser una opción, la otra me asusta más, que la mayoría de los ciudadanos nos hayamos vuelto masoquistas y nos guste y disfrutemos con lo que nos están haciendo.
ResponderEliminarBicos
El sentimiento de engaño constante (votes o no votes) llena nuestro cerebro de un vacío difícil de llenar. Veo muy optimista a Julián, imagínate lo pesimista que estoy.
ResponderEliminarCuando vean el incendio, dirán: "Desagradecidos, con todo lo que hemos hecho por ellos".
ResponderEliminarLo triste es que las llamas no les alcanzarán, morderán a la gente de la calle, a los que trabajamos (aún) y a los que no, a los jóvenes y a los ancianos...Todos esos mangantes tienen sus recursos a buen recaudo.
Aplaudo con entusiasmo esta crónica real y sangrante.
Un abrazo, Isabel,
Y encima el escándalo de leer el artículo de El País de ayer en el que nos referían las tropelías de los jueces que imparten "justicia" y de cómo el buen Tribunal Supremo los absuelve o rehabilita sin saber muy bien por qué...
ResponderEliminarUn beso y comparto tu cabreo...
Ay, cómo me identifico con David... Menos con su vecino, que dice que sí, que llegará un momento en que todo saltará por los aires, pero él, de momento, se aplaca, "no se hace mala sangre". Pues así, no sé como va a estallar el barrilito de pòlvora. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarEs tremendo, Isabel.
ResponderEliminarLa actualidad daría para dos o tres entradas diarias en los Blogs. Supongo que, vía saturación, asoiran
a) a Extenuarnos
b) a hastiarnos
No sé por qué orden...
Si fuéramos sumando las varias y muchas tropelías locales, autonómicas, estatales....
Un abrazo!
Corren tiempos de agitar conciencias y de pasar a la acción, pero para criticar luego hay mojarse... y como casi siempre muy poco lo hacen, un saludo
ResponderEliminar¡oye,chico!
ResponderEliminarHas puesto a colación alguno de los temas candentes de esta sociedad nuestra...si,si...estamos anestesiados...inmóviles y paralizados para lo que se merecerían las altas instancias.
Quiero añadir otro tema, el cierre de la compañía Spanair, que deja sin vuelos un volumen de 4'2 millones(anuales) de pasajeros en el Prat de Barcelona, unos 4000 empleados de la compañia afectados,y una verguenza en la gestión despues de haberse inyectado ayudas a la compañía desde la època del gobierno del tripartito de al menos unos 1000 millons de euros de dinero público....
ggggrrrrrrrr!!!!!!
y seguimos como quien no quiere la cosa....¿hasta cuando?
Me alegra ver a Julian tan positivo.
Un beso Isabel, interesante tu escritura.
Creo que todo esto está empezando, nada más. Al tiempo. Y ojalá tengais que venir todos a tirarme de las orejas por mi error.
ResponderEliminarHubiera preferido que las cosas fueran de otra manera pero, llegados a este punto, estoy deseando ver cómo saltan por los aires esas poltronas.
ResponderEliminarBien narrado ese descontento que compartimos.
Un abrazo fuerte.
Hola Isabel, es verdad que nos van a sacar hasta los ojos de la forma que sea, si no la hay… la inventaran.
ResponderEliminarEsos sí que son un atajo de desalmados, aquí ya nadie va a poder hablar, nos cerraran la boca como puedan, se que lo que está pasando lo esperaban desde hace mucho, ahora las represalias para los contribuyentes o sea, todos nosotros.
Entiendo tu rabia al igual que entiendo mi mala leche ante tanta injusticia. Esperemos que las cosas mejoren. Un beso amiga.
Posiblemente Julián tenga razón. Pero, pasado algún tiempo, volveremos a la mis ahistoria, mientras no cambiemos radicalmente este sistema.
ResponderEliminarbesos
Hola Isabel. Digo yo que Don Julián tiene el peso de los años aunque no la inercia de que nada hay que hacer... Sin embargo debajo de su filosofía subyace también su rebeldía auqnue con ojos más curtidos por el paso inevitable del tiempo. Tal vez haga falta una buena revolución que tire abajo estos esquemas que estamos viendo que no valen para mucho. Y una revolución es algo bastante radical. Se empezó algo con "los indignados" que somos muchos y, sin embargo, prendida la mecha, parece que no termina de arder. Habrá que seguir atizando a lo que queda de ese fuego y no dejar de seguir buscanfo maneras y formas para lograr un espacio más saludable y mejor para todos. Hacerlo extensible a todo el planeta con cambios de esquemas más generosos, más solidarios y más racionales ... no sé si será una quimera, pero algo hay que seguir haciendo. Mientras,esa mecha que sigue candente, que no se apague. Buenísima reflexión que has hecho en esta nueva entrada Isabel. Como siempre volveré a leerla. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarDesde luego este David es un desagradecido. Lo primero, no es un impuesto, es una tasa. No es lo mismo, aunque por supuesto el efecto es idéntico. En segundo lugar, es por el bien de todo y de todos. Este muchacho poco solidario no sabe la suerte que tiene. Por ejemplo: ¡Es europeo!, y le recuerdo que ayer le venció el plazo(caso de que sea autónomo)para presentar los modelos 130 de IRPF Y 303 DE IVA. Un auténtico privilegio ciudadano. Propio de los paises más avanzados. Y que no critique a los sufridos gobernantes. No sabe David lo complicado que es votar en el parlamento si o no (botón rojo o botón azul). Una tarea compleja y de alta responsabilidad.Y muy mal pagada.
ResponderEliminarDesde luego con gente esta muchacho, que ya se ve que no arrima el hombro y es pelín egoista no vamos a ninguna parte. Solo sabe quejarse. Y para colmo se le ve un poco revolucionario y perroflautico. Mal asunto. Comunico desde aquí que nadie se preocupe. El sistema está a salvo y ¿saben por que? Muy sencillo,la mecha está mojada.Un saludo
Con permiso, no comparto lo de: "Se han quitado la careta y no se sonrojan por disponer barbaridades a diestro y siniestro".
ResponderEliminarPueden decir lo contrario de lo que piensan, pero eso forma parte de una realidad, que lamentablemente a muchos, nos les importa.
Estoy totalmente de acuerdo contigo Isabel, en todo lo que esta pasando.
ResponderEliminarYo creo, como Julián, que las cosas han de cambiar, aunque antes se pondrán todavía peor. Hemos educado a nuestros hijos para que vivan en una sociedad libre. No creo que se limiten a ver como todos sus derechos, sean borrados de un plumazo. Es cierto que muchos de ellos se limitaban a disfrutar de esos derechos, que pensaban que estaban ahí, por que sí. Ya hemos visto, en movimientos como el 15-M, donde muchos jóvenes , y no tan jóvenes, han salido a la calle, creo que esto solo es el principio.
Un abrazo
Hola Isabel, yo ya no estoy indignada, estoy supercabreada a la enésima potencia. Parece ser que hemos retrocedido a la época de los faraones, cuando se creían dioses, y desde su "divinidad" gobernaban a su capricho y a su única forma de aprovecharse más y más de sus "esclavos"´
ResponderEliminarNo sé donde nos pueden conducir estos atropellos contra la dignidad de las peronas... sólo sé que cada vez, estamos superpeor.
Un abrazo
LA ISLA MISTERIOSA, acabo de ver el vídeo de tu enlace y me ha atrapado totalmente, así que voy a ver la película entera, me pica mucho la curiosidad.
ResponderEliminarEASTRIVER, Julián es la primera que aparece en estas crónicas. Hasta ahora, han aparecido David, La Patro, Don Dimas y Encarna (una maestra, la de las risas), pero este "Paraíso" está lleno de vecinos jugosos que ya irán asomando la cabeza poco a poco.
MOS, en el "Paraíso" vivir en la puerta izquierda o derecha es puro accidente espacial y no ideológico, tal como lo demuestra que el vejete Don Dimas, un tanto obsoleto, viva en el quinto izquierda, o que la maestra Encarna, de ideas avanzadas, viva en el quinto derecha.
V, llevas toda la razón: se trata de una tasa, no de un impuesto. ¿En qué estaría pensando? Ahora rectifico la palabra. Gracias.
A TODOS, gracias por los sustanciosos comentarios.
Observo que el ambiente general está cargadito, como en la calle, y es que no damos abasto en noticias "gozosas". Ahora, la de la nueva reforma laboral o la de la jubilación más allá de los 67 años, y las que vendrán, que bailamos con las primas al ritmo del mercado.
La avaricia rompe el saco.
ResponderEliminarO se le muere el burro cuando ya lo habían acostumbrado a no comer, o se rebela y de una coz certera acaba con los latigazos.
Un abrazo
¿Ha estallado alguna vez en la historia el entramado de los cortadores de cabezas? ¿Podemos asegurar con cierta racionalidad que el siglo que nos ocupó, el XX, consiguió reducir la crueldad?
ResponderEliminarNunca he sabido actuar ante el mundo y sus violencias. Apostaría, como Rorty, con la consideración de que un mundo que reduce la crueldad es mejor que el que la sostiene. Pero ¿quién puede evaluar? ¿Quién puede mostrar una filosofía de la historia? ¿Quién puede superar la imagen del ángel de Klee traducido por Benjamin? ¿Cuál es el significado real de esta indignación? ¿esperanza? ¿O decepción en lo que tiene de vacuidad de imagen y gesto? ¿Podemos hacer otra cosa que procurar la distancia para el juicio sereno sin acritud, tratando de entender un mundo en el que parece difícil el atrevimiento de la reina de corazones (que les corten la cabeza!)? ¿Podemos salir del aislamiento y el intento de ir más allá del "cuidado de sí", impotentes para el cuidado del otro(más allá de otro cercano), temerosos de que sea verdad que retornamos a los años grises del medievo?
Salud y librepensamiento, Isabel, y traten todos de convencerme de que otra cosa es posible, que un gesto o una guillotina, proclamará la virtud pública, el alma triunfante de la república sin bandera entrando a caballo o en asno en la ciudad de Metrópoli. Estoy abierto a la revuelta aunque, en inicio, aplaudo la costumbre de pedir huevos a los vecinos.
Una forma magnífica de expresar una realidad, dura y brutal, que a todos nos afecta. Lo dices de una manera tan brillante que casi esa deseperanzada realidad durante unos segundos pasa desapercibida.
ResponderEliminarGracias por tu arte, querida Isabel. Un beso
Quizás no me lo creas, pero todo es perfecto en este aquí y en este ahora...Incluso tu indignación....
ResponderEliminarPaz&Amor
Isaac
Isabel. Mis disculpas. Bajo ningún concepto he querido corregirte. En el fondo da igual si es un impuesto o una tasa. Hay que pagar y punto. El comentario completo era irónico en ese sentido. Lo he dicho por que casualmente he escuchado a un señor que llamaba a la radio para preguntar indignado sobre el impuesto para poder recurrir, y el consejero de justicia de aquí, le contestó eso: "mire usted,debo corregirle, ante todo no es un impuesto, es una tasa, que como sabrá son conceptos diferentes". Y se lo dijo con toda la caradura y toda la tranquilidad del mundo.Alucinante. Cuando te hice el comentario me acordé y lo puse en ese sentido.
ResponderEliminarPor cierto, la reflexión es una vez más a parte de pertinente, magnífica.Olvidé decirlo. Un abrazo.
Basta una rápida lectura a los comentarios para comprobar que no es tu David el único descreído.
ResponderEliminarNos aprietan las tuercas cada vez más, sean tasas o impuestos, es igual, se trata de exprimir al máximo tanto los bolsillos como las conciencias.
Tengo la esperanza de que reaccionemos más pronto que tarde. La reforma laboral, la jubilación a los 67 y hoy, los cambios en educación...
Y los sicarios anuncian y dan la cara por el jefecillo, que está escondido en sus despachos y sólo sale para posar en Europa.
Es lo que se merece este país de urdangarines.
¡Es que me dan hasta taquicardias cada vez que veo o escucho un Informativo!
Por supuesto, tu crónica, excelente.
Cariños varios, Isabel.
Sí...la mecha está prendida. Yo la oigo crepitar
ResponderEliminarNosotros somos más :)
Un abrazo enorme, Isabel
Te mando un saludo desde Madrid
ResponderEliminarCAMINO A GAIA, no se puede decir y más breve.
ResponderEliminarL, estoy contigo: "un mundo que reduce la crueldad es mejor que el que la sostiene", pues jamás he defendido la violencia como modo de resolver conflictos. Antes, al contrario: los agrava.
Y ojalá pudiera convencerte otra cosa es posible, pero lo veo todo tan oscuro en estos tiempos... Al menos, que no nos quiten el derecho al pataleo, que si somos muchos los que lo hacemos, eso ya es un modo de presión según mi criterio. Somos mayoría, como indica Alma con expresión cómplice.
V, nada de disculpas, hombre. Tengo que agradecerte la puntualización, pues la tasa se paga por el uso de un servicio público y, por tanto, sólo por los usuarios del mismo, mientras que el impuesto requiere un hecho imponible que aquí no es el caso. Otra cosa bien distinta, y sangrante, es que paguemos la justicia con nuestros impuestos y si, además, queremos recurrir, hayamos de pagar tasa, ¡de escándalo!
Y por supuesto que supe interpretar tu comentario irónico. Nos vamos conociendo, querido amigo, y si algo me gusta de ti es esa ironía inteligente que utilizas y que me rinde, bien lo sabes.
Mª Ángeles, bienvenida a este cobijo y te mando un fuerte abrazo, ya que no puedo hacerlo en tu blog personal.
Perdón por las omisiones de palabras en el anterior comentario, pero este ordenador debe tener hambre y se las traga en un momento.
ResponderEliminarQuería decir:
CAMINO, "no se puede decir mejor y más breve".
L, "ojalá pudiera convencerte de que otra cosa es posible".
Abrazos y disculpas.
¡Ay que yo me parezco a David, niña!... ya pasé la "etapa Julián" y las poquísimas esperanzas que me había transmitido el cambio político, a dos meses -mal contados- ya se han ahogado en la más absurda de las realidades.
ResponderEliminarUn abrazo Isabel... ganas me dan de aparecer en la próxima junta de vecinos ;)
Si Isabel, hay mucho descontento, mucha tristeza en los ojos de la gente y desesperanza de que ésta situación acabe algún día...porque no se ve la luz al final del túnel.
ResponderEliminarSiempre tengo la esperanza en que todo esto nos ayude a tomar conciencia de que para lo que poco que estamos en este mundo no nos hace falta acumular tanto, ni en cosas, ni en poder. Además, aunque solo sea por estética, cualquier exceso es hortera.
Una delicia leerte, querida amiga, y sentirnos reflejados en tus relatos.
Un beso muy grande!!
Lo mismo es verdad que estamos como dormidos, lo mismo nos ponen algo en el agua, cosas como estas harían revolverse en sus tumbas a los grandes luchadores y revolucionarios ¿que nos pasa?
ResponderEliminarHola Isabel, Ya veo que has cerrado el turno de los ocomentarios y las réplicas pero, que quires, yo aún no he dicho la mia, y reclamo mi derecho.
ResponderEliminarBueno pues como veo que asientes, te explico una cosa, que me ha llenado de gozo y de orgullo.
Pues resulta que yó en mi ignorancia supina, hace ya quinientos años o mas que ya me sabia lo de las castas. Para mí estaba cantado y rechupado, y casi asumido. Nunca he dudado de que estamos única y exclusivamente, al servicio de las castas superiores, y que nos dejan para que comamos, las migajas de sus banquetes. Ohh! siii, desde hace ya mucho tiempo.Y ahora segun dices nos quitan el derecho de protestar, y tenemos que pagar por decir que no estamos conformes. Lo que se dice vulgarmente, "tras de cornudo apaleao".
Pues amiga mia en este estado vivimos y no encontramos casi cómodos. porque somos mas burros, que nadie. Asnos, cuadrúpedos.y cazurros. Y tú que eres billante, lista, sagaz y aguda: aun no lo sabias!!! jajajaja!!
Isabel hoy me he salido del guión.
Espero que no te lo tomes a mal. Es todo broma. Recibe un beso enorme.
¿Vendras al encuentro de blogueros?
Pero quien le ha dicho al Sr Botín que puede cobrar lo que cobra, y tener lo que tiene a cuenta de los que llevan los dineros a ahorro ..!!.
ResponderEliminarDar el fuego al pueblo no es fácil y, todo queda ya en ese Prometeo, el hacedor de los humanos y que se había enamorado de su obra. Ya no hay seres humanos, hay financieros sin escrúpulos y políticos que les hacen la cama cada día..Ya no voy a mencionar los coronados que no se quitan ni un céntimo ni de su pedazo nóminas ni de sus gastos de representación.
un abrazo y enhorabuena por tu gran texto.
marce-lo
Ayy Isabel, a veces siento que llevo una caja de cerillas en el bolsillo, sí, lo mismo cuando no tenga nada que perder enciendo la caja o las reparto para quemar algo, porque ganas no me faltan. De momento miro la mecha que no es poco.
ResponderEliminarUn abrazi
Estando de acuerdo con todos los pensamientos de David, empiezo a creer que la única solución para poder vivir sin que nos transformen en zumo fresco es rebelarse contra quienes han sido votados libremente. ¡Todos lo dicen!
ResponderEliminarSí, es una solución pero NO LA solución por la razón aducida: ¿olvidamos que han sido votados?
¿Por qué se les votó?
¿Era la chulesca "rabia" contra quien ha soportado una herencia envenenada y un dislate mundial? ¿Si?
¿Alguien ha hecho un juicio justo a ZP y ha sopesado, como Anubis, lo bueno y lo malo?
¿Por qué no se realiza la pesada y que ella decida el resultado de esta locura colectiva que ha llevado a votar a quienes son la perdición de nuestra sociedad?
Bien, Isabel, hemos retrocedido a los años setenta, donde se dejaron "lo atado y bien atado". Ahora anudarán más fuerte el nudo para que no se vuelvan a producir etapas en las que la modernización de la sociedad española ha alcanzado sus más altas cotas.
El problema es la aparición de un Alejandro que corte con su espada el nudo por muy complejo que sea.
El nudo debe desatarse por todos los ciudadanos,l aportando cada uno su pequeño o gran esfuerzo en su ayuda mutua. No de otra forma nos vamos a deshacer del peso de un proteccionismo, menosprecio, absolutismo y pedantería absurda de tres al cuarto, que atentan contra nosotros mismos.
Un fuerte abrazo, querida Isabel.
tienes razon, yo me indigno como tu. y lo dicho al principio tienes razon, no tienen lo que hay que tener para hacer las cosas con dignidad
ResponderEliminarExcelente escrito y acorde con lo que pienso de los tiempos actuales. La izquierda y la derecha son lo mismo hoy en día. Saludos.
ResponderEliminarBien escrito Isabel, ¿a quién ampara hoy la Justicia?, no hay más que poner la tele para verlo. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
ResponderEliminarPasé el otro día pero no pude opinar y hoy con más tiempo leo otra vez esta tremenda queja que es la de todos los que no estamos entre los que manejan el cotarro.
ResponderEliminarA ver que opinan ahora los que se creían que nos iban a sacar de la crisis y que le han dado una amplia mayoría para hacer y deshacer lo que quieran.
Además de la pérdida de derechos el tejido industrial de la pequeña y mediana empresa está desapareciendo, no sé que empresas van a quedar si están recogiendo velas a marchas forzadas incluso delegaciones. Una sangría tremenda.
Querida Isabel no puedo estar más de acuerdo contigo y tu personaje.
Un fuerte abrazo.
MONTSERRAT SALA, puedes decir lo que quieras, que aquí no se cierra nunca el turno de palabra y menos para ti, ¡faltaría más! Y encima un comentario jugosito, jajaja. Eres tremenda y me encanta que te salgas del guión, así que sin problemas.
ResponderEliminarEn cuanto al encuentro de blogueros, eso quisiera: acercarme a Barcelona, pero lo voy a tener difícil, aunque te aseguro que con las ganas me voy a quedar, ay.
Como siempre, quiero agradecer vuestra compañía, vuestros comentarios y vuestro apoyo.
ResponderEliminarTodas las palabras se quedarían cortas, así que os mando miles de besos.
Han destapado la caja de los truenos y la tormenta es inevitable. muchos sufriremos, pero ellos desaparecerán: Un abrazo!
ResponderEliminarNuestra justícia no es justía...
ResponderEliminarUna pena de mucho dolor.
Parece mentira...
Los culpables o presuntos culpables salen siempre inocentes a pesar de las puebras.
Los inocentes salen culpables a pesar de las pruebas.
Gracias.