Como decíamos ayer, y decía un viejo profesor ya fallecido a su vuelta a la Universidad, «las ilusiones rotas son malas compañeras de camino». Es bueno para el alma embarcarse en proyectos y luchar por ellos. La juventud del corazón se mide por nuestra capacidad de entusiasmarnos en nuevas aventuras. Recorrer una travesía apetecida llenos de gozo, vivifica nuestro espíritu.
Ya habrán podido suponer que cumplí mis expectativas. Me he entregado, con toda la fuerza de una pasión salvaje y avasalladora, a aquello que mis ansias apetecían y calificaban como lo óptimo en un momento concreto. Estoy contenta. He cumplido como mejor he sabido hacerlo, no digo de la mejor manera posible, sino de la mejor forma que sé. He disfrutado en el itinerario de mi viaje esforzado y repleto de ilusión, porque no merece la pena ningún fin si los medios para lograrlo no nos satisfacen –léase Maquiavelo al revés o, si se quiere, el fin no justifica los medios, sino que son los medios los que me hacen apetecible el fin–. Este axioma, en principio tan sencillo, no siempre se ve claro, pues son muchas las veces que confundimos la esencia de las cosas y calificamos como bueno un resultado en cuya consecución no se ha complacido nuestra mente. No ha sido mi experiencia, por fortuna, que si algo he asimilado ya con el paso de la vida es que no me meteré en viajes en los que no pueda regocijarme con el recorrido hasta alcanzar la meta. La inmensa mayoría de las veces la meta es el mismo viaje. Esos son los viajes que me gustan.
Y, hablando de viajes, se preguntarán por mi viaje a Italia. Ayer mismo, cancelé las reservas que tenía efectuadas. Imprevistos familiares así lo han aconsejado. Vendrán mejores momentos para que la inquietud viajera despliegue sus pasiones. Entre tanto, retorno a mi cobijo con la alegría de los reencuentros. Es un gran placer coincidir con viejas y nuevas amistades, abrir las puertas y las ventanas y que se llene mi casa del aire de tantas vidas estimadas, de la pulsión de tantos corazones generosos.
Los he añorado mucho durante todo este tiempo de ausencia. Por fin, puedo volver con ustedes para aprender que la vida es un viaje que se realiza mejor en compañía.
Las puertas y las ventanas están abiertas y la celebración del retorno en cada partícula de mi alma. Bienvenidos sean.
Sin duda es una buena noticia que podamos volver a leerte, me alegro mucho compañera.
ResponderEliminarUn beso
Isabel, no sabes lo que me alegra el hermoso viaje a tus sueños realizados. No sabes lo bien que me vienen también estas palabras tuyas justo ahora. Sí se que te he extrañado y que me meto en tu casa por la ventana y por la puerta. Como antes.Como siempre. (Y si puedes, cuéntanos también un poco que te ha tenido tan felizmente ocupada.)
ResponderEliminarIsabel el placer es mio, y muchas gracias.
ResponderEliminarMe pasare por tu blog con detenimiento
saludos
Andres
Me alegra saber que tus objetivos los has cumplido. Se te ve contenta y satisfecha. Me alegra también tu vuelta. Aquí seguimos en la blogosfera, llenos de pasión, de gritos y muchas veces también de sonrisas.
ResponderEliminarBienvenida. Un beso
Para mí, la mejor noticia de hoy. De vuelta a casa. Cuánto me alegro de leer estas palabras. Espero que todo haya salido bien, amiga mía.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Jorge Andreu
Me alegra tu vuelta, amiga, y que lo que tenías pendiente se haya realizado a tu modo. Espero que esos imprevistos familiares se solucionen y puedas realizar tu viaje. Un abrazo.
ResponderEliminarEstoy muy muy muy contenta de leerte de nuevo Isabel
ResponderEliminarUn abrazo
Con una bienvenida así, ¿quien se resiste a entrar?
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Qué alegría volver a saber de ti, querida Isabel! Tu relato de hoy , aun casi críptico, es también -según he intuido o creido entender- una especie de lamento, más que de queja, pese a todos los posibles "accidentes" (en el sentido más filosófico del término)que circulan en torno a esa "esencia", abstracta y genérica que constituye el centro de gravedad. Sí, estoy convencido, se trata de uan "esencia" (el ser es "lo que es", del mismo modo que la nada, es "lo que no es"). ¿Qué posibles ilusiones se han roto, querida Isabel?. No puedo estar de acuerdo en que precisamente por eso mismo, por haberse roto, puedan ser "malas compañeras". Eres "antimaquiavelista", en el sentido más positivo y profundo. Casi coincido contigo. Son los medios (fuera de toda dimensión político-moral)quienes son esenciales, mucho más que el fin, que es simplemente instrumental, porque estoy convencido de que el ser humano es el único de la Creación que "se va haciendo" en la medida en que "se va conociendo". Algo así como si, desde la nada absoluta, en virtud precisamente de un proyecto de "ser un cuerpo", pensase (y quisiese tener) en que tiene una mano. En ese momento, la tendría. Y después un brazo, y otra mano y otro brazo, y así sucesivamente hasta completar "el cuerpo": Ese "ir haciendose" es lo esencial, la esencia, lo que es. Por el contrario, el fin, acaso no es más que el accidente, lo que ya no tiene trasncendencia ni interés, lo que ya pasó, la nada, lo que "no es". Y por ello, del mimso modo en que no nos morimos el día en que se fecha nuestro certificado de defunción, sino que nos vamos muriendo, un poco o un mucho, cada día, de la la misma manera no "nos hacemos" en un día, sino que "nos vamos haciendo". En este sentido, jamás pueden tener cabida ninguna especia de "ilusiones rotas". Perdona por mi perorata. Un beso, Isabel. Me alegro de poder estar nuevamente en tu compañía, aprovechando una de esas ventanas que dejas abiertas. Bienhallada. Luis Madrigal.-
ResponderEliminarMe alegro de tu regreso y de que todo haya ido de acuerdo con tus aspiraciones. Es un placer volver a entrar por las ventanas y las puertas de tu blog y recibir tus visitas. Un saludo.
ResponderEliminarMe produce una gran satisfacción poder volver a contar con tus comentarios siempre, y no es adulación, fuente de reflexión y de inspiración.
ResponderEliminarY me alegro por partida doble o triple o más incluso, porque en los últimos meses personas a las que también llegué a apreciar han ido abandonando mi pequeño mundo virtual. Y eso conduce a cierta soledad, tristeza...
Puede sonar, y seguro que lo es, a puro egoísmo, pero es que una de las pocas cosas que me quedan de interés son estos espacios en los que creo poder aportar algo y, desde luego, en los que aprendo cada día.
Así que me encanta tenerte de nuevo con nosotros.
Salud
y acá estoy yo, que hace tan poco te conozco pero que notaba tu ausencia...me alegro pues que hayas vuelto y espero tenerte por mi espacio cuando quieras! Un abrazo
ResponderEliminarPues, al fin. Y con el deber cumplido. y sé, estoy segura de que a plena entrega y alegría. Camino lento, duro a veces y siempre, siempre alegre, porque es TU camino.
ResponderEliminarY yo aplaudo desde esta esquina (aunque tengo las manos desolladas de trabajar seguido toda la semana, en el campo).
Bien venida. Aunque no te has ido nunca, que yo vine de vez en cuado a regar las plantas.
Hermoso y esperado regreso. felicidades. Mil besos enormes. Vuelvo con mas tiempo, solo quería saludar.
ResponderEliminarTodos no alegramos de tu vuelta, se te echaba de menos, bienvenida de nuevo amiga, un saludo.
ResponderEliminarBienvenida tú, amiga Isabel. Me acabas de dar una gran sorpresa, cómo me alegra tu vuelta, mucho más sabiendo que has cumplido la misión que te propusiste. Imagínate y siente que te doy un fortísimo abrazo, como si nos hubiésemos encontrado después de tiempo. Me gusta ver que has abierto las puertas y ventanas de tu casa.
ResponderEliminarYo estoy muy liada en estos días, pero vendré a verte siempre que pueda.
Hasta pronto.
Se te echó de menos.
ResponderEliminarMuchas gracias por volver.
Un beso.
Bienvenida a tu casa! Me hace ilusión tenerte de vuelta.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo en que el fin no justifica los medios, así generalizando...aunque siempre me han dado repelús los axiomas y las verdades absolutas...dejémoslo en cada uno ha de ser consciente de cada paso que da, y si disfruta del paseo -como dices que has hecho tú- mejor que mejor.
Un beso
Trankilo, gracias siempre, por todo. Para mí, también es agradable contemplar tus rancias. Un beso.
ResponderEliminarMaia, eres un encanto. Abiertas están puertas y ventanas de la casa, pero no las necesitas, porque te llevo metida en el corazón.
Andrés, llevas razón. Poco a poco, nos conoceremos. Por lo que he visto en tu blog, me encanta tu pintura. Un saludo y bienvenido.
Carmen querida, sí que estoy contenta. Regreso como las niñas que han acabado el curso sin suspender. Un beso.
Jorge, eres un cielo. Tú sí que me alegras a mí con tus palabras. Un abrazo grande.
Mateo, gracias a ti por pasarte. Espero también que las cosas vuelvan a sus cauces y pueda viajar más adelante. Una posposición y ya está. Un abrazo enorme y espero que estés bien y animado.
ResponderEliminarMadi, me emociona tu comentario. Gracias por venir y un abrazo.
José Antonio, os merecéis la bienvenida. Dadme tiempo y, poco a poco, me iré poniendo al día con vosotros.
Luis, no te preocupes, que no se me ha roto ninguna ilusión. Para prevenir que no se me rompieran, fue cuando me centré en lo que debía, tal y como indico en la entrada anterior. Y sí, no me gustan los fines como los grandes justificantes de las acciones. Me gustan los caminos que me llevan a los lugares y las herramientas de las materias que amo. No me gusta ser agónica. Un abrazo y gracias por pasarte.
Arobos, aquí estamos de nuevo, amigo, y tan contenta. Un beso.
Txema, tienes que mucho que aportar, no te desmoralices. A mí me encanta leerte y me encanta tenerte por aquí. Un abrazo grande.
ResponderEliminarEmmagunst, ya te tengo controlada e iré a visitarte con calma un día de estos. Gracias por tus palabras y bienvenida.
María Jesús, queridiña, tú bien sabes que he disfrutado como una energúmena, a pesar de las muchísimas horas diarias y del encierro a cal y canto. Es mi camino, no hay duda. Y descansa, exagerá, que no me paras un segundo quieta.
Suso querido, gracias por el recibimiento. También te visitaré en tu casa. Tengo de visitas atrasadas que no veas. En unos días, intentaré llegar a todas partes. Un beso enorme.
Mamé, gracias por cuidarme el blog, como Mª Jesús, como Mercedes, como Man, como Tordon. Prontito estoy en tu casa chipionera. Un abrazo, querido amigo.
Mercedes, he sentido tu abrazo y me ha emocionado de veras. Entiendo tu agobio, pues ya ves que yo he estado igual y no me quedó más remedio que congelar el blog, porque no podía atenderlo. Quienes te apreciamos, te seguiremos queriendo tardes lo que tardes. Y no soy de las que se mosquean si no les comentan. A mí también me cuesta llegar a todo. Un beso, amiga mía.
ResponderEliminarMercedes Thepinkant, también os he echado de menos a vosotros, mucho, mucho. ¿Cómo no iba a volver? En nada, os estoy dando la murga con escritillos. Un abrazo grande.
Raticulina, a mí también me dan ese repelús al que te refieres los absolutos. Uf, casi dentera. Te entiendo y, una vez más, coincidimos. Me emociona tu ilusión. Un beso enorme.
Bueno Isabel, ya estás de vuelta.
ResponderEliminarUn beso.
¡¡¡Bien venida, Isabel!!!.
ResponderEliminarMe alegro mucho de tenerte de nuevo con nosotros y si además es con el deber cumplido mucho más.
Ya sabes que te queremos y que nos hace muy felice tu regreso.
Bicos
“Aquí la envidia y mentira
ResponderEliminarme tuvieron encerrado.
¡Dichoso el humilde estado
del sabio que se retira
de aqueste mundo malvado,
y, con pobre mesa y casa,
en el campo deleitoso,
con sólo Dios se compasa
y a solas su vida pasa,
ni envidiado, ni envidioso!”
Esta es la décima que, presuntamente, al salir de la cárcel, escribió en las paredes carcelarias, Fray Luis de León. Después de envidias y denuncias; después de pasar 5 años encarcelado, por eso de la Inquisición, al volver a su cátedra en la Universidad de Salamanca, teniendo como alumno a San Juan de la Cruz, comenzó su clase de esta guisa: “Como decíamos ayer”……
Después de las largas vacaciones del 36, que le había impuesto Primo de Rivera, el rector Miguel de Unamuno comenzó sus clases copiando las palabras de Fray Luis de León :”Como decíamos ayer”.
Desde esta ventana, extrañada Isabel, corrijo lo que te escribí ayer : “ Hemos sentido tu ausencia, porque tu voz quedó como eco en cada una de tus palabras dejadas”.
Cuánto me alegro de ver tu ventana de par en par.
ResponderEliminarY tambien me alegra saber, que tu proyecto te ha reportado felicidada por lo que nos cuentas en tu espístola tan bien escrita,chica tu eres una artista del genero...
Eso, que me alegro y que estaré por aquí como siempre...Tenemos pendiente un café. Besicos
Ah, gracias por incluir mi fotico "ocaso en el Mar Menor"...Eres un sol en el amanecer.
Con esa ventana tan abierta y en esta casa de alto nivel de sentimientos, de expresión, de gusto literario...una se queda muy contenta al saber que has regresado y será un placer poder venir a leer tus contenidos.
ResponderEliminarCoincido con usted, estimada Isabel,en que el viajar es la meta, y que no hay viaje malo.
ResponderEliminarExcepto el que conduce a la horca, decía Cervantes.
¿Escribir en un blog es una forma de viajar?
No lo sé, pero cuesta menos.
Besos
Que alegria tenerte de nuevo...la verdad que tenia ganas yá.
ResponderEliminarDespues de haber cumplido tu proyecto,podré leer tus maravillosos escritos.
Un abrazo de bienvenida
Me alegra tu regreso amiga,quedo esperando para empezar a leer,cariños
ResponderEliminarThornton, eso, aquí estamos de nuevo y presta a los cafés que se tercien. De Ministra a Ministro del submarino lúcido, un beso.
ResponderEliminarDilaida, también yo os quiero. Snif, me vais a hacer llorar. Bicos, galleguiña.
Manel, mil besos por Fray Luis, otros mil por el poema excelso, otros mil por citar al medio fraile (mi poeta favorito), otros mil por Unamuno y otros mil por reparar en mi guiño del principio. Ah, te resto mil por no acordarte de Tierno Galván, que también inició así sus clases tras un largo periodo lejos por cuestiones que no vienen al caso. De todas formas, olé por ti. Un beso.
Cabopá, el café cuando quieras. Qué palabras más bonicas me dices… Besicos, paisana.
Anna, preciosa, gracias por pasarte. Pronto también me pasaré por tu rinconcito. Un abrazo grande.
ResponderEliminarTordon, estimadísimo Capitán-Presidente plenipotenciario del submarino, lo que usted diga, que sigo haciéndole la pelota. Olé por la cita de Cervantes. No sé si esto del blog es una forma de viajar, pero a falta de pan, buenas son tortas, o quien no se conforma es porque no quiere. Siempre un placer verlo por esta casa. Besos, así que queda aún más besuqueado todavía. Oiga, avise cuando venga. Y avise cuando haya Consejo de Ministros del Gabinete de crisis.
Maripaz, también me alegro de verte. Pronto me acerco a tu baúl querido. Un besazo, majísima.
Fiaris, también me alegro de verte. Un abrazo transoceánico.
Bienvenida , aunque un poquito de ti siempre estuvo con nosotros.Un besazo y un fuerte abrazo
ResponderEliminarIsabel me alegra que hayas conseguido tus objetivos y de tu regreso.
ResponderEliminarun beso
¡Bienvenida de nuevo, querida Isabel...! Te he echado de menos.
ResponderEliminarBesos enormes...!
Irradias energía y eso es favorable para los rezagados como yo -por ejemplo-
ResponderEliminarMe alegro de tu regreso, aunque en el pensamiento siempre has estado presente.
Un abrazo
Un placer ver de nuevo este cobijo habitado con esas ventanas blancas y bien abiertas. Bienvenida de nuevo Isabel.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Fumador
Me alegra tenerte de regreso, y plena. Sólo eso. Ahora me voy al Sanatorio, que ser padre no se da todos los días. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarMi muy querida amiga Isabel. Que alegría me has dado con tu vuelta. Te echaba tanto de menos que el grupo y yo estábamos faltos sin ti.
ResponderEliminarSin llegar a las alturas que alcanza de Luís, solo a veinte centímetros del suelo, te digo que siento como sintió el padre del hijo pródigo; una inmensa e incondicional alegría de volverte a tener en casa.
Hoy es un día de fiesta; brindemos por Isabel, por nuestra amiga, por mi querida paisana.
Un abrazo y un beso
Hola, mis saludos para ti, soy nueva y llegué observando y hurgando Blog de lectura. Te felicito escribes de maravilla, me ha resultado entretenido leerte...Ya que has regresado a tu casita virtual podré visitarte y leerte con regularidad...Veo entre tus seguidores a varios conocidos.
ResponderEliminarUn beso.
Isabel, soy malísima con los acertijos y/o adivinanzas, así que nuestro amigo del Club nos podría hacer de intermediario,je,je...él tiene mi dirección...
ResponderEliminarBesicos.
Se hacía largo el tiempo sin tus palabras. Por fin de nuevo, ondea la bandera de tus historias y tus inquietudes, a pleno pulmón, para respirar nuevos colores.
ResponderEliminarBienvenida Isabel, un abrazo.
Anusky, me encanta tu recibimiento. Un besazo de los grandes.
ResponderEliminarYo, gracias por tus palabras. Otro beso para ti.
Cornelius, yo también os he echado de menos. Pronto paso a verte. Un abrazo grandísimo.
Kety, eres un encanto, qué cosas me dices. La verdad es que no sé si es energía o electricidad, porque me he acostumbrado a ir a mil por hora y, ahora, que quiero pausarme un poco no hallo el modo. Hacemos un trasvase y equilibramos, pues (¡chis!, que siendo murciana se pueden mosquear si hablo de los necesarios trasvases). Un besazo.
Fumador, amigo mío, mira que me alegro de verte. Y espero que, pronto, podamos repetir y saltemos por encima de la virtualidad. Un abrazo con ganas.
Pulgarcito, enhorabuena, muchachote. Deseo que todo haya ido bien y se encuentren estupendos la madre y el bebé. Ay, qué ternura me ha invadido. Un besazo y ya nos contarás.
ResponderEliminarMan, pues choquemos las copas, que me emociona tu brindis. Pero qué majo eres. Un abrazo.
Taty, gracias por tus amabilísimas palabras y bienvenida a esta casa, que es la tuya. Un beso.
Mª Carmen, hola. Observo que sigues con tus cadenas. Un saludo cariñoso.
Cabopá, cuando te remito un comentario, te apareceré suelta. Si vas con la flecha del ratón a mi nombre en el email, te aparecerá mi correo electrónico. De todas formas, no me parece mala idea que usemos a los chicazos del club. La Plaza Belluga no es un mal sitio, aunque lo mismo emigran, jajajaja. Esta mañana, he visto a Nicolás, un encanto.
Camino, sé que cuidaste a mi amiga Gaia y eso me reconforta. Un besazo para ambos o, mejor, uno para cada uno.
Me alegra,amiga Isabel,que de nuevo te encuentres con nosotros
ResponderEliminarBienvenida y un abrazo
Gracias por volver a tu casa que para los demás es nuestra. Gracias por permitirlo.
ResponderEliminar¡WAU AL FIN!
ResponderEliminarTe visitaba con frecuencia...cuando leía "Epístola que..." me daba la vuelta. Ahora no, ahora entro por la ventana, con la brisa de mi océano y por la puerta, con la generosidad del mar de tu corazón.
Me alegra que hayas vuelto, con las huellas claras y la sonrisa fulgurante. Un abrazo bien grande.
(me veo a la derecha de tu blog, gracias, muchas, Isabel, tal vez estaba hace tiempo y no lo había visto...)
Había visto la actualización y no encontraba el momento para venir, el buen tiempo me complica el trabajo... Me alegro, por la realización de tu proyecto y sobre todo por tenerte de vuelta.
ResponderEliminarBonita forma de "abrir la ventana" para el reencuentro.
Un besazo.
No te conocía hasta hoy, Isabel.
ResponderEliminarEsas cosas de los días de suerte, hoy pude hacerlo.
Es un placer leerte porque de cierta manera es una forma de encontrarme en tus palabras.
Abrazos.
Alicia
Isabel, quitemos las alfombras rojas y pongámonos el mono del placer. Terminado un trabajo comienza el siguiente. Iniciada una ilusión, comenzadas todas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Salud.
Perich
Amiga mía
ResponderEliminarComprobaras que estábamos impacientes. Por tu ausencia. Gracias por volver, en este mundo electrizante, que se contagia por días de esta decadencia que en la que nos metieron.
En cuanto antes, retoma ese viaje maravillas a la Italia de los nerones. No pierdas tiempo, que se esta cayendo a trocitos, por culpa de la actual caída del imperio.
Un beso.
Amiga mía
ResponderEliminarComprobaras que estábamos impacientes. Por tu ausencia. Gracias por volver, a este mundo electrizante, que se contagia por días de esta decadencia en la que nos metieron.
En cuanto antes, retoma ese viaje maravillas a la Italia de los nerones. No pierdas tiempo, se esta cayendo a trocitos, por culpa de la actual caída del imperio.
perdon, el corrector ortografico estaba inquieto
Un beso.
Bueno, te he encontrado por casualidad y me ha encantado tu reflexión, me apunto para seguirte.
ResponderEliminarAlejandro
NADA COMO EL REGRESO A NUESTRAS COSAS QUERIDAS.
ResponderEliminarA LOS OLORES COTIDIANOS, Y LOS SONIDOS CONOCIDOS.
NADA MAS HERMOSO QUE TENER UN LUGAR PARA VOLVER..
TE ABRAZO ESTIMADA ISABEL
Felipe, y yo tan contenta de estar con todos de nuevo. Un abrazo.
ResponderEliminarFuencisla, gracias a ti siempre por tus palabras. Estoy deseando que te abras una ventanita. Un beso.
Virgi querida, métete de lleno, que a mí me inspiran tus palabras tan certeras. Sí, te coloqué por ahí hará unas dos o tres semanas (ni me acuerdo) y de gracias, nada, que no se manda en el corazón ni en los afectos. Un besazo.
Paloma, pedazo de poeta, un besazo para ti y recomiendo tu blog encarecidamente a todos aquellos que disfruten con la poesía.
Pepe444, gracias por pasarte. He hojeado tu blog y es muy bonito.
Alicia María, gracias por tu visita y por tus amables palabras. También yo he ido a conocerte y, como te he comentado allí, tienes un blog precioso. Un abrazo.
ResponderEliminarPerich, me coloco ahora mismo ese mono con gusto. Regaremos los proyectos con buen vino y a seguir con ilusión, que cuando se destapa el regalo de todas las maravillas del mundo, te inunda para siempre. Un abrazo, querido amigo, y a ver si nos vemos pronto.
Pedro Huelva en cuanto pueda, viajaré, que no te quepa duda. Ya tengo mono, pues desde octubre no he salido lejos, pero llegará el momento adecuado. Y sí, se cae el imperio actual, el imperio capitalista está tocado, aunque no sé si morirá, pues suele ser como el ave fénix y resurge de sus propias cenizas para ventura de banqueros y desventura de ciudadanos. Un abrazo y gracias por pasarte.
Alejandro, estás en tu casa. Bienvenido seas. Tienes un hermoso blog. Un saludo.
Abuela, llevas razón, retornar a lo amado siempre es gratificante. También te abrazo con fuerza.
Isabel! Ya estás aquí!!!! Y yo sin darme cuenta que habías abierto ya la ventana... ¿Puedo pasar? ¿Puedo cobijarme con tus palabras?
ResponderEliminar¡¡wow!!, que bueno cuando nos sentimos henchidos de alegrìa por el placer cumplido, satisfecho. Estos son los momentos que valen la pena realmente.
ResponderEliminarmis felictaciones sinceras y cordiales saludos
Ya volvió la alegría de la huerta. Por fin se abren las ventanas con aire renovado. Esperamos de nuevo tus palabras. Un abrazo queridísima.
ResponderEliminarBienvenida al ruedo nuevamente Isabel. Cumplidas tus metas (que son personalísimas) y pendiente el viaje a Italia para tiempos más aliviados.
ResponderEliminarUn beso desde el sur.
Encantadísimo de verte de nuevo por aquí... De todas formas, tienes que contarnos con detalle cómo han ido esos proyectos tan apetecibles y cómo han sido sus resultados.
ResponderEliminarBesos y bienvenida.
Isabel, he leído tus palabras con una ilusión bárbara. Qué bueno que volviste... pero tutéanos, please!, que queda tan formal... Bueno, eres una chica formal. Me alegro infinito por todo, por todo menos por una cosa. Merecías Italia, querida amiga, la merecías ya. Pero la Maga le contó a Rocamadour que el tiempo es un bicho que anda y anda... así que vendrán tiempos propicios, seguro. Te deseo lo mejor y me felicito por tenerte de vuelta. Yo también pasé a veces para regar las plantas (pillé una cerveza de la nevera, te habrás dado cuenta ;) Un abrazo enorme.
ResponderEliminarRegocijo y alegría de ver que tu entusiasmo se ha crecido, de que has trabajado duro y el camino (como el Itaca de Kavafis), te hizo vivir lo más necesario...
ResponderEliminarYo, sigo en mi proyecto de remodelación de mi estudio, ya bastante avanzado, pero eso me tiene estancada en los blogs, pues no os acompaño como antes, y hablo de una forma física, pues pensar en todos pienso y acordarme de todos me acuerdo...por eso siempre os agradeceré que aún teniéndome un poco perdida, lleguéis hasta mi casa a dejarme vuestras palabras y vuestro cariño. El mío, ya sabes que lo tienes...siempre.
Un abrazo enorme y besos
Alenka, estás en tu casa y me agrada mucho verte aquí. Esa visión tuya, tan mágica y espejiana, siempre hace bien. La fantasía es necesaria para sobrevivir y tú puedes poner un puesto con este don. Un beso enorme.
ResponderEliminarAdelfa, muchas gracias por tus palabras. Y sí, da gusto embarcarse en proyectos que nos seducen y dar lo mejor de nosotros mismos. Los resultados son otra historia. Lo importante, la ilusión con la que se recorre el camino. Un abrazo.
Carlos, me pones zarzuelera, jajaja. Ay, este tusitala querido… En naica, estoy con escritillos por acá. Un besazo.
Mariana, al principio no sabía quién eras hasta que he mirado la foto: mi Emey querida. Me gusta tu nueva imagen. Nos vemos en estos ruedos virtuales. Un beso grande y un abrazo transoceánico.
ResponderEliminarAlegre opinador, encantada también de verte. Los proyectos siempre se reflejan en este blog de alguna manera y los resultados no dependen de mí y se harán esperar unos meses. Todo a su debido tiempo. Un abrazo.
Ramon, es que soy una formalista y, en plural, me sale el tratamiento. ¡Pero qué antigualla de amiga te has echado, jajaja! Y sí, la Maga era sabia e instruía muy bien a Rocamadour. Italia está ahí para mejor ocasión, qué duda cabe. Gracias por venirte a por unas cañitas. Besazos.
Begoña, querida, aquí estoy de nuevo, con ganas de abrazaros a todos. Ánimo con las obras de tu estudio y bien sabes que me encanta pasar a estar un ratico contigo. Nos debemos un café, no se me olvida. Un besazo enorme.
Por aquí andaremos de nuevo, Isabel.
ResponderEliminar¡Salud!
Bienvenida seas tú!
ResponderEliminarVete cuando lo necesites, vuelve cuando quieras, con la absoluta certeza de que siempre, siempre, estaremos aquí...
Que se te quiere mucho, que es un lujo leerte y saberte.
Tu lanita, la descastada.
.-))
Mariano, por aquí o por tu casa nos veremos. Salud.
ResponderEliminarAy, mi Lanita, la no descastada, qué gusto me da verte. También te quiero un rato, princesa.
Hoy mi visita es más bien para decirte que voy estar ausente unos días debido a un viaje que tengo que hacer, no teniendo el gusto de pasar a visitarte hasta la semana del siete de junio en adelante, que me acercaré a dejarte mis huellas felinas a mi regreso, para que sepas que estoy de nuevo tu lado.
ResponderEliminarY por el mismo motivo esta semana ya me es impensable despedirte el tan codiciado fin de semana, haciendo presente desde aquí y en este momento.
Estaré sin saber de ti unos cuantos días pero quiero que sepas que te llevo en mi corazón, con deseos de un pronto regreso para encontrarme de nuevo con tus letras la esencia que atesora tu presencia.
Disculpame y no me olvides.
Esta que siempre te ha apreciado.
María del Carmen
Isabel, me alegro mucho de tu vuelta por el camino del blog, espero seguir leyendo tus entradas tan entretenidas.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte amiga, desde mi librillo.
Señora ministra, debe haber consejo, que hay muchos comentarios.
ResponderEliminarHola queriiiiiiiidaaaaaaa....!!!!
ResponderEliminarVolviste!Me alegra que hayas cumplido tu trabajo (trabajo?)
Volví... ( :( medio estropeada, buscando mimos)
Pasaré seguido. Te extrañé.
Baci dolci
Mari Carmen, sé feliz y disfruta el viaje.
ResponderEliminarRosario, cuánto me alegra verte a mí también, Gracias por tu bienvenida y tus palabras amables. Un beso.
Maríajesúsmaríajosé, hada y señora Ministra de los bolígrafos aéreos, voy a ver si consigo ponerme al día, que una reunión del Consejo es cosa de risa y, por tanto, inaplazable y de primera prioridad.
Ni Nina querida, lo primero miles de besos y abrazos mimosotes; muchos, todos los que quieras, que para eso estamos las amigas. También yo me he acordado de ti. Baci sostenuto.
Me alegra que estés de nuevo por aquí, aunque me sé uno de los afortunados de los que no te has ido nunca.
ResponderEliminarEscribir como tú lo haces ha de ser siempre un placer en sí mismo.
Un abrazo muy fuerte.
Hola, Jose, amigo mío. Gracias por la bienvenida y un abrazo grande.
ResponderEliminarMe alegro muchísimo, Isabel, de que llevaras a buen puerto tu proyecto.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Bel, qué alegría tu presencia.
ResponderEliminarAcabé y estoy contenta. Cumplí mi parte y han sido muchas horas diarias (de diez a quince, según permitía el cuerpo).
Los resultados no dependen de mí y se harán esperar unos meses. Pero, como digo en la entrada, me siento satisfecha, porque el camino ha sido precioso. Lo demás, es puro azar y no distorsiona la belleza de la que he disfrutado; esa nadie me la quita.
Espero y deseo de corazón que tu proyecto vaya hacia delante. No te rindas nunca y no mires hacia fuera. En ti, se halla la respuesta.
Un besazo.