El atardecer puede ser un tiempo hermoso
si se lo enfoca adecuadamente.
Coliseo, Roma
Atardecer con ruinas, Foros Imperiales, Roma
La ruina consigue ser bella
si nos sabe contar historias.
si nos sabe contar historias.
Parte del estadio de Domiciano, Palatino, Roma
Foro Romano desde el Huerto Farnesino, Roma
A todos nos gusta el mediodía,
el sol en su punto álgido,
ese en el cual los seres lucen
en su perfección alzada.
Ruinas y pinos en el Palatino, Roma
Pino romano en el Palatino, Roma
No obstante nuestra manía
de indicar el camino a los otros,
cada cual posee el suyo propio,
al que deberá acceder por sí mismo
sin señalizaciones previas.
Estatua de Augusto en su Foro, Foros Imperiales, Roma
Grabado en piedra de un orador o maestro en el Palacio Massimo, Roma
No se puede evitar envejecer,
pero sí hacerse viejo internamente.
pero sí hacerse viejo internamente.
Busto con doble cara en el Museo Barracco, Roma
Grupo escultórico en el Museo de Ostia Antica, Roma
Es posible que la paz con uno mismo
se alcance cuando nos reconciliamos
con nuestras diversas etapas
a lo largo de la vida
y no perdemos la fe
en la presente ni en las venideras.
Abrazo en el Museo Barracco, Roma
Estatua de mujer en el Palacio Massimo, Roma
Palabras y más palabras
que buscan el equilibrio.
Trazos del pensamiento.
Esquirlas del vivir.
Inscripciones en Ostia Antica, Roma
Palabras que dicen
y que esconden,
que muestran
y que ocultan.
Instrumentos destinados
a quien sabe leerlos
sin prejuicios.
Inscripción en Ostia Antica, Roma
Máscaras en el Teatro de Ostia Antica, Roma
Nos regalas un recorrido precioso. Gracias Isabel.
ResponderEliminarBicos
preciosas fotografías y las frases muy adecuadas
ResponderEliminarUnbesazo
Te destapas también como una estupenda fotógrafa. Esos pinos donceles no los has retratado, los has pintado.
ResponderEliminar¿Seré por una vez el primero en comentar?
Un beso
Para mí el paisaje mediterráneo es la plenitud. ¿Qué importa pasar si seremos huella del mismo? Besos, Isabel.
ResponderEliminarHermosa metáfora, Isabel. Hermoso viaje interior, ese al que nos invitas e incitas con la excusa de contemplar tan hermosas imágenes. Ante al esplendor cegador del mediodía, yo me arrebato ante un amanecer o un atardecer bajo una ténue lluvia, donde, un cielo tenuemente gris se convierte en un magnífico fondo neutro que invita a fijar mi mirada, de manera global e individual, en todo lo demás...
ResponderEliminarAbrazotes desde este ordenador prestado.
Qué precioso paseo por Roma, pero, sobre todo, qué precioso paseo por ese aprendizaje que es vivir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tus fotos hace que se acrecienten mis ganas de volver a Roma, sólo he estado una vez y en un puente. Un tiempo bastante escaso para lo que hay que ver.
ResponderEliminarAbrazos.
Me gusta Italia, sus ruinas al atardecer y sus gentes.
ResponderEliminarHermosa muestra Isabel.
Besos
Gracias Isabel por este magnífico recorrido por Roma. Ahora tengo más ganas de recorrerla in situ.
ResponderEliminarUn abrazo
María Eva.
P.d. No debes pelearte con el espejo.
Viajando sin salir de casa y con guía de lujo, gracias y un saludo.
ResponderEliminarEs como volver a Roma, a tu propia Roma (las ciudades nos eligen cuando las elegimos, y nuestra visión personal habla también de nosotros mismos, tanto como de la ciudad). Por eso, en estas fotos glosadas, poetizadas, está tu Roma que me parece completamente compatible con la mía.
ResponderEliminarBeautiful!!! I like too!
ResponderEliminarKIIIISSSSSSEEESSS
A través de las palabras te haces complice del tiempo. Escuchas el corazón de las piedras para poder escribir lo que te dicen, y también el de los pinos. Inpecable, como siempre Isabel. Muchas gracias.
ResponderEliminarUn abrazo
La Roma que yo visité, no se parece mucho a la tuya.
ResponderEliminarComo es uno de los sitios donde quiero volver, si lo consigo la miraré, también, a través de tu prisma y tus reflexiones...
Sin duda, ambas miradas enriquecerán, aún más, la concepción que ya tengo de esa ciudad única.
Un regalo esta entrada.
Gracias, mi niña y un fuerte abrazo.
¿Oiga? ¿Hay algo que haga usted mal? Que sepas que te estoy esperando. Ahora, y no es la primera vez, te destapas como maravillosa cicerone en un viaje interior y de contemplación sobresaliente.
ResponderEliminarApunto y anoto esos lugares y esas plazas para cuando visite Roma. Podré colocarme y decir, más o menos desde aquí sacó la foto Isabel. Una gozada seguirte en la reflexión. Un abrazo.
Gracias, querida desalmada. Esas fotos son maravillosas y me han hecho muy feliz.
ResponderEliminarUn beso.
:(
ResponderEliminarJooooooooooooo
¡quiero volver! Mira con que cuidado eché yo mi monedita a la fontana para volver y nada... y quiero volver y andar todo el bendito día, días y días enteros caminando y ver como mi santo se pone farruco y me amenaza: Si me haces entrar en otra puta iglesia... y pasar el día haciendo fotos en los jardines de Villa Borghesse...quiero ir, Isabelica...
Un beso grande, más grande por llevarme un poco
Un recorrido precioso acompañado de unas hermosas palabras.
ResponderEliminarUn beso Isabel
No sé, amiga Isabel, qué me gusta más, si las fotos o las reflexiones que nos regalas.
ResponderEliminarBueno, vale, sí; me gusta todo, experta fotógrafa, experta escritora.
Lindo viaje, paisana.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
¡Ole, ole, ole!
ResponderEliminarMenudo reportaje, me ha encantado fotos y pies de fotos.
Besicos
Me gusta el atracón de aforismos y greguerías ilustradas que me llevo de mi visita, Isabel.
ResponderEliminarUn abrazo,
me encantaron estas reflexiones recreadas en Roma, solo diría que no pienso lo mismo con respecto a evitar, siento que hay inevitables y que solo nos queda transitarlos con la vida en pleno, un abrazo
ResponderEliminarIsabel, que maravilloso recorrido de tu mano. Ha sido un placer exquisito.
ResponderEliminarNo se puede evitar envejecer, pero sí el envejecer internamente.
ResponderEliminarMe quedo con esta frase.
Dulce Isabel.
Isabelica la sabia.
Hola querida amiga:
ResponderEliminartitulas a este magnífico reportaje, como parte de una serie que la llamas
Paseos y Reflexiones Mínimas.Pues no estoy de acuerdo, para nada, porque tu sabes bien que yo entiendo un poco de reflexiones. Por esto me niego a aceptar este enunciado. Rotundamente.
Toma nota y apunta:
"Mis paseos por el mundo de la antigüedad, enriquecidas con bellas imagenes y grandes reflexiones"
un poco largo si que és. pero es la verdad, pura y dura.
un beso y mi sonrisa de lunes (jajajaja)
Una entrada hermosísima, isabel, tanto por las imágenes tan bellas como por las reflexiones con que las acompañas. Yo espero no hacerme vieja internamente nunca y amar todas las etapas de mi vida y a todas las personas que tengo a mi alrededor, estén en la etapa que estén. ¡Y si todo eso pudiera ocurrir en Roma...! Besos, querida amiga.
ResponderEliminarLas ruinas que nos saben contar historias tienen la impronta de lo humano y nos dicen a gritos cúan bárbaros o gentiles fueron los seres de aquéllos tiempos; esas ruinas son, en si mismas, la muestra del esplendor y, a la vez, de las contradicciones de los pueblos, en este caso, de la Roma antígua.
ResponderEliminarExcelente combinación de bellas fotografías con geniales reflexiones.
Te dejo un abrazo mi estimada Isabel.
Las imágenes y tus palabras transmiten mucha paz. Son como un río muy tranquilo. Un abrazo.
ResponderEliminar"Esquirlas del vivir".
ResponderEliminarEspléndida frase.
Trocitos de nuestro camino que, unas veces dejándolas y otras incrustándose en nuestra piel, nos conforman y nos marcan el sendero.
Las fotos justo con las palabras han hecho de esta entrada un regalo para la reflexión.
Ese orador me ha encantado, apunto el Museo que nunca he visitado, gracias, Isa, un abrazo grande.
¿Y qué son las ruinas y los usos horarios y los signos y las caras mudas o parlanchinas, sino indicaciones, dedos augustos que aluden a sentidos, direcciones que, cada uno, debe deglutir pero de los que no puede pasar?
ResponderEliminarEnvidia de viajes...
Un bello paseo por Roma que siempre es hermosa, al amanecer, al atardecer y por la noche.
ResponderEliminarY además acompañado de sabias reflexiones.
Besos
Una publicación donde se hace del tiempo una pausa necesaria para sentir la panorámica de los hilos de los aconteceres. Partiendo de los contrastes de luz en su fluir perpetuo con el poder de la palabra que soporta ruinas en un paisaje donde la naturaleza aún al medio día está vigente y en pié a pesar de los designios e indicaciones de bastos imperios.
ResponderEliminarEsta edición es una clara muestra de la potencialidad artística capaz de develar desde los detalles la dimensión auténtica donde orbitan los propios propósitos del universo: la del corazón.
Un gran abrazo artista!!!
Excelente fotografìas con inmejorables reflexiones, amo los atardeceres...
ResponderEliminarBellos paisajes cargados de historia, sumados a tu pluma màgica hacen una combinaciòn perfecta.
Gracias querida Isabel por èste regalo.
abrazos inmensos.
Un motivo más para ir a Roma :)
ResponderEliminarmagnífico recorrido, estupenda cicerone
abrazos para ti
Qué bueno este recorrido fotográfico enriquecido con palabras... me han encantado muchas de las cosas que dices... sí, es posible la paz con un@ mism@ si sabemos reconciliarnos con esas curvas (y también con algún que otro recoveco) que dió (y que da y que dará) nuestro camino por más que lo planeáramos bien recto y bien despejado.
ResponderEliminar"Palabras y más palabras que buscan el equilibrio permanente. Trazos del pensamiento. Esquirlas del vivir"
Qué bien lo has dicho... así vamos much@s, anundando y desanudando frases, vistiendo y desnudando nuestros anhelos, nuestras ganas eternas de vivir... :)
Un abrazo Isabel.
Amplio reportaje, de hecho provoca que me muerda las uñas... todavía no conozco Roma.
ResponderEliminarFantástico recorrido fotográfico Isabel.
ResponderEliminarLas imágenes son maravillosas, y las reflexiones muy acertadas. Sin dudarlo me quedo con esta.
"Es posible que la paz con uno mismo se alcance cuando nos reconciliamos con nuestras diversas etapas a lo largo de la vida".
Esta claro que tengo que ir a Roma.
Un abrazo
Dejándome llevar por cualquier ataradecer que apacigüe mis pensamientos, te leo.Y tus historias munca caen en saco rotoi, auqnue de ruinas se hable.También en el camino está la búsqueda de la perfección. Cada una con la suya. Y, mientras sin poder evitar el envejecer, uno va ganando en solera y en experiencias. No sé si en experiencia...También cre, ganando en un mejor acomodo con uno mismo, que no conformismo.Tus palabras y tus penamientos florecientes me hacen pensar. No me da tregua y me obligan a reflexionar. Siempre es emjor observar sin esos prejuicios., aunque creo que son inevitables al ser humano.Tus fotos un gran documento visual y estético para mis sentidos.Muchas no las conocía, por ello mi mundo se amplía con el tuyo. Gracias Isabel. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarLas fotos son estupendas y las reflexiones para tener en cuenta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por el viaje: los que somos perezosos te lo agradecemos en el alma. Personalmente no gusto mucho de la luz cenital: como pintor y fotógrafo aficionado amo la luz nueva y la que declina, aunque reconozco que tú le sacas buen partido. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Isabel, hay que ver qué clase de historia tan magistral, eres una buena cicerone para las que nos gusta visitar países con tanta historia como Italia. Preciosas las fotos, y sus comentarios. Un beso amiga mia.
ResponderEliminarBello ha sido visitar estos lugares, a través de tu mirada. Gracias, Isabel y un abrazo hasta la próxima entrada.
ResponderEliminarYo todavía no he pisado Roma, y cada vez que alguien me la acerca siento unas ganas imperiosas de conocer esa tierra. Espero que este verano se cumpla por fin mi sueño.
ResponderEliminarMe gustó cómo nos regalas tus pensamientos ilustrándolos con imágenes de una tierra con tanta historia.
Me quedo con la importancia de reconciliarse con el pasado y estar esperanzado en el presente y en el futuro para alcanzar la paz con uno mismo.
Un abrazo, amiga Isabel, y hasta pronto.
Hola, Isabel:
ResponderEliminarEn verano del 2006 hice un recorrido de 15 días por Italia y las fotos las colgue en un blog, pero cerro la web y desaparecieron mis tres blogs. Ya estoy rehaciendo el de mi pueblo y el de España, y me falta empezar el de fotos del extranjero. Esas fotos de Roma me suenan, tenia el hotel a 50 metros de los jardines que dan al Coliseo.
Cuando empieze a rehacerlo te avisaré.
Un abrazo.
No conocemos Roma,
ResponderEliminarpero lo que tiene en sus tierrar es realmente hermoso.
Gracias.
Un abrazo.
La ciudad Eterna por antonomasia...
ResponderEliminarSaludos y buen fin de semana.
¡qUE BELLAS FOTOGRAFIAS Y QUE BELLAS FRASES.es un gran placer visitarte. besos para ti y todos los que amas.
ResponderEliminarLas "ruinas" tienen un encanto especial, mágico. En ellas mora el pasado con su talego de alegrías y sinsabores, pero sobre todo, contienen la gesta de quienes nos precedieron y a quienes no olvidaremos nunca.
ResponderEliminar¿Caminos? "Se hace camino al andar..."
Excelente, Isabel, maravillosa entrada.
Un beso enorme.
Las ruinas son la riqueza y la huella de un pasado y tratandose de Roma son exquisitas ruinas.
ResponderEliminarExcelentes fotos que nos muestras Isabel y no menos la lectura entre lineas...me quedo con que cada uno siga el camino que más le convenga...¡ya ves!, a mi me ha llevado al Olimpo en donde estoy encantada.
Recibe un beso y mi recuerdo.
Me encuentro ante tu entrada y no se qué decir, estoy atónita. Precioso recorrido que me llevan a otros tiempos.
ResponderEliminarAyer por la noche te oí leyendo "Eliane", con tu acento murcianico y no pude escribir, hoy me pasa lo mismo; tengo ganas de leer tu libro, de saborear lo que escribes tan bien.
Gracias por tus ánimos
Abrazos
Y ahora que he vuelto a deleitarme con esta entrada no puedo más que añadir algo que no te dije la otra vez. La primera vez que estuve en Roma (igual este verano próximo será la tercera, jaja) me fascinó el pino romano. Totalmente. Lo recuerdo sobre todo en la zona de los foros. Recortado al atardecer. Fue cuando me enamoré de esa ciudad. Probablemente fue por sus pinos melancólicos (lo mismo que me enamoré de la toscana por sus cipreses).
ResponderEliminarSí, el pino, junto con el color anaranjado de algunas casas (color que algunos llaman color roma y que glosé en una entrada mía) es de lo que más me llamó la atención.
Me acabas de sugerir una entrada: aquello que más nos impactó de una ciudad, la primera impresión condensada en una imagen. El color de los edificios y el pino para Roma. Las buhardillas para París. Y así...
Besitos. Y disfruta de la primavera.
Isabel Maravillosas fotografías, un recorrido para enmarcar... me hiciste recordar a mi pequeña, en Diciembre pasado anduvo por esos lugares....
ResponderEliminarGracias Isabel por compartir ta bellos post
Un abrazo
Hola Isabel
ResponderEliminarRecientemente acabo de venir de Italia, y, casualmente he tenido la dicha de estar en Roma. Es una ciudad preciosa y con arte en cada esquina, es decir, Roma es Puro Arte. Me encanta.
Un abrazo muy fuerte de Aura Cano Ruiz. Espero que todo vaya estupendamente.