Francisco Javier Illán Vivas, Juan Serrano e Isabel Martínez Barquero en la presentación de París en la Tertulia de los Jueves el 15 de marzo de 2012
(Fotografías de Francisco Javier Illán Vivas)
Creo que muchos habéis averiguado que me llevo mal con los espejos, por no decir que ellos y yo nos ignoramos de forma altiva desde hace más de treinta años, cuando vi al tiempo y sus destrozos reflejados en la luna cruel y no reconocí el proyecto de adulta que me miraba con cara de chiste y canas prematuras en las sienes. Hacía muy poco que había leído El retrato de Dorian Gray, de Óscar Wilde, una novela que me fascinó de principio a fin (ya antes, con quince años, vi en Segovia, en el cine Juan Bravo, la película y me caló muy hondo, tanto que aún perviven sus imágenes en mi cerebro). Como dijo Carmen Martín Gaite de esta novela en el prólogo que escribió para la edición de la misma por la Biblioteca Básica Salvat: «Su obra, El retrato de Dorian Gray, a pesar de haber sido tachada con frecuencia de superficial e inmoral, creemos que supone una importantísima aportación a la novela psicológica y fantástica de todos los tiempos, y en ella el eterno tema del paso del tiempo está tratado no solamente con originalidad, sino también con estremecedora hondura». Por otra parte, el propio Óscar Wilde ya efectúa toda una declaración de principios en el Prefacio de la novela con perlas de gran calibre, como esta inicial: «El artista es el creador de cosas bellas. Revelar el arte y ocultar al artista es la finalidad del arte».
Francisco Javier Abellán, a la izquierda, que dirige la Tertulia de los Jueves en el Casino de Molina de Segura, y Francisco Javier Illán Vivas, a la derecha, autor incluído en la antología París y co-director de la revista Ágora, papeles de arte gramático
(Fotografía del chico de Isabel Martínez Barquero)
Con Bergson, siempre he creído que «la gracia es la absoluta sumisión del cuerpo al espíritu», o me ha convenido creerlo en atención a mi escala de valores propia y específica, tan lejos de cultos excesivos al cuerpo más allá de los goces primarios y planetarios de la comida, bebida y sexo, donde el envoltorio impone sus leyes para llenar de deleites al espíritu y a la carne que lo sustenta.
Mari Carmen y Mariano Sanz Navarro
(Fotografías del chico de Isabel Martínez Barquero)
(Fotografías del chico de Isabel Martínez Barquero)
Volviendo a Óscar Wilde, desde hace unos años, unos veinte más o menos (qué escalofrío conjugar tantos años con tamaña naturalidad, qué desastre), cuando me acuerdo de él aparece de inmediato a su lado el ensayista español José Antonio Marina, por aquello de que en su magnífico libro Elogio y refutación del ingenio tilda al inglés como a uno de los mayores ingeniosos que ha dado la historia. No entraré al trapo en esta cuestión, pero sí me voy a apoyar en el pensador toledano para ser capaz de sacar esta entrada con un descarado ingenio, utilizando la palabra en el sentido que la desarrolla en su citado libro. Me animo con algunas de sus frases para ponerme espejos y no saber elegir como es debido: «Cuando la inteligencia se hace ingeniosa no se toma en serio y rebaja sus humos», «Cada vez que la inteligencia consigue burlarse de la razón, el sujeto siente un escalofrío de gusto», «Al ingenio le cuesta elegir (...) El ingenio se ve forzado a elegir la verdad mundanal a la verdad real» cuando «el instante decisivo de la actividad creadora no es la ocurrencia, la invención, sino la selección. El artista se equivoca o acierta al dar la orden de parada. Ese es su acto más genuino».
Algunos de los asistentes a la tertulia
(Fotografías del chico de Isabel Martínez Barquero)
Espejos e ingenio, ¡menudo matrimonio! No sé mucho de espejos, pues llevo poco tiempo en el corredor que los reúne. Reconozco que me deslumbro con tanto brillo y me mareo con tanta imagen rutilante. Serán cosas de solitaria, de ser que acontece según los dictados de su esencia recluida, que me han crecido los dientes en los brazos de los libros y he extendido las alas en los renglones sin eco trazados durante más de cuarenta años. O serán manías del espíritu crítico, ese censor que le da por crecer más de la cuenta cuando se observa la vida desde la barrera del extrañamiento.
Mari Carmen, Mariano y Andrés
(Fotografía de Isabel Martínez Barquero)
(Fotografía de Isabel Martínez Barquero)
Vídeo realizado por Francisco Javier Illán Vivas
Bajemos, pues, de las nubes teóricas y riamos algo, que el escape hacia el ingenio es necesario para tratar ciertos temas que afectan a uno mismo. De puntillas, sin apenas mirarlos si no deseo morirme de la vergüenza, paso frente a los espejos que coloco en esta entrada, consciente de no reconocerme y avergonzado mi espíritu de no haber conseguido una mayor prestancia en la apariencia física, pero esto es lo que hay y a ello he de estar, me guste o no me guste, que son cincuenta y tres asaltos temporales los que sufre y pierde esa señora que anda por ahí suelta sin compostura ni sentido del ridículo.
Peligro de mareo supino
Vídeo realizado por el chico de Isabel Martínez Barquero, novato en estas lides
Aquí doy cuenta del evento del jueves. Me ha costado llegar hasta este punto, que he sufrido un calvario para conseguir montar y subir el segundo de los vídeos (bien sabéis de mi impericia técnica). También, como desagravio a vosotros y en agradecimiento a la estupenda labor realizada por Francisco Javier Illán Vivas, dejo unos enlaces que resumen a la perfección la entrañable tarde en Molina de Segura: aquí, con unas fotos, y aquí, con un vídeo; en este, donde Francisco Javier Illán Vivas nos cuenta «En un hotel de París»; en este otro, donde Juan Serrano nos narra «El mendigo de la plaza Vendôme»; y finalmente, donde yo leo «Eliane», cuyo vídeo he traído a esta entrada.
Gracias por vuestra mirada caritativa, la que prefiero imaginarme para no coger miedo escénico.
Mi querida Isabel, aunque comprendo tus miradas incrédulas y acusadoras al espejo (quién no las ha tenido) he terminado por darme cuenta que lo mejor que se puede hacer es amigarse con el enemigo, si no puedes con él, únetele :)
ResponderEliminarCompletísimo el post, me ha encantado escucharte, verte, disfrutar de tu destreza literaria, y además, sentirme un poco en esa tertulia que se me antoja entrañable.
Un beso muy grande.
Apenas llevo unas semanas entrando en tu blog pero irradias una luz especial.
ResponderEliminarTu lectura me ha emocionado, la historia es triste y como tu dices abierta a varias interpretaciones, eso es lo hermoso de dejar las historias abiertas, que el lector es participe de la historia.
Gracias por compartir con nosotros este momento de tu vida
Un abrazo
Si uno no sabe reírse de sí mismo, está perdido. ¡Felicidades, Isabel!
ResponderEliminarIsabel, olvida humildades que estas estupenda.
ResponderEliminarMe imagino lo pasarías muy bien.
Me alegro mucho.
Abrazos.
Ay amiga, qué emocionante verte y escucharte!! Me encantó, y por supuesto leerte... Eres una persona encantadora ,me parece que tímida y muy sencilla.
ResponderEliminarTe contaré que "El retrato de Dorian Gray" fue uno de los primeros libros que me atrapó en mi adolescencia...y sin duda el tema de los espejos, y los años y la apariencia, es todo un tema para tratar en extenso! Pero diré que uno debe terminar aceptándose y amándose, que si no lo aprende a hacer uno mismo, cómo podremos amar a otro? Y cómo nos amarán los demás? ...O sea,dando por hecho que todos queremos amar y ser amados.
Isabel, qué gusto! De verdad.
(He de decir que resistí el video y no me mareé! jejeje)
ABRAZOS GRANDES!
Como me ha gustado verte Isabel.
ResponderEliminarEsta entrada tiene una luz especial. La calidad literaria rebosa en cada párrafo escrito. El tema que has elegido de los espejos y el tiempo. Las imágenes de esas fotos con los amigos. Y tu voz... Todo muy completo, felicidades.
Un abrazo
¡Mi niña, estás guapísima! ¡Qué espejos ni que porras! Tienes una soltura y un savoir faire exquisitos.
ResponderEliminarMe ha alegrado mucho oírte y verte.
Volveré seguro a darle al play.
Un abrazo y mi más calida felicitación.
Fue todo un placer compartir cartel con espadas tan ilustres y certeras de relatos y letras. Un abrazo
ResponderEliminarQuién es el chico de Isabel??? Por cierto, perdón por el mero cholulismo, la entrada es maravillosa y se los ve maravillosos en esos sillones. Isabel...tu lucidez supera cualquier expectativa Dorian Gray.
ResponderEliminarMira que eres guapa, Isabelica...no sé porque no te llevas bien con el espejo, si estará encantado de mirarte :) Yo también.
ResponderEliminarMuchos besos de esos de abuela fuertes y seguidos
Estás muy guapa y me ha encantado escucharte, los vídeos son estupendos, eres estupenda y no debes estar reñida con los espejos, nos pasa a todos, la mente no va tan de prisa como nuestros cambios físicos.
ResponderEliminarYo tengo un espejo en la entrada de mi casa y casi siempre evito mirarle, desde hace un tiempo, cuando entro despistada y le echo una ojeada veo a mi madre que me está mirando, pero no es mi madre soy yo.
Isabel, de verdad, me han encantado los vídeos y escucharte, estás muy guapa.
Bicos
Nos miraremos juntas al espejo, Isabelica, y nos contaremos todas esas cosas que nos faltan por contarnos y nunca nos contamos.
ResponderEliminarGenial la perla de Oscar Wilde. Mi amado y admirado.
La imágenes contrarias e inversas de un espejo plano nunca pueden conformar la realidad reflejada.
ResponderEliminarMi felicitación por tu espléndido texto y lectura.
En el juego de la realidad y ficción me quedo con la realidad. Es tangible, se la puede tocar y se puede enviar un inmenso abrazo y un beso de felicitación, querida Isabel.
Con el enemigo hacerse amigo, es lo mejor para no romper los cristales en mil pedazos, pero eso sí con Sabiduría y alegría.
ResponderEliminarUn abrazo.
Isabel, de verdad que me hiciste reír con ese distanciamiento narrativo al hablar de ti misma. Como sabes de retórica, y de retórica buena, aplicas la ironía cuando te glosas... Pero no hacía falta, porque estuviste muy bien.
ResponderEliminarQuien no estuvo tan bien, y ya sabes que lo aprecio mucho, fue tu chico, jajaja. Todavía me da saltos el cerebro dentro de la cabeza por su culpa. ¿Le aconsejarás pinchar discos?
Bueno, bueno, que se me va a enfadar y ya sabes que no pretendo eso, sino solamente sonreír un rato afectuosamente. Dile que ya aprenderá, de hecho al final la cosa ya mejora un poco.
Isabel, lo importante es decirte que me alegro mucho, ya lo sabes. Y enviarte un fuerte abrazo.
Hola Isabel.
ResponderEliminarMe agrada mucho la gente que se muestra como es.
Nos hacemos una idea de quien creemos conocer, como nos hacemos una idea de nosotros mismos. Luego la realidad o el espejo nos muestran el reflejo en el cual nos reconocemos con tintes distintos.
Creo que eso se debe, a que los espejos reflejan muy mal el alma, o por lo menos la manera en la que la miramos.
Pero me ha gustado mirar tu espejo, (aunque estaba movidito).
Un fuerte abrazo. (sin espejos de por medio).
¡¡Me encantó oír tu voz!! :) ... y esta forma de narrarnos el evento, los espejos y Dorian Grey, haciéndonos partícipes al mirar nuestros propios miedos escénicos ha sido un prólogo original :)
ResponderEliminardos abrazos (o tres)
Estas estupenda con espejos y sin espejos. Ya te lo he dicho por ahí, la pena fue el no verte en directo.
ResponderEliminarUna entrada muy elaborada y con fina ironía en palabras muy bien escritas.
besicos
Hola Isabel, paisana: Lo primero decirte que no sé esa riña permanente tuya con los espejos. No creo que sea para tanto. Tal vez sea un residuo permanente de timidez juvenil que se alarga en el tiempo; tal vez un signo de coquetería mal interpretada, es decir, coquetería al revés. No sé, supongo que es un poso de autoestima física algo baja y, desde luego, sin fundamento. Bueno, Isabel, que me enrollo y no se trata de hacer un psicoanálisis a una paisana escritora y valiosa en todos los aspectos. Lo de las canas seguro que es hereditario, nena.
ResponderEliminarMe ha encantado oír tu voz leyendo "Elianne". Ya conocía el texto y ya me gustó cuando lo leí. Me alegro que el libro vaya descubriendo adeptos y viajando por lugares culturales que lo aprecien.
Y nada más, paisana Isabel. La verdad es que me he fijado en tu aspecto y he notado lo diferente que estás con respecto a la foto permanente del blog. Diferente no quiere decir peor, que ya te veo venir. Y mira, de verdad, uno llega a una edad que la importancia de muchas cosas pasa a un segundo término. Lo importante, lo valioso, no se aprecia a primera vista.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Antes que nada, me alegro del evento del jueeos y te digo, que has salido guapisima en las fotos, jajaja
ResponderEliminarCon respecto a los espejos, ay, ay,ay, cuanta tela para cortar, me gusta tu reconocimiento a la obra de Wilde que he leido varias veces y visto en teatro...es de una profundidad impresionante y el perfil psicologico de Dorian habla de cuerpo y espiritu, yo me acercaria a nombrar el cuerpo eterico...una vez debatimos esta obra y estuvimos hasta altas horas de la noche, cada participante la veia de un modo diferente.
Excelente entrada querida Isabel, te dejo un inmenso abrazo,
Buen comienzo de semana.
Isabel, he gozado escuchandote. Y no es por nada, pero la cámara te quiere...pierde ese miedo escenico porque lo haces muy bien.Te lo dice una "reportera" jejeje
ResponderEliminarQue maravilla, te felicito.
Maravillosa entrada de una mujer maravillosa. Cuando te mires en el espejo, alégrate: la imagen sólo puede confesar que has vivido.
ResponderEliminarBesos.
Una entrada estupenda. Me ha encantado verte tan guapa, no entiendo muy bien esa guerra con los espejos, porque creo que se están portando muy bien, ellos te han tratado de forma delicada y nos ha dejado esta mujer que miramos desde el video.
ResponderEliminarSabes que el relato me gustó mucho. además me alegro mucho de la presentación de libro. Enhorabuena guapa, vendrán más libros :)
Un abrazo.
En el momento en el que leo una cita de la inmensa Carmen Martin Gaite, creo que entiendo muchas cosas, entre otras por que nos visitamos. En ocasiones las razones están muy apartadas de la casualidad.Ahora lo se.
ResponderEliminarNo todo el mundo está dotado para escribir como tu lo haces. Pero otra gracia, no se si alejada de los placeres carnales o no, es la del recitado con hondura, transmitiedo absolutamente la esencia, el alma del texto. Y tu lo logras con absoluta maestría y sencillez. Da igual si la cámara se mueve o no. Tu belleza literaria y de la otra y sobre todo tu voz pueden con todo.
Precioso el texto y preciosa tu, afortunado tu chico.
Ahora entiendo lo del espejo. No me extraña que esté enfadado. Le vences por goleada.El espejo conoce de tus bellezas,las que saltan a la vista y las otras, que son muchas.Un abarzo.
Isabel, antes de leerte en tu blog, yo, ya tenia colgado tu video en el mío, me lo lleve del Factbook, cuando lo escuche no pude resistirme. La historia de Eliane me gusto mucho. Como siempre tus historias nos enganchan, y esta todavía más, eres tú quien la narras.
ResponderEliminarPor cierto estas guapísima.
Muchos abrazos
Me ha encantado verte y oírte Isabel, casi casi me imaginaba allí. Felicidades por todo, y sobre todopor ser como eres.
ResponderEliminarUn beso grande
Qué delicia ir por el rodeo y los aledaños..., para finalmente llegar al vídeo que no me esperaba, tú hablas de miedo pero aún hay un escalón más el 'pánico escénico'.
ResponderEliminarMe ha encantado el cuento y la voz del cuento y la mirada del cuento, y no te enfades con los espejos nunca más, devuelven una imagen bella.
Un abracísimo.
Mi querida Isabel, mientras escucho de tu voz este magnífico relato me pregunto qué demonios ves tú de malo en tu envoltorio -que, dicho sea de paso, encuentro más que aceptable-. Tengo canas desde los viente; canas que no oculto porque me niego a esconderme, porque ellas son parte de mí. Me miro al espejo cada día, y ciertamente, hemos tenido tiempos mejores, pero... ahí estoy yo, esa es mi mirada, la misma mirada curiosa, ilusionada, y un tanto inocente de cuando era una niña zangolitina. Lo que he perdido de mi hipotético atractivo, lo he invertido y gastado en que mi espíritu crezca. Sé que no hay pacto posible con el tiempo...ni lo quiero, mira cómo le fué a Dorian Gray. También sé que dentro de unos años miraré una foto de hoy y pensaré: demonios, qué bien estaba yo entonces, no sé de qué me quejaba... esto, ya ha pasado otras veces y por eso mismo quiero aprovechar el momento, mirarme hoy y cada día al espejo, para reconocerme, para decirme psss, bueno, nena no estás mal...si después viene mi marido y me mira de aquella manera...subidón. Isabel, hazme el favor de mirarte al espejo porque ese mismo espejo que evitas está esperándote para que mires y te veas como eras, para decirte: nena, tú vales un montón.
ResponderEliminarAbrazo fuerte y besos, también para el chaval de Isabel ... No me digas que no es una suerte, tener fotógrafo y cameraman propio, aunque de pulso inestable... pero seguro que para la próxima lo tendrá todo bajo control.
..."está esperándote para que mires y te veas, como eres"... -no como eras, que es lo que he puesto. Una letra de nada y toda la brasa que te he dado cambia de sentido-, grrr...
ResponderEliminarAinss, ves, yo me conformaría con que se centrara mi neurona...
¡Magnífica entrada!
ResponderEliminarHe disfrutado todo, desde tu enfado con los espejos, tus referencias a Dorian Gray y esa fina e inteligente ironía que tan bien sabes plasmar en tus letras y, por supuesto, la lectura de tu relato.
Te encuentro muy guapa y joven y te desenvuelves perfectamente ante la cámara.
Además de otra virtud que en periodismo lo llaman Telegenia: que "la cámara te quiere" y favorece tu imagen. (La mayoría de los mortales no podemos presumir de ello).
Me encantaron los vídeos, sobre todo el de tu chico, es más natural y cercano, y entiendo que los nervios, presenciando tu buenhacer, se reflejen en los saltitos al principio.
Es una pena no haber estado allí, pero como estos eventos se repetirán, en alguno de ellos, cruzaré el charco y me voy a verte.
Un cálido abrazo y mi enhorabuena.
Hola Isabel.
ResponderEliminarEnhorabuena por todo.Tu relato,el libro,la lectura,los comentarios y tu aspecto.
Y todos los días cuando te levantes,
repite ¡ Soy fantástica!; te sentirás mejor.
Un abrazo.
Isabel puedes distraer el ojo de cualquier mortal, difícil que hagas lo mismo con el de un psicoanalista ja ja ja!!!
ResponderEliminarReservo mi comentario con relación a ti y los espejos, (lo guardo bajo sobre lacrado para abrirlo en un futuro cuando la ocasión lo exija)ha empezado un proceso que se viene con grandes cosas y así como se abre un libro que promete maravillas, simplemente espero que se sucedan los capítulos. Estoy atento y esta trama no me la pierdo.
Complacido con tan bonito y alegre evento de celebración en ese salón verde donde confluyeron presentes y ausentes, consagrados y profanos, en torno a las letras.
Los efectos especiales del vídeo muestran las fuertes vibraciones de la energía concentrada que había en el recinto, no es fácil domar potros salvajes!!!
Un abrazo escritora. Mi felicitación efusiva por este esfuerzo y logro que generosamente nos compartes para bien del arte y la cultura!!!
Pues ya somos dos a los que no le gustan los espejos, me pasa como a tí no me gusta mirarme mucho, y lo malo es que yo tengo que afeitarme por las mañanas y verme la papada que me esta saliendo. Me encanta esa fuerza que tienes, y no me digas que eres poca cosa, porque estoy seguro que mueves montañas, bueno lo se. Un abrazo. Por cierto a ver si nos comemos unos paparajotes con un evuelto. Que se chinchen los que no saben de eso.
ResponderEliminarsaber reírse de uno mismo es una virtus que hay que expandir como epidemia, somos demasiado serios y si alguien se ríe con nostros mucho mejor
ResponderEliminarhermosas lecturas , y dulce voz
Felicitaciones Isabel
besitos y luz
Estupendo, Isabel. No se muy bien si los espejos son imprescindibles, pero si creo que logras una interrelacion adecuada. Fue una tarde estupenda. Espero que en otra ocasion tengamos mas tiempo. Un abrazo.
ResponderEliminarTanta manía al espejo y tanto apuro, y resulta que se te ve estupenda!
ResponderEliminar¿Hay prevista alguna presentación en Barcelona? Me encantaría verte en directo (y sin saltitos,ja)
Un abrazo y enhorabuena por tu savoir faire.
Estás genial, Isabel.
ResponderEliminarY ya puedes ir acostumbrándote que ahora irás de pesentación en presentación.
Recuerda que lo peor no siempre es no reconocerte en los espejos, si no que no te reflejes. Pero vamos, que tampoco hay que darle vueltas al asunto, lees guapa y se te ve letra.
ResponderEliminarCreo que es indispensable que llenes tu casa de espejos, que te mires bien, íntegra.
ResponderEliminarEres hermosa. Ellos no te mentirán.
Un abrazo.
Alicia
Puedes reconciliarte con ellos, de verdad.
ResponderEliminarMe ha encantado tu exposición de los hechos, los detalles y los entresijos de tus pensamientos.
Un beso.
Te felicito por esta entrada llena de sabiduría, de ironía, y de "manía"...
ResponderEliminarY te mando un beso.
Primero enhorabuena por la historia, por el libro, por el acto...
ResponderEliminarY lo segundo. Pues si yo fuera espejo no me importaría nada, pero nada que te mirases. Ya ves. Pero tampoco le daría demasiada importancia al asunto. Casi prefiero seguirme viendo a dejar de hacerlo.
Lo más importante es tu obra, que se vaya conociendo aunque sea a pequeños tragos. Eres una gran escritora y tienes que regalarnos mil y una historias.
ResponderEliminarEn el vídeo se te ve espléndida y hecha una zagala, así que ves haciendo las paces poco a poco con los espejos.
Un beso y felicidades de nuevo.
P.S. Ya te justificaré mi ausencia para que me quites la falta.
Mi querida Isabel, he tenido problemas con Internet. te comento ahora a ver si me deja. Para empezar decirte que no he podido ver ninguno de los videos. Si las fotos. Particularmente soy de las que pienso que cuánto antes uno asuma el paso del tiempo, las edades y su compleja trascendencia, mejor puesto estará uno en la vida para seguirse realizando. Y tú lo haces, lo que me parece a mi es que los espejos han sido una maravillosa excusa para dejarnos un megnífico escrito literario reflexivo y consecuente. Lo leído varias veces. Me pego a la pantalla como una lapa dada mi condición de miope. E intento desvelar lo más íntimo con el mero motivo de llegar más hasta tu pensamiento. Tu verbo me encanta, tu pluma hace filigranas y los que te leemos estamos encantados ante muchas enseñanzas que nos vas dejando. Espero poder solucionar el problema que tengo de visualización. Espero verte mover en ese maravilloso y entrañable escenario de tertulia amistosa y amigable. Algún día estaré cerca para saborearlo.Felicidades. Te dejo con un cálido abrazo.
ResponderEliminarExcelente Post Isabel... Eres hermosa
ResponderEliminar, luces super bien ;es emocionante ver las fotografías y los videos... Felicitaciones por comparir con nosotros tu logro. Eres excelente esritora, ojala llegara a mi país tu libro
Buena tarde Un abrazo inmenso
Felicidades por tus merecidos éxitos.
ResponderEliminarNo te preocupes por el espejo, él nos enseña que llevamos en nuestro cuerpo escrita nuestra vida, más o menos bella, pero nuestra.
Por ejemplo, yo veo la de Mariano Sanz y la contemplo igual que cuando éramos jóvenes: un hombre que lleva escrita, en él, su historia. A los demás no los conozco.
Hay que aprender a ver la imagen que hay detrás del espejo. Yo la veo y me río con ella.
Los espejos guardan muchas historias.
Debo comenzar este comentario diciendo que he sentido envidia sana de no haber estado allí entre vosotros para haber disfrutado de ese fantástico evento del jueves pasado; no es fácil tener a tantos escritores reunidos y, más aún, cuando a ese selecto grupo de intelectuales los engalana una dama que por su inteligencia y majeza se convirtió, de seguro, en la más hermosa de las flores en ese jardín de escritores. Viendo los vídeos y oyendote leer a “Eliane” uno descubre, primero, el porqué fuiste tenida en cuenta para ser coautora de la antología “París” y, segundo y no menos importante, es que he tenido la feliz oportunidad de escuchar tu voz que tiene una frescura y una musicalidad que da gusto oírte. Además, te ves tan dama y tan hermosa que entiendo la observación de Aristos, y vaya que le conozco, respecto de ti.
ResponderEliminarEn relación a la tremenda frase de Oscar Wilde “El artista es el creador de cosas bellas. Revelar el arte y ocultar al artista es la finalidad del arte”; creo que es lo que vosotros habéis hecho de manera maravillosa, en realidad habéis mostrado vuestra obra sin ocuparos de vosotros mismos y esto os da grandeza y, claro está, reconocimiento del público. Alguna vez el inolvidable Facundo Cabral dijo algo, como un consejo, en relación a los trovadores, a los folcloristas, y, porqué no, válido también para los poetas y que, a mi juicio, va en la linea de Wilde, dijo Facundo:
“Hasta que el pueblo las canta
las coplas coplas no son
y cuando las canta el pueblo
ya nadie sabe el autor
procura tú que tus coplas
vayan al pueblo a parar
que al volcar el corazón
en el alma popular
lo que se pierde de gloria
se gana de eternidad”
Querida Isabel, te envío mis felicitaciones y por tu intermedio a todos tus compañeros de la Antología “Paris”.
Hola Isabel: que guapa y segura se te vé. Y muy joven!!! Me alegro mucho de tu ascensión en el mundo literario y de que vayas protagonizando, eventos cono el que nos enseñas. Te lo mereces.
ResponderEliminarHoy ha empezado a llover, y esperamos que siga, y nos regale un riego abundante para que toda la flora vuelva a reverdecer y veamos renacer,semilas árboles y matojos que es años se han mostrado haste el dia de hoy secos y grises. Se echaba en falta este cambio.
Te mando toda mi admiración, un abrazo del oso.
Amar la Poesía es Amar la Vida!!!
ResponderEliminary hoy 21 de Marzo, día de la Poesía,
te rindo un pequeño homenaje
en mi blog….
Gracias por ser mi amiga
Un abrazo…
Isabel, ha sido un placer escucharte. Los que te seguimos sabíamos del triste final.
ResponderEliminarEstás genial y tu aspecto impecable.
Enhorabuena
Un abrazo
Lo del triste final, me refiero al relato.
ResponderEliminarTuvo que ser estupendo.
ResponderEliminarSaludos!
Un gran beso Isabel.
ResponderEliminarTe superas a ti misma...de todas formas tienen su cosilla los espejos...besazo
Andres
Bueno,Isabel, entre los espejos y Oscar Wilde, más tu buen trato a la Palabra escrita, has vuelto a conquistarnos. Hubo de ser muy bonito ese acto, que tan bien ilustras.
ResponderEliminarsaludos blogueros
En mi blog http://monfractal.blogspot.com he dejado un fractal para ti. Espero que te guste y lo lleves contigo.
ResponderEliminarSaludos
Tú lo que quieres es que te digamos lo estupenda que estás, jeje.
ResponderEliminarPues eso, que estás estupenda y la presentación debió ser maravillosa y eso es lo que importa.
Besos
Me gustan estas sabrosas reflexiones que haces sobre los espejos, yo me veo reflejado en muchas de las cosas que dices (por cierto, estoy muy de acuerdo con lo que dice Liliana G. en su comentario) y también me pongo a eso de hacer divagaciones, o ensayos, o filosofías o como queramos llamarlas :) Muy bien traídas las palabras de Oscar Wilde, "El retrato de Dorian Gray" -no confundir, por favor, con "Anatomía de Grey"- es un libro fabuloso, puede que parezca superficial, como lo son todos los espejos, pero, como bien dice Carmen Martín Gaite en el fragmento que citas, está repleto de relieves y de honduras.
ResponderEliminarY ahora me voy a verte en los vídeos, aver cómo llevas eso del "miedo escénico" jeje.
Un abrazo Isabel
No he podido ver entero el primero, Isabel, cuesta mucho de cargarse, a ver si otro día... y respecto al segundo, tu chico se ve que está influenciado por David Lynch (me ha venido a la mente "Cabeza borradora") y cierto tipo de cine experimental, sin duda él estaba más nervioso que tú, o empatizaba con tu miedo escénico y de ahí tanto temblor :) Eso sí: lo que me ha quedado claro es que tienes una voz maravillosa, muy firme y modulada.
ResponderEliminarBesos :)
Vaya lujo de tertulia Isabel, me ha encantado verte y escucharte a través de los vídeos. por cierto, tu niño promete con la cámara ¿eh?. Me ha gustado mucho amiga, gracias y enhorabuena. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
ResponderEliminarhttp://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Genial la tertulia, se ve que lo han disfrutado. Muy buen blog, saludos!
ResponderEliminarHola,Isabel....me he recreado en tus letras, dignas de la mejor periodista,en las fotos entrañables...conociendo así un poco mejor ese entorno. No entiendo por qué no te llevas bien con los espejos....tienes un rostro muy "salao" como decimos por aquí.Y enseguida puede imaginar una, tras leerte, que eres muy inteligente. Un beso.
ResponderEliminarMe ha encantado tu reflexión sobre los espejos,me he sentido bastante identificada.Beso.
ResponderEliminarQuerida tocaya, no he podido ver todos los vídeos, lamentablemente; sin embargo,sí he podido disfrutar de la atmósfera y el ritmo de tu relato,a través de la calidez de tu voz: un lujo.
ResponderEliminarAhora bien, deberías reconciliarte con los espejos; mirarlos de frente les conmueve. En tu caso, además, sin duda. Gracia, ingenio, dulzura, belleza e inteligencia para doblegarlos, te sobran, amiga.
Muy interesante Isabel, yo tambien estoy peleada con el espejo, pero es porque no me gusta tanta imagen y tan poco sentimiento. Y eso que soy bastante guapa pero no, no me gusta el espejo.
ResponderEliminarUn abrazo y me ha encantado verte,
Me ha encantado escuchar de tu propia voz tu cuento maravilloso sobre París. Me da satisfacción ver que lo leiste en una tertulia, (te veo en tu salsa), que ya tienes el libro en las manos, que tu chico - pese a su impericia confesa - ha conseguido que te podamos ver y oir. ¡Me hubiera gustado estar allí presente, acompañarte en este acto tan especial y amistoso!
ResponderEliminar¿Dónde está a la venta el libro? Si puedes, dímelo, dame el dato de editorial, etc. Un besazo y enhorabuena.