Símbolos que ordenan el tiempo.
Agujas que perfilan
nuestra brizna de sentido.
Quizá no interese tanto la hora exacta
como llegar en el momento adecuado.
como llegar en el momento adecuado.
No sé si los ángeles nos resguardan.
Ni tan siquiera estoy segura de la existencia de los ángeles.
Sí veo al terror ceñirse en la piedra custodiadora de los siglos.
Sí contemplo al miedo enroscarse en los espíritus silentes.
Todas las fotografías: Isabel Martínez Barquero
Las cuatro primeras son de Estrasburgo: vista parcial seminocturna, reloj en una de las puertas de la catedral y reloj astronómico en el interior de la misma
Las dos últimas: gárgolas en el Ayuntamiento de Munich
Contrataquemos los momentos de "desconcierto temporal" con la denuncia: Váyase, señor presidente de los murcianos, por su "rescátennos".
ResponderEliminarBesos, querida Isabel.
Qué loco...tengo dos fotos iguales de las gárgolas; pero iguales iguales...
ResponderEliminarA veces me pregunto en cuántas fotos estaré en cuántas casas y sus albums de fotos, pasando por detrás de personas que se fotografiaron en un paseo, cuántas de ellas habrán muerto, en cuántos sitios está uno sin saberlo, quién tendrá mi mejor foto, aquella que nunca veré. Tengo tantas personas en mi casa de las que no sé ni el nombre; personas que se ríen y hablan, que viven o vivieron en algún sitio, cada una con su historia, que simplemente pasaron por detrás y quedaron allí, para siempre. Debe ser obra de los ángeles.
Besos.
Me encanta este tipo de entrada, solo hay lo que hay, lo se vea de más es cosa nuestra, un saludo.
ResponderEliminarSí mi querida Isabel, hay momentos de absoluto desconcierto y todo nos parece relativo y tendemos a hundirnos en la desazón del mundo que habitamos; hay días que duelen en el alma, relojes que con sus agujas nos prolongan la tortura y esculturas que reflejan nuestro terror ante las infamias y, quizás, un poema que llora nuestra sangre.
ResponderEliminarRecibe un abrazo muy cálido para que te anime.
El desconcierto no lo remedian los relojes, aunque marquen horas, días y signos zodiacales.
ResponderEliminarTampoco lo remedianlas gárgolas, aunque pretendan infundir miedo.
Él llega cuando quiere y se va cuando le da la gana. Y uno queda en el medio.
Qué viaje más guapo!!!...aunque la incertidumbre sea mucha...y el desconcierto nos invada...nunca hay que perder la esperanza....besooss
ResponderEliminarUna estupenda forma de escribir en imágenes.
ResponderEliminarLas saetas del tiempo nos taladran sin percatarnos que con sus heridas nos roban una pizca de vida, un gramo de amor, un kilo de juventud, un millón de posibilidades, tres trillones de...
Un fuerte abrazo, querida Isabel.
"Sí veo al terror ceñirse a la piedra" Imagen y palabra otra vez unidos, una, extensión de la otra como debe ser, como será siempre que tu mirada creativa sea el punto de partida para tanta belleza. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEl tiempo es, a la vez, amigo y enemigo. Contarlo, desgranarlo, observarlo pasar... Indiferente a todo, él transcurre. Preciosas imágenes, isabel, y preciosa tu reflexión en torno a ellas.
ResponderEliminarInteresante mensaje, amiga mía, con esas seis fotos, con cierto contenido místico. Claro que los mensaje siempre son interpretados por el receptor a su forma y según le sea o necesite en ese momento.
ResponderEliminarTres fotos del tiempo inexorable que pasa y se lleva la vida, una foto de una torre en aguja que indica al cielo y dos fotos de gárgolas horrorosas que amenazan con el más allá...
No sé, se me vino a la cabeza esta interpretación, debo andar un poco pesimista, jejeje...
Un beso cargado de afecto
Qué similitud hay entre la figura de las dos últimas fotografías y "El Grito" de Munch.
ResponderEliminar¿Será que acababa de pasar la Merkel? ja ja ja.
Bien el caso es que la imagen asocia la publicación y la composición al espíritu auténtico del blues.
El tiempo en poder de la precisión y la máquina, de la arquitectura punzando el corazón del cielo cuyos ángeles y cuádrigas de guerreros legitiman en el templo el devenir de un orden de hierro donde la humanidad sólo se expresa en un gemido, en un grito sordo atrapado en la piedra.
Sensacional ejercicio del arte que saltando de las notas, apuntes graficos y versos toman cuerpo en la profundidad de un sobrio y sentido poema que le da corazón y alma a un retazo de esta fría, mecanizada y petrificada historia.
No sé porqué recuerdo eso de filosofar con el mazo, ja ja ja.
Un abrazo grande Artista!!!
Llegar en el preciso momento, sí, eso es lo importante.
ResponderEliminarUn beso Isabel
el tiempo no es importante , lo realmente importante es que cosas hacemos en él y nos dejan experiencia y satisfacción
ResponderEliminarla vida puede ser una vorágine o un testimonio superfluo
me encantan las gárgolas!!!
son una especie de impresión de nuestros reflejos más oscuros
una especie de monumento al subconsciente
besitos y mil gracias por tu huella
Estupendas fotos.
ResponderEliminarSaludos
Estamos rodeados de símbolos, unos ordenan el tiempo como los relojes y otros nos obligan a cumplir con los deberes de ciudadanos buenos, para ordenar las telarañas respetables de otros.
ResponderEliminarTe deseo una feliz semana Isabel. Durante este mes de julio esperaba haberte conocido, pero no ha podido ser, siempre nos quedará septiembre. Está a la vuelta de la esquina..., a ver si hay suerte.
Un abrazo enorme
La belleza de estos relojes nos hace olvidar la tiranía del tiempo.
ResponderEliminarUna bonita entrada, Isabel.
Besos
Dicen que el tiempo es una invención.
ResponderEliminarEl miedo sí que no lo es, sobre todo cuando vemos como el reloj o el calendario, nos amenaza, sin gritos ni torturas.
Y sin ángeles que nos salven de lo inminente.
Besos, Isabel, me encantas, tesoro.
Una entrada amena, y con mucha filosofia. me ha gustsdo mucho, Isabel.
ResponderEliminarTe deseo una semana, liviana y provechosa.
Un beso.
Estupendas fotografías y estupendas reflexiones.
ResponderEliminar...Quizá no interese tanto la hora exacta como llegar en el momento preciso...
cuando nos sentimos bien las horas vuelan, en otras ocasiones se hacen muy lentas, el miedo paraliza.
Me trajo recuerdos de "instrucciones para dar cuerda al reloj" de Cortázar
(...)Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan...
Esperemos mejores tiempos, nada es para siempre querida Isabel.
Un abrazo súper Chillao!
Preciosas fotos. Y el tiempo, ese gran escultor, como decía la Yourcenar.
ResponderEliminarAbrazos
Me encantan las fotos que nos ofreces. Yo suelo hacer muchas fotos de gárgolas y relieves de capiteles románicos, y es cierto, las imágenes del terror son frecientes en los semblantes pétreos. Sí, temen los tormentos infernales, pero también existe el infierno en esta tierra, desgraciadamente.
ResponderEliminarUn abrazo
Te ha salido un "foto-poema" precioso, me gusta mucho como has jugado con el tiempo y las palabras.
ResponderEliminarBesicos salados.
Más que un desconcierto temporal, lo veo como un " cierto temporal".Porque certeras son tus palabras ante el paso inminente de los días. Y ciertas son las imágenes que nos evocan un cierto temor. Un cierto desconcierto ante lo que nos espera sabiendo que que ese va ser nuestro paso. Y llegado el momento me gustaría montarme en el carruaje y simplemente gozar del viaje. Fotos estupendas con la medida del tiempo precisa para tus reflexiones. Un cálido abrazo Isabel.
ResponderEliminarTus palabras y tus bellas imágenes me han hecho reflexionar sobre la subjetividad, sobre esta parcialidad del ser humano capaz de darle la vuelta al significado de un momento determinado. El horror de la gárgola que, pese a su fealdad nos cautiva, nos atrapa y nos hace imaginar, el propio transcurrir del tiempo, ora demasiado rápido, ora lentitud interminable que hace imposible que un minuto sea igual a otro. La noche, tan amada, tan inspiradora, o, tan aterradora según las circunstancias...
ResponderEliminarSi tuviera que elegir, cosa que, afortunadamente no es necesaria, me quedaría con este fragmento: "Quizá no interese tanto la hora exacta como llegar en el momento preciso",porque llegar en el momento preciso, quizá sea la manera más cercana a ese pequeño triunfo de sentir que el desconcierto temporal puede ser armonioso y concertado. Incluso que un ángel nos guió hasta ese acertado momento preciso, o preciso momento...
Abrazotes
He disfrutado mucho de esta entrada, Isabel.
ResponderEliminarMe gusta este ejercicio de combinar las fotos -estupendas, por cierto- con un texto reflexivo que nos lleve a profundicar en ellas.
Un abrazo,
La denuncia es un espejo donde guardamos nuestros fantasmas callados.
ResponderEliminarAplaudo el arte que tienes para combinar texto y fotos.
ResponderEliminarAnte el desconcierto me quedo también con la denuncia y la certeza de que siempre amanece, aunque esta noche parezca eterna.
¡Estupenda entrada!
Un abrazo cariñoso.
Es como si necesitásemos marcar el tiempo para todo. A mí me encantan las campanadas de los relojes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha encantado volver a pasar por tu blogs y poder contemplar tan bellas fotos. Feliz verano.
ResponderEliminarSiempre que me deleito con estas series fotográficas tuyas, sublimes, no puedo evitar imaginarte disparando el objetivo, buscando el ángulo adecuado...
ResponderEliminarPara algunas cosas, siempre sellega a tiempo y nunca estamos a deshora.Lo se ya que mMe pasa con tu página. Un abrazo.
Buenas fotos para mejores reflexiones. Me gusta el engarce.
ResponderEliminarMuy linda entrada, Isabel, me hizo viajar entre palabras e imágenes.
ResponderEliminarUn beso.
HD
Buenas fotos y tus reflexiones tan acetadas como siempre
ResponderEliminarSigo con las obras, pero entré un ratito, espero acabar pronto
Besos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarIsabel:
ResponderEliminarMuy buenas las fotos que has elegido para ilustrar, se ve que sabes fotografiar con un gran oficio.
El tiempo es nuestro enemigo declarado, solo que nos enteramos cuando ya es tarde...
Un saludo muy cordial.
Me llega tu poesía, sosegada como una brisa, a mi rincón solitario de la montaña... ¿Qué más añadir? Que estuve en Roma y que ya lo sabes, que sigue tan maravillosa como siempre, cercando los siglos en sus calles, en sus plazas, en sus peligrosísimos adoquines. Ahora toca silencio, nubes que casi pueden tocarse con la mano (si bajan mucho te comen), viejas casas de piedra, y tiempo para la lectura y para enlazar siestas. Por eso, cuando entro en el cobijo y me encuentro esa brizna de poesía visual, de poesías que se dan la mano, sé que a pesar de todos los horrores del mundo habrá esperanza mientras persista la belleza, el arte y la palabra.
ResponderEliminarMuchos besos.
Peor aún es la incertidumbre. Ahora nos va quedando cada vez mas claro.
ResponderEliminarEn economía no hay milagros, ni ángeles. Ni tan siquiera sensatez.
Angeles somos todos
ResponderEliminarcolgando de la esclavitud
del tiempo.
Muy bellas fotos,
un abrazo
Hola Isa,
ResponderEliminardesaparecida porque (gracias al universo) tengo mucho trabajo.
Hoy decidí tratar de entender al nuevo blogspot, limpiar la lista de lectura y leer dos o tres blogs. Ya más se transforma en pesado.
Me detengo en una frase:
"Quizá no interese tanto la hora exacta como llegar en el momento preciso."
A veces siento que estoy "desmomentaneada".
Y me consuelo con frases como : "todo llega a su debido tiempo".
Será?
Baci!
Muchas gracias a todos por comentar.
ResponderEliminarOs abrazo con gran cariño.
Besos.
Fotografís excepcionales...
ResponderEliminarGracias por compartir.
Un abrazo.
He sentido que, a veces, es mejor no llegar para saber que estoy en el momento preciso... ¡qué locura ¿no?!
ResponderEliminarabrazos sin reloj y sin gárgolas pero con mucho "ángel".
Abrazos :)
*ángel: 3. m. Gracia, simpatía, encanto. Tiene mucho ángel.
Hola
ResponderEliminarMe llamo Claudia, Me ha encantado tu sitio! Tienes unos post muy interesantes. Por ello, me gustaría incluir un enlace de tu sitio en mis directorios webs. Así mis usuarios podrán visitarte.
A cambio, agradecería mucho un pequeño link hacia mi web la cual estoy intentando levantar poquito a poco y como sabrás es difícil pero se le coge mucho cariño a cada proyecto jiji.
¿Qué te parecería?
Mi correo es claudia.zava@hotmail.com, escribeme :)
Un beso! y Suerte con tu BloG!
Claudia Zavala
¿Cambio de blog, Isabel?
ResponderEliminar¿Por qué harían tan terroríficas a las gárgolas? Su trabajo era beneficioso porque desaguaban los techos.
Bellas fotos.
Saluditos.
todo lo que escribes tiene un inmenso sentido, todo concuerda y toca las fibras de el corazon
ResponderEliminar