En estos días tristes donde el fanatismo nos ha robado la sonrisa, manifiesto mi más profunda repulsa hacia cualquier manifestación de terrorismo. Soy de natural tolerante con cualquier creencia, religión o postura; pero jamás podré tolerar a los no tolerantes, a los que no respetan la vida ni la opinión distinta de los otros.
Acorde con los sentimientos de impotencia y tristeza que me embargan, les dejo un poema de Gustavo Figueroa Velásquez que me ha estremecido al leerlo:
No muere la primavera
No muere la primavera
en el estiércol de los odios,
no se apaga el verso de la vida
en la inesperada noche
de las bestias asesinas;
no se desgarra la carne
aunque florezcan sin cesar
los claveles rojos de la muerte.
En la noche de los gritos,
del horror y la locura,
se estremece el alma,
La Ciudad Luz no se arrodilla
y la noche no es noche,
es un negro crespón
con un beso imperceptible
sobre los claveles rojos de la muerte.
No muere la primavera
sobre el azul mediterráneo,
la paz no duerme tranquila
sobre el blanco de la pureza,
sobre el asfalto álgido,
de aquella noche aciaga,
el rojo es sangre de inocentes.
¡No muere la libertad
en la noche de las bestias!
Gustavo es un colombiano que vive en Suecia y goza de una gran sensibilidad. Administra el blog Contrastes, cuyo enlace he dejado por si alguien quiere saber más de él.
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Nota.- Como ya comentaba en la entrada anterior, ando algo disminuida por culpa de mi espalda, la cual se ha independizado y, por su cuenta y riesgo, me ha declarado la guerra. De momento, me tiene sitiada; pero espero ganar esta guerra que ya se extiende más de lo prudente. Por su culpa, aguanto poco frente al ordenador, con lo que ando desnortada al no poder escribir cuanto quisiera.
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Nota.- Como ya comentaba en la entrada anterior, ando algo disminuida por culpa de mi espalda, la cual se ha independizado y, por su cuenta y riesgo, me ha declarado la guerra. De momento, me tiene sitiada; pero espero ganar esta guerra que ya se extiende más de lo prudente. Por su culpa, aguanto poco frente al ordenador, con lo que ando desnortada al no poder escribir cuanto quisiera.
Lo que ha ocurrido en París es una salvajada sin límites, una auténtica locura, de unos fanáticos despiadados que no tienen cabida en ninguna sociedad. He leído el poema del gran amigo Gustavo, y la verdad es que este hombre es un grandísimo poeta y gran persona. Cuídate la espalda Isabel, y te deseo que te pongas pronto mejor, aunque ya sabes que los huesos, una vez se cascan tienen mal apaño. Yo tengo que ir este mes al traumatólogo, también por la jodida espalda, y no sé dónde me mandarán. Me dijo mí médica, que a lo mejor me tiene que operar. Pero vamos de momento no sé nada.
ResponderEliminarBesos Isabel y que te repongas.
Echaré un vistazo al autor, creo en la literatura comprometida y la poesía es una de las mejores vías para canalizar todas estas emociones que nos embargan tras la matanza de París. Unos actos que se vienen repitiendo desde hace años en aquellos lugares que padecen el fanatismo religioso a diario (Afganistán, Pakistán, Irak, Mali, Nigeria y un largo etc.) y de los que al estar lejos nos acordamos muy poco.
ResponderEliminarEspero que te recuperes pronto y retomes tu ritmo de escritura.
Un abrazo.
Espero te mejores pronto, tocaya. No desesperes y aprovecha para la lectura tendida que también te satisface.
ResponderEliminarGran abrazo.
Como te decía por el otro canal, Isabel, me he propuesto llamarme a la prudencia en estos horrendos días de violencia extrema y descarnada, aunque no puedo negar que estoy terriblemente impresionada. Todo esto es una cuestión sumamente compleja, imposible de entender, y me temo que muy difícil de frenar en su escalada y aun más de solucionar. Es imposible entender a mentes enfermas capaces de matar a sangre fría y luego inmolarse por una causa, sea la causa que sea. Muchas son las voces que han salido a decir que ponemos el grito en el cielo cuando se toca el corazón de nuestra civilización, de nuestra cultura, pero que hacemos la vista gorda - incluso desde los medios - cuando sucede en otras latitudes más remotas a manos de "los nuestros". Lo cierto es que humano llorar por la miseria humana que vemos, y este modo de pensar se parece mucho al comienzo de otra guerra. Escucho las noticias de que se planifican movidas más rotundas para detener al terrorismo y también me aterra. Esta es una guerra temible en la que se opera de una manera inusitada, generando el caos, el terror y esta paranoia que vemos en aquellos que han pasado por eso, y me pregunto si este mundo tiene arreglo.
ResponderEliminarEspero que al menos tu espalda te dé una tregua, mi querida amiga, y puedas escribir a tus anchas. El blog te ha quedado precioso con Da Vinci en la cabecera.
Un beso!
Fer
Bonitos versos...Corren malos tiempos, me siento triste y a ratos perdida porque no es el mundo como lo imaginaba, me parece un fraude nuestra especie y quiero creer que al final el bien se impondrá y venceremos a la maldad y al fanatismo, pero cuesta Isabel, es todo tan descabellado, tan desproporcionado...
ResponderEliminarCuidate, yo también ando contraturada, y duele jejeje
Un beso enorme!
Es un hermoso poema. Es inevitable que nos inunde el dolor y se nos encoja el alma, pero en estos momentos es cuando tenemos que esforzarnos más aún en sacar todo el amor que tenemos dentro y hacer que la belleza prime sobre la tragedia.
ResponderEliminarGracias por compartir con nosotros y mucho ánimo con tus dolores. Seguro que te recuperas pronto. Un abrazo inmenso Isabel.
Entiendo tu estremecimiento al leerlo, me ha ocurrido lo mismo. Horror y asombro de a lo que podemos llegar, ojalá surja la cordura y acabe este horror.
ResponderEliminarCuidate, querida Isabel.
Un abrazo
Querida Isabel:
ResponderEliminarMil gracias por este detalle que has tenido de reproducir mi poema, homenaje a las victimas de la enorme tragedia que ha afectado no sólo a la bella Paris sino al mundo que ama la belleza, el arte, la vida, la libertad, el amor, la fraternidad, la igualdad, la justicia, caros valores ajenos a los fanáticos que no saben sino imponer a sangre y fuego sus repulsivas ideas.
El poema lo fui escribiendo como una manera de dejar escapar mi rabia, mi perplejidad y una inmensa tristeza. La noche de los bárbaros, de las hienas asesinas será recordada como un hecho espantoso pero, no podemos paralizarnos y debemos seguir porque, como lo digo en mi poema, la primavera no muere.
Agradezco los comentarios de tus lectores.
Cuidad tu espalda y escribe cuando puedas porque sé lo que significa para ti no poder hacerlo.
Te dejo mi abrazo más cálido.
Linda reseña que comparto en apreciación y sentimientos. Hermoso y apropiado poema.
ResponderEliminarSalud..!
Una justa reproducción, Isabel, de un poema cargado de esperanza, a pesar de la pertinaz lluvia de noticias.
ResponderEliminarBesos.
¡No muere la libertad
ResponderEliminaren la noche de las bestias!
Magnífico poema. Me quedo con estos últimos versos que resumen la auténtica libertad, la íntima, personal e intransferible, tantas veces perdida en otras batallas aparentemente incruentas y que es la que unida a otras tantas libertades invictas puede construir esa otra libertad.
Abrazotes (con un matiz quizá hoy más cálido, reflexivo y profundo que el habitual, pero Abrazotes)
Tremendos días de dolor anta tanta barbarie, querida Isabel. Un poema precioso que refleja muy bien esa angustia del alma herida y un canto a la esperanza.
ResponderEliminarCuídate la espalda.
Te envío un beso.
Indudablemente que lo ocurrido a todo ser sensato y pacífico que ama la vida y la respeta, nos deja anonadados, desolados, indignados; pero impotententes ante tanta muerte inocente que no podemos comprender. Pero es triste tambien y no podemos olvidar que los gobiernos de los países fuertes, utilizan a los que no lo son venderles armas, países explotados por siglos, consiguiendo comprometer también la voluntad de esos gobiernos débiles, los que siempre se repiten con el mismo estilo y fanatismo, los que no dicen NO a las armas que les venden y generación tras generación no están motivadas para aprender algo más que utilizar un fúsil... Se les niega la educación y la cultura, sólo se les permite una religión con una doctrina alterada, porque es una forma de explotar unas mentes básicas. Pensar para el bien es superar al que manda y pensar por cuenta propia no está bien. Peor lo tienen las mujeres.
ResponderEliminarEs triste la situación del mundo y debemos pensar que hay más de lo que las apariencias nos dicen, pero algunos países que hablan de concordia, paz, libertad y seguridad, no prohíben las armas porque de ellas también viven los gobiernos y las industrias que manejan esas sociedades; nos convencen de su necesidad y defensa. Ellos hacen la trampa y los demás ponen el queso a los ratones.
Un saludo.
Te leo y quedo sin palabras. ...
ResponderEliminarBesos de amor
tRamos
Te leo y quedo sin palabras. ...
ResponderEliminarBesos de amor
tRamos
Los ciudadanos de a pie quedamos dolidos, impresionados, angustiados ante estos horrores y en lo que se está convirtiendo el mundo, mientras los gobiernos siguen con los discursos, las represalias, las alianzas contra otro mundo oscuro, incomprensible, que esgrime banderas ¿de religión? y les lava el cerebro a sus adeptos, cuando en realidad busca un poderío que nada tiene que ver con el espiritual.
ResponderEliminarGracias por compartirnos el poema tan sensible de Gustavo y cuida de tu espalda, sé lo que es ese dolor porque lo padezco muy seguido.
Besos, Isabel.
"El viernes me robasteis la vida de una persona excepcional, el amor de mi vida, la madre de mi hijo. Pero no tendréis mi odio. No sé quiénes sois y no quiero saberlo, sois almas muertas. No os haré ese regalo de odiaros. No responderé con odio y cólera. No tendré miedo, no dudaré de mis conciudadanos, no sacrificaré mi libertad por la seguridad. Habéis perdido." (Antoine Leiris, periodista, perdió a su mujer en los atentados. Fue asesinada por los terroristas en la sala Bataclan. Antoine ha escrito una emotiva carta en Facebook, que se ha hecho viral.)
ResponderEliminarTodos con Patis y el mundo entero.
ResponderEliminarSembremos PAZ a travès del buen AMOR.
Que se mejore tu espalda.
Un Gran Abrazo.
Los asesinados en París son recientes, hace escasamente una semana, pero antes que ellos, y por las mismas razones, ha habido muchos más como tristemente sabemos. En estos momentos el ruido de los llantos es tan ensordecedor, las plañideras gimen con tanta vehemencia, que parece que estemos sordos pues el resultado es el mismo, no se oye nada como si todo el mundo se hubiera quedado mudo y yo sordo.
ResponderEliminarAsí que, como los rastreadores de vida inteligente extraterrestre, seguiremos auscultando el vacío y nos guardaremos nuestro dolor para nosotros.
Saludos.
writing your work is inspiration, thank you
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Buenas noches, Isabel. Muy sentida crónica a propósito de los tristes acontecimientos de París. Hermosísimo el poema de Gustavo Figueroa Velásquez, pues toca en lo más profundo el alma humana y el espíritu de un pueblo.
ResponderEliminarEspero te recuperes de los problemas de la espalda, pues eres la columna vertebral de tus hermosos escritos.
Muchos abrazos caraqueños,
Myriam
Hermoso poema que manifiesta unos sentimientos que compartimos las inmensa mayoría.
ResponderEliminarQue mejore esa espalda.
mucho animo y espero que mejores pronto
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